~Pistas.

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Estuve siguiendo mis propias pistas, mis propios planes y ya tengo todo solucionado.

Me dirigí al parque, había una parte vacía, muy poco recurrente y ahí estaba ella junto con dos chicos.

—La hipnosis no tarda en dejar de hacerle efecto a ella y al chico, Eithan, necesitamos más alas de Ángel.

—¿Las de Yui no fueron suficientes acaso, R? —el bajo lo miro de mala gana.

R fue el chico que hace mucho le quitó las alas a Yui convirtiéndola en un ángel caído, Pilar nunca dio con el culpable. Y el otro es el loco que está obsesionado con Armin.

—No... sí, eran poderosas, conseguimos muchas cosas con ellas, pero Rivers es muy poderosa, se niega a cooperar, ni siquiera por su hijo.

Eithan tomó la cara de Rivers.

—En cualquier momento tus planes se vendrán abajo.

—Quiero al chico —miro Eithan al cielo y luego a R.— Nathann, ese chico tiene la mejor magia.

R se quedó quieto, el momento perfecto, papá Jim me enseñó a meterme en la mente de las personas.

Dejé de lado todo y me concentré en meterme en su mente de R, para mi fortuna fue muy sencillo y cuando menos me di cuenta ya tenía el control el su cuerpo.

—¿Qué? —me miro Eithan. —R, maldito bastardo, responde algo.

Sonreí y tomé al maldito enano del cuello y lo lancé sobre el árbol.

—¿Dónde está?

—¿Quién eres? —me miro sorprendido, tembloroso.

—Soy el hijo de puta que va a matarte si no me das la respuesta a mi siguiente pregunta ¿dónde está?

Me acerque a Eithan y justo antes de volverlo a tomar del cuello grito.

—¡En la vieja casa de roble! Está al final del kilómetro 50...

Lo tomé el cuello y lo miré a los ojos.

—Sufrirás como no tienes idea en el maldito infierno.

—¿Qué? ¡te respondí lo que querías!

—Pero muy tarde.

[...]

—Gracias.

Miré a Rivers y luego la carretera.

—Aún no me agradezcas, ni siquiera sabes que haré contigo.

—Ya... —Se acomodó bien en el asiento y miró hacia atrás, hacia donde estaba Armin, luego me miró a mí. —Sí se lo que me harás, me quemarás viva, y peor aún, al frente de mi hijo. Eres un loco.

—Tú no eres la mejor para decir eso —miré a Armin de reojo por el espejo retrovisor.

—¿Cómo te diste cuenta?

—Inspeccione tu mente, ¿recuerdas el día que llegaste? Fuiste a hablar dos veces con Alex, una de ellas era yo.

—¿Cómo...? —me miro curiosa, ni siquiera se dio cuenta de la magia tan diferente que tenemos Alex y yo.

—Control mental, hice que creyeras que hablabas con Alex, de la misma manera en la que te hice creer que habías salido del país ¿a dónde planeabas huir?

—Inglaterra...¿por qué no pude predecirlo?

—Lo hiciste, pero hice que lo vieras de otra manera.

Miró sus manos y empezó a juguetear con sus dedos.

—No lo entiendo... ¿cómo es posible que puedas hacer eso sin que nadie se de cuenta?

Me encogi de hombros y estacione el carro al frente de la casa.

—Escucha, entraré por tu hijo, si haces cualquier locura juro matarlo —advertí y baje del carro, tomé un bote con gasolina y mis cerillos.

Entre a la casa y empecé a revisar la parte de abajo, no había nada. Subí a la segunda planta y empecé a revisar las habitaciones, hasta que lo encontré. El niño estaba en una jaula, dormido, abrí la jaula y lo tomé con delicadeza.

Baje las escaleras, me acerque al carro y abri la puerta colocando al niño junto con Armin.

—Baja.

Rivers asintió con la cabeza y salió del carro. La tomé del brazo y empecé a atarla.

—Podemos llegar a un acuerdo —me miro sobre su hombro.

—No.

—¿En serio quieres que Armin se deprima? O, no lo sé, ¿acaso no tienes corazón? ¡mi niño me extrañará!

Tome las cadenas y las enrede en las escaleras.

—¡Vamos, Cim, prometo comportarme!

—Oh, ¿en serio crees que voy a caer? Por culpa de tu llegada mi esposo se tuvo que ir, el tío King está de la mierda y papá parece un zombi, y en cima casi matas a Armin.

—¡Estaba hipnotizada, tenme piedad!

Tome el bote y empecé a esparcir la gasolina alrededor de ella y de la casa.

—Tener piedad es caer bajo.

—¡Vamos, Cim, por favor!

—No.

거짓말~ LiesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora