4

386 15 0
                                    


Alba

Después del incómodo momento, bajo a la sala, voy a la cocina y tomo un vaso de agua para calmar un poco el calor que siento. Salgo de ahí y me siento para comer, Natalia se sienta en la punta de la mesa, Rosa nos sirve la comida, que era Macarrones con tomate, sopa y ensalada.

-¿Rosa usted no come con nosotros?

-No mi niña

-¿Porqué?

-¿Puedes dejar de preguntar y ya? - dice seca. La verda no sé cual será su problema conmigo.

-No, está bien mi niña, lo que pasa señorita, es que usted necesita tiempo para hablar con ella y conocerse yo no puedo.

- Yo no tengo nada de que hablar con esta y supongo que no hay ninguan problema con que cene con nosotros.

- Rosa, sientate con nosotros. No hay nada más que hablar. - aprieto mis puños a causa del enojo.

- Ay niñas es que ustedes necesitan conocerse, no pueden estar asi toda la vida peleadas.

-Rosa ¿ya cenó? - pregunto antes de que siga con ese tema.

-No mi niña, pero comeré en la cocina para que hablen tranquilas

-No, yo ya le dije que no tengo nada de que hablar con ella y quédese - la verdad es que no quiero estar sola con ella, quiero hablar con alguien más.

-Está bien ya vuelvo.

Ya estabamos en la mesa cuando Rosa se nos quedo mirando a ambas.

-¿Qué pasa Rosa? - preguntó Natalia

-Hay que agradecer por la comida.

-Tiene razón, disculpe. - dije mirandola a ella -Eres la dueña y básicamente "hombre" de la casa asique empieza.

-Está bién.gracias Señor por estos alimentos, los niños que no lo tengan que puedan tenerlo y pido por su salud también AMÉN.

-También pedimos que las guerras terminen y que llegue la paz al mundo Amén.

-Amén

-Las guerras nunca a terminarán - dice natalia.

- Para mi si, cuando entiendan que es estúpido pelear por un simple papel llamado dinero y dejen su egoismo atras.

-Ese papel con valor te da el pan de todos los dias.- tomo la copa y bebo vino.

-No. Mi trabajo de todos los dias me da el pan y todo lo que tengo.

-¿Y de qué trabajas? preguntó mirandome. Aparto la mirada, me recuerda al incómodo momento -¿Animas fiestas?- su tono es burlesco y puedo ver que disimula una sonrisa.

-Muy graciosa, soy dueña de cuatro gimnasios que un principio iban a ser estudios de arte pero requería mucho más de mi tiempo y con la carrera no iba a poder a hacerlo. - digo orgullosa de ello.

- Me alegra de que puedan hablar de algo sin discutir-dijo Rosa con una sonrisa

- Bueno ella saco el tema de conversación- tengo que aclarar, que no piense que seré amable si ella es toda una idiota conmigo.

-Si, igual no es nada importante- como si ella lo fuera. Imbecil.

-Bueno iré a dormir, pero antes lavo los platos, permiso.

-No Rosa ,vaya a descansar, lo puedo hacer sin problema.- la verdad es que me gusta ayudar y más a esta señora que parece tan dulce.

-No mi niña por favor ese es mi trabajo.

COMPROMISO || Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora