거짓말~ Lies

∞El trato.

Llegué corriendo a la habitación de mi madre, había tenido un problema... uno muy grande. Estábamos en el hospital, pero mi familia tenía unas cuatro habitaciones exclusivas.

—Hola, mamá.

Dije cerrando la puerta detrás de mi, me acerqué a ella y la miré; estaba dormida. Realmente daría lo que fuera para salvar a mi madre, hace una semana el doctor nos dijo que ella ya no tenía remedio, que su tiempo con vida era poco, eso nos destruyó a mi padre y a mí. Últimamente nada ha ido bien para nuestra familia, mi hermano tuvo unos problemas con un mafioso, tiempo después lo secuestraron, mi padre sigue haciendo todo lo posible para encontrarlo, luego las empresas, mi padre ha estado tan ocupado con mi mamá y mi hermano que ha perdido clientes importantes, pero hoy llego uno nuevo, un tal Patrick, dice que las empresas de él son muy importantes, al igual que el de los demás Brown.

—Vaya que duele ver a una madre en una camilla, ¿no?

Volteé rápidamente, había una chica, cabello blanco, ojos entre azul y verde, pecosa y era alta, luego estaba un chico, cabello rosa, ojos celestes, mejillas sonrosadas y un poco más alto que yo.

La chica dio un paso y yo por inercia, retrocedí. Solto una risita e hizo su cabello hacia atrás.

—No te haré daño. Anda, déjame presentarme. Soy Casey Cipher Carter —extendió su mano hacia mi y yo la estreche—, un gusto, Shu Nian.

Una Cipher... no sé si esto sea bueno o malo, pero... una Cipher te puede dar lo que quieras a través de un trato. Sin darme cuenta ya estaba sonriendo.

—¡Awww! ¡miralo, Casey, es muy tierno, le gustará a Alan!

Frunci el ceño y Casey río.

—Vine a negociar —miro a mi madre y luego a mi—. Sé lo de tu hermano, yo puedo traerlo de vuelta y también puedo salvar la vida de tu madre, solo necesito que enamores a un chico y ya.

—Yo no hago eso...

No lo hago y ni pienso hacerlo, enamorar para no corresponder es lo más cruel que alguien puede hacer.

—¿Ni siquiera por tu madre y tu hermano? —arqueo la ceja, me quede callado, ella se dio media vuelta—. Bien, es tu decisión, solo tratábamos de ayudarte.

—Deberías pensarlo —dijo el chico. Él tomo la mano de Casey y desaparecieron.

Miré a madre, suspire y cuando menos me di cuenta ya estaba llorando. Odio ser tan débil...