거짓말~ Lies

~Arcángeles

Estaba en medio de la nada o mejor aún; en medio de una selva.

El sonido de los animales y las pequeñas corrientes inundaba mis oídos. El calor era horrible y de tanto que había estado caminando me había deshidratado. Iba a desmayarme en cualquier momento. ¿Que diablos hacia aquí? Oh sí, mi sueños. Los recuerdos. Personas tratando de hallar respuestas mientras me dejan entrar para buscar mis propias respuestas.

—¡Cuidado! —miré hacia donde prevenía la voz, era Dylan, pasó corriendo alado de mi como si fuera invisible. Seguido de él vi a Nath y Tyler.

Me quedé quieto para ver de que huían. No había nada. Hasta que los vi. Huían de los arcángeles. Me alarme y salí corriendo en la misma dirección que los chicos.

Sé que no pueden hacerme daño, pero esto de alguna manera lo está recordando Tyler lo cual debe de ser por una razón en específica.

Sentí el roce de una flecha en mi mejilla y la sangre comenzó a correr por está.

Esto no es un recuerdo. Esto está pasando y de alguna forma estoy con ellos huyendo de lo que posiblemente sea la causa de mi muerte.

Mire hacia atrás, no había rastro de los arcángeles, al menos no una visible.

Tyler y Dylan se detuvieron, intercambiaron miradas y miraron la mochila que llevaba Nath.

—¿Qué es eso? —pregunte pero no hicieron caso.

—No puedo llevarme eso —dijo Tyler.—Dav me mataría si se entera que esa cosa tien...

Nath lo interrumpió. —No, en realidad nadie puede, con Mithems embarazada y mis hijos solo sería ponerlos en riesgo.

—No creo que a Fred le agrade que tenga esa cosa.

Se miraron entre todos. Miraron la mochila y suspiraron.

—No queda de otra que dividirla y esconder las piezas. —sugirió Tyler.

—Me parece razonable.

Y entonces, la presencia de los arcángeles se hizo presente de nuevo y las flechas empezaron a caer sobre nosotros. Sentí como mi cuerpo era perforado. Me derrumbe.