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Alba

Me despierto temprano, tengo que ir a la universidad, es viernes asique hoy será un día más tranquilo.

Me doy una larga ducha, de esas relajante. Opto por ponerme un jean negro con una blusa roja con unas converses negras con tachas, luego me coloque un bleiser negro. Por último me maquille suave y poco de perfume.

Bajo las escaleras y ahí está ella, tiene puesto un traje americano estructurado de color negro, sin la corbata, con camisa blanca y tacones negros. ¿Está de luto o qué?

(así es como suele vestir siempre Nat en la oficina)

(así es como suele vestir siempre Nat en la oficina)

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Me siento y traté de ser amable hasta que...

-Hola buen día -dije lo más amable.

-Hola -dijo en un tono frío. Cierro mis manos en puño aguantando el enojo.

-¿Siempre eres así ?- dejo mis manos cerradas en puño, sobre la mesa. Ella las mira y vuelve la vista a lo que tiene en sus manos.

-¿Cómo? -dijo sin mirarme ya que tenía un periódico en sus manos.

-Así, de mal humor, seria.

-No soy una payasa.

-Yo no te pido que lo seas, no tengo la culpa de lo que está pasando, te recuerdo que yo no tomé esa maldita decisión- dije alterada y con un tono de voz alto- Adios Rosa, me tengo que ir.

Me levanto de la silla enojada y cierro la puerta de un fuerte golpe. Esta mujer, no se como aguantaré mi vida con una tia asi. Si sigue esto creo que no voy a aguantar mucho y tendrán que ver otra manera de asociarse.

Natalia

¡¡Dios santo que mujer!!

No aguantaré tanto. Hoy amanecí de mal humor si, pero me molesta que se ponga histérica.

Desde que corté con Alicia mi vida cambió para siempre. Me prometí no volver a confiar en ninguna mujer, seguiré siendo así una basura, como me definirían las mujeres con las que me enrollo una noche y quieren más, porque así les gusta a ellas ¿no?

-¿Y la señorita Alba? -habla Rosa con el entreceño fruncido.

-Se fue. - dije sin levantar mi vista del periódico.

-¿Qué le pasó? - dijo sentandose a mi lado.

-No sé, peleamos- hablo indiferente.

-¿Mal humor, otra vez? -dijo colocándose las manos en forma de puño en la cadera.

-Sabes que desde lo que pasó con Alicia las cosas cambiaron.

-Si ya lo sé, pero ella no tien la culpa mi niña.

COMPROMISO || Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora