거짓말~ Lies

~¿Noble?

La peli-azul estaba dibujando en el balcón.

—Hey.

Le hablo el mayor, haciendo que Karou lo mirara, asintió con la cabeza para que fuera al grano de lo que sea que le fuera a decir.

—¿Qué pasó con Cim?

—¿Qué? —frunció la nariz confundida, si hablaba del casi ataque que había tenido el mencionado al ver a Ian así, no tenía ni la remota idea —. No sé de que hablas.

—Me llamo la atención lo que dijiste en la cena.

La chica suspiró. Patrick comenzó a juguetear con la cadena que llevaba en el cuello.

—Cuándo lo conocí era... un chico bastante dulce y roto, se metía en problemas y hacia bromas, pero no lo hacía con mala intención —hizo una pausa por unos segundos —, creí que era era un capricho, luego me di cuenta que solo lo hacía para que Damián se sintiera orgulloso de él... cuando Jim y Damián peleaban el iba a mi casa, a veces iba bastante decaído, otras simplemente actuaba como si nada, hablábamos por horas hasta que se quedaba dormido.

El mayor prestaba atención, cual niño curioso a algo nuevo. Analizaba cada palabra que la chica decía.

—Cuando peleo con Ian y Adexe se desmoronó, le di la idea de irnos.

—Fue cuando se fue a España... sí, lo recuerdo, le dije a Daphne que cuidara de él.

La chica asintió con la cabeza. Desde ese punto Cim se había convertido en alguien más. La peli-azul rió, Patrick la miro confundido.

—Era un cobarde —rió con nostalgia —, cada que alguien se le ponía al frente con intenciones de pelear él se acobardaba, temblaba y habían veces en donde tartamudeaba, al final yo terminaba peleando por él —miro su libreta —, ayudó a muchas personas, hasta que...

...Era una noche nublada, el pelinegro regresaba de su entrenamiento (obligatorio por parte de Daphne) de boxeo. Siempre, por alguna razón, se iba por el camino más largo, cerca del departamento en donde vivía temporalmente había un callejón.

Ese día, él escuchó llantos, su curiosidad lo obligó a ver de quién se trataba, era un niño, tan indefenso, tan solo.

—Oye, ¿qué haces aquí? —El menor lo miró con miedo —No te haré daño.

Le extendió la mano, el chico tardó en aceptarla, Cimeries lo miró y comenzó guiarlo hasta el departamento. Daphne iba a matarlo. Cim siempre hacía eso, llevaba personas que "salvaba" a la casa hasta encontrarles un lugar estable en donde pudieran vivir o un trabajo, cualquier cosa.

Al llegar al departamento le explico a Daphne lo que había pasado, aunque en realidad no había mucho que explicar.

Ya habían pasado un par de días, Cim le había tomado cariño al pequeño de Andrew.

—Oye, Pa, ¿jugamos una ronda? —Preguntó Andrew jalando a Cim del brazo, el mayor asintió con la cabeza.

Jugaron una ronda. Dos. Tres. Hasta que le llamaron a Cim.

—Aguarda un momento, Andy —se levantó y contesto —¿Sí?

—Cim, investigué al chico, es un asesino —el pelinegro quedo estático, su mundo se detuvo, Daphne siguió hablando —.Mató a un niño de su secundaria, al parecer lo habían atrapado y de alguna u otra forma logró escapar. Cim, por favor, ten cuidado, ya voy para la casa.

El chico bajo el celular y volteó hacia donde estaba el niño. Solo que ya no estaba ahí. Tomo valor y comenzó a revisar el departamento, llegó a la cocina y encendió la luz, ahí estaba, el niño que había salvado hace unos días atrás estaba apunto de traicionarlo. Tenía un cuchillo en la mano.

—Oye... pequeño, no vayas a hacer alguna locura —trato de sonar dulce para que no le hiciera nada, dio un paso adelante y el menor alzó el cuchillo —Tranquilo, no te haré daño.

—Debiste de haberme dejado en aquel lugar.

El mayor iba a responder, pero el sonido de la puerta abriese y los pasos que se escuchaban detrás de él lo obligaron a voltear, era Karou.

—¡Quédate ahí!

El menor aprovechó, encajó el cuchillo en el abdomen de Cim y salió corriendo.

La peli-azul miró al mayor. Patrick, por otro lado, había entendido porque Cim era de alguna forma algo desconfiado.

—Esa noche mientras lo curaba el me preguntó que porque era tan estúpido, que siempre caía con las personas... y es que él era tan bueno, tenía un corazón aún más noble que Yui —la chica bajo la mirada —. Ahora es todo lo contrario. Ya no es cobarde, es desconfiado, suele ser frío y cuando hace cosas buenas es solo porque se siente obligado, el chico dulce que tanto quería se desvaneció. Ian está con alguien que es peor que el mismo diablo.

—Cim lo trata bien —menciono Patrick recordando como son Cim y Ian juntos.

—No me refiero a eso —miró sus marcas de las manos y luego miró al más alto —. Es muy difícil de explicar...

Aunque en realidad lo difícil no era como decirlo, era decirlo, así, sin más. Eran planes que Karou conocía y disgustaba d hacer. Pero le debía la vida a Cim.