COMPROMISO || Albalia

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NATALIA

Había pasado una semana después de mostrarle las fotos y se quedara dormida en mis brazos.
La vida me pareció muy injusta cuando arrancaron a mi hermana de mi lado, dejaron un gran vacio en mi pecho, luego mi otro hermano decidió irse, él no se quedó para apoyarme o para que lloremos juntos. Mi unico apoyo fueron mis padres y mis mejores amigas, tardé mucho tiempo en salir de depresión. Mi hermana se fué, cuando más la necesitaba se fue y si ella estuviera hoy aqui se hubiese reído de mí y obviamente apoyándome en esto y estoy segura que Alba le hubiese agradado mucho e incluso me hubiese dicho que la enamorara porque asi era ella se creía todo de esos cuentos que leía. Ella era una persona tan dulce, tan tierna, todo el tiempo trataba de protegerla pero no pude con el cáncer, el se la llevó de mi lado sin avisarme sin regalarme un minuto más a su lado. Es tan doloroso saber que tienes que ir a un cementerio a ver a tu hermana en un cajón sin poder moverse o tal vez ya sea huesos lo que encuentre ahi. Duele tanto hablarle y no obtener una respuesta de su parte. Desde que murió comence a pensar que mi hermana y yo viviamos en los extremos de un puente, ella estaba en el extremo de eterno descanso y yo en el extremo de tiempo de vida indefinido, la vida cotidiana. Siempre me acompañó el deseo de cruzar ese puente por mi propia voluntad, atravesarlo y poder abrazar a mi hermana y no soltarla nunca más, pero siempre hubo algo que me impedía hacerlo, claro por una parte mis padres, por otro mis amigas, Rosa y por asi decirlo ella, la persona que creía que me destruiría la vida, la persona que en un principio odié pero que a través de este corto tiempo eh llegado a conocer, Alba. Ella sabe como sacarme una sonrisa sin querer hacerlo. En estos días que llevo con ella es imposible no llevarse bien con ella, es tan natural, tan sencilla.

Desde la semana pasada la he notado nerviosa y ¿como no? Si falta medio mes para la boda. No para de ir al centro comercial, creo que a su prueba de vestido de novia ha ido unas cuatro veces en dos semanas y casi ni come aparte de eso esta estudiando para sus exámenes, yo la he estado ayudando con los gimnasios y la verdad que le va bastante bien, hoy la llevaré a que vea el gimnasio que comprará y asi poder hablar con el dueño y hacer un buen negocio.

Estaba saliendo del baño, después de darme una relajante ducha. Hoy sería una cena para nosotras dos solas así que me vestiré como a mi me gusta un jean negro, una camisa negra y un blazer no tan formal mas bien simple y por ultimo mis converses negras. Me coloqué mi perfume después de maquillarme poco y luego salí para esperarla.

Voy bajando las escaleras y siento que me silvan (es el silbido ese el que le hacen los hombres a las chicas cuando se ven sexys) observo el responsable de ese silbido y es nada menos que ella, luce tan bella como siempre. Lleva puesto un vestido color azul sencillo pero adecuado para la ocasión, unos zapatos negros y su chaqueta negra. Su maquillaje simple como el mio.

-Bien señora Lacunza ¿ya podemos irnos? - me dice sonriendo.

-Si claro vamos señora Reche - tomo otro abrigo porque afuera esta muy fresco.

Entrelaza su brazo con el mío y salimos de casa, luego le abro la puerta del copiloto y rodeo el auto para subirme una vez que entro ella me mira y luego dice.

-¿Cuál es la sorpresa? - se que esta muy curiosa por que le dije que era sorpresa.

-Espera a que lleguemos mujer sé paciente.

Ella solo suspira y ya no insiste en el tema, durante el camino fuimos hablando y riendo de sus ocurrencias, antes de llegar freno el auto y saco una venda para sus ojos.

-¿Qué harás con eso? -pregunta señalando la venda.

-Es para cubrirte los ojos - dije como si fuera lo más obvio.