12

435 18 0
                                    


Me despierto con el ruido de un trueno, miro el celular y son las ocho de la tarde. Natalia aún está conmigo durmiendo como una bebé, entonces aprovecho la situación y me detengo a observarla es hermosa tiene unos rasgos muy lindos, su mandibula se le marca como me gusta, su pelo está desordenado y tiene pleitos rebeldes que le cubren la cara, se los quito para observarla mejor. Si solo esta mujer cambia su humor o nos hubiesemos conocido de otra manera me enamoraría de ella, pero tengo tanto miedo a ser dañada de nuevo, no lo soportaría, eso sería mucho para mi corazón.

-Te gustan las vistas bruja- habla con su voz ronca porque recién se despierta.

- Cuando duermes eres mas tolerante.

-Y más hermosa.- sonríe.

-Que ego el tuyo Lacunza - ruedo mis ojos divertida.

-¿Qué haremos? - se sienta y me mira.

-No sé ¿qué quieres hacer? Igual mucho no se puede hacer está lloviendo.

-No me digas no me di cuenta dice sarcástica. - Me desperté con el trueno recién pero deje que me siguieras contemplando cariño.

- Idiota. No de verdad quiero hacer algo, ya está comenzandome a aburrir esta cama.

-Porque no estamos haciendo otras cosas cariño - me mira pícara.

-En tus sueños idiota - golpeo su hombro.

-¿Cómo harás cuando tengamos que formar una familia? - Ríe alto y se empieza a carcajear.

-Eres más idiota Lacunza al menos por esa parte no me tendré que preocupar, pero contestando a tu pregunta adoptaremos, no soportaría una inseminación para que lleve tus genes llenos de ego - mi vista va a sus ojos - Si Lacunza, adoptaremos.

-Ya verás que no te vas a resistir por mucho cariño adorarias que un pequeño furby tenga mis genes.

-Mejor levantate y hagamos de cenar tengo hambre.

-¿Qué harás?- se levanta.

-¿Qué haré? Estás de bromas ¿verdad?

-No no para nada- su semblante ahora es seria y yo rio.

-¿De qué carajos te ríes?- continuo riendo.

-De lo que acabas de decir cariño.

- Es que no sé cocinar, por eso te lo digo- se encoge de hombros y yo niego.

-Hagamos una comida las dos juntas y yo te enseño a cocinar ¿qué te parece?

-Si quemamos algo Rosa nos mata.

-Tranquila, si estoy yo a cargo saldrá bien- tomo la toalla y voy al baño. Necesito sacar un poco el mal estado que tenía hace unas horas atrás. Al parecer dormir me hizo bien.

Salgo del baño ¿y qué creen? Ella sigue en la habitación, acostada en mi cama idiota.

-¿Por qué sigues aqui?

-No seas gruñona, yo me tapo los ojos. Estoy muy cómoda aquí como para moverme.

-Mueve tu trasero de mi cama Lacunza o lo haré yo.

-Sácame- sonríe.

Ato fuerte mi bata para que no se abra y pase el ridículo aquí. Me acerco a la roca de ser que es e intento moverla pero no puedo. Está acostada, eso no ayuda y yo soy pequeña, si hago pesas pero ésta mujer supera toda fuerza que tengo.

-Está bien te ayudo un poco. -se pone de pié y me mira desafiante - Ahora muéveme, vamos Reche inténtalo.

La miro, tengo que levantar mi cabeza para alcanzar la vista a sus ojos, me cruzo de brazo y levanto mi ceja.

COMPROMISO || Albalia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora