거짓말~ Lies

∞

Todos estaban raros, yo estaba rara. Mi mente o más bien; mi vida se había vuelto una montaña rusa. Técnicamente no sabia en que momento iba a bajar o en cual iba a subir, había perdido el control de todo, lo que antes había planeado se descontroló y nunca supe en que momento paso, simplemente lo hizo y no estaba segura si lo odiaba o lo amaba, pero al menos algo si sabía; me aterraba.

Hace pocos días le había dicho a mi gran amigo Alan mis problemas, bueno, no de todos, solo una cuarta parte y justo cuando menos me lo esperaba habla ella no supe como reaccionar, en primera: eran cosas personales, no tenía porque enterarse ella. Y en segunda: sigue teniendo algo de influencia en mí, no es gran cosa, al menos ya no es como antes, pero aunque sea un poco si sigue siendo arriesgado para mí.

Después de escucharla hablar se fue, muy normal, en realidad no me sorprendió, creo que me hubiera sorprendido que se quedará a hablar, cosa que no hizo.

Después de ese día ni mente se la ha pasado revoloteando y mi montaña rusa no deja de dirigirse hacia mi caída.

Hasta el día de hoy.

Prácticamente no paso nada interesante, pero si importante.

-¡Neko! -gire mi cabeza para voltear a ver de quien se trataba.

-¡Lyra! -dije con el mismo tono que ella. Se acerco a mi y se sentó a mi lado.

-Así que -alargó la palabra mientras me miraba con ojos de felicidad-, ¿hablaste con la pequeña Kassidi?

No entiendo su felicidad así como no entiendo como fue que se esfumó la mía al mencionarla.

-No hablamos, creo que fue más como un reproche pero supongo que ya estás... están -corregí pensando en los demás chicos- enterados de todo. Déjame adivinar, ¿fue Jimmy?

Ella negó con la cabeza.

-Fue Vi, es todo una chismosa, supongo que nunca se le va a quitar -bromeó y yo no pude evitar reírme.

-Oye...

-¿Sí?

-Hay un chico que... bueno... -mordí mi labio tratando de encontrar las palabras exactas para hablar de él- Lo conocí hace unos meses, no recuerdo cuantos en realidad. Ehm... últimamente me ha llamado la atención, demasiado. Es diferente, no es como los demás chicos y ¡no lo sé! Me gusta mucho y eso.

Lyra se me quedo viendo por unos segundos procesando la información o tal vez buscando las palabras exactas para reprocharme.

-Es normal, no ibas a quedarte esperando por ella. Lo comprendo, ¿cómo es ese chico? -elevo sus comisuras un poco forzando una sonrisa.

-Físicamente es un poco más alto que yo, tiene el cabello largo, no tanto, sus facciones son muy lindas. Sentimentalmente es bastantes dulce, me sigue la corriente y detesta lo que yo. Tenemos cosas en común y realmente me gusta cuando hablo con él, me gusta sentir tranquilidad o no lo sé. Es como si no me tuviera que preocupar de lo que pasará después, como si tuviera todo bajo control pero en realidad no es así.

-¿Por qué recién me lo mencionas?

Esa era la pregunta que no quería que me hiciera.

-Estábamos hablando, y me pidió que le dijera lo que pensaba de él y claro que lo hice, le dije que era diferente y que esa era la definición que yo le daba, también le dije que me encantaban sus defectos y cualidades porque eso lo complementaban, mencione que me daba miedo, luego le respondí que le tocaba decir lo que pensaba de mi y... -sonreí en mis adentros y aladee la cabeza-, ha dicho cosas maravillosas; ha dicho que soy única, que nunca había conocido a alguien como yo, ha dicho algo sobre qué mi desinterés siembra interés sobre las personas es algo curioso, dice que lo comprobó cuando le dejé de hablar, bueno... cuando traté de alejarme de él -para este momento mi sonrisa estaba de oreja a oreja y mis dedos estaban jugueteando con el pasto-. Ha dicho que le gusta cuando lo hago pensar, y también que cuando me rió de él por lo olvidadizo que es le parece agradable.

Lyra permaneció en silencio y yo seguí hablando.

-Hace como dos noches estábamos hablando en la madrugada y empecé con mis cosas de siempre y él dijo: "Me siento raro cuando no hablo contigo". Temo que piense que le voy a dejar de hablar de la nada y realmente si sé que pasará porque soy así, pero realmente quiero hacer las cosas bien con él. Sé que me estoy arriesgando demasiado pero es algo que quiero y hace mucho que no me pasaba eso.

Y no bromeaba, a él lo quería más que a nada de lo que he querido algo o alguien. Él se había ganado mi cariño sin hacer el más mínimo esfuerzo y viceversa.

Algo dentro de mi me dice que es una locura total, pero creo que es la costumbre. Mientras que mi subconsciente me dice que pasé lo que pasé habré ganado de una u de otra manera.

-Adelante -Lyra miro el cielo y después me miro a mí-. Arriésgate, si estas decidida yo te apoyo, nosotros te apoyamos, ¿de acuerdo?

Justo ahí mi montaña risa empezó a caer y yo no hice nada más que soltarme y alzar las manos.

Empecé a disfrutar mi momento, parecía qué conforme avanzaba las cosas tenían sentido, y mis problemas por fin tenían una solución.

Lo que en un principio me aterró termino encantandome.

Después de mucho tiempo me sentí libre.