거짓말~ Lies

~Fuera.

Entre a la casa y tiré mis cosas en el piso.

—Estoy agotado.

Miré a Pet y este sonrió de forma rara.

—¡Jacob, que bueno que llegas!

—Sí, supongo. ¿Qué pasa?

Se levantó, tomó mis cosas y me jaló hasta mi habitación. Tiene más fuerza de lo que uno esperaría.

—Mira —se sentó en mi cama y me miro atento — Revivi al tío Jim y no recuerda nada de los últimos dos años.

De repente todo el mundo que siempre iba tan rápido se volvió lento, la voz de Pet se había distorsionado. Estaba feliz de que Jim estuviera vivo y aún más de que no recordará a Damián. Oh.

—¿Recuerda a Damián? —lo miré serio y negó con la cabeza.

—No recuerda nada, es como si apenas hubiera tomado la decisión de venirse a vivir acá con nosotros. No conoce a nadie más que a su familia y las personas que ya conocía antes.

—Cómo Casey, Ed, Patrick, Megan y yo...¿no es así?

—¡Sí, así es! —sonrió —, ahora necesito que te vayas para que el tío Damián pueda reconquistarlo.

—¿Qué? —reí —, Pet, te tendré todo el cariño del mundo pero no haré eso ¿entiendes?

—Pero...

—Pero nada, iré con Adam, tú deberías ver mejor a Loco, él si es difícil de convencer.

Dicho eso salí de la habitación, ahora, ¿dónde podría estar Adam?

Me asomé al balcón con la intención de buscarlo y para mi fortuna ahí estaba.

Su cabello era castaño, traía una sudadera azul, mi sudadera mejor dicho, me acerque a él. Sino mal recuerdo, hace un año que llegué me dijo lo mal que se había sentido, de acuerdo, es una mala idea, ni siquiera sé que voy a decirle.

—¿Podrías dejar de mirarme como idiota? —se volteó —¿Jacob?

Asentí con la cabeza.

—¿Te comió la lengua el ratón?

Negué con la cabeza.

—Entonces di algo.

—Te extraño.

Sonrió, pero luego negó con la cabeza.

—¿Por qué te fuiste?

—Te hacia daño.

—¿Y ahora? —me miró —, ¿no me harás daño?

—No, Adam. Ahora no. La vida me está dando una segunda oportunidad y no pienso desperdiciarla —tomé su mano y la acaricie con mi pulgar, el simplemente asintió con la cabeza.