COMPROMISO || Albalia

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NATALIA

-¿Estás lista?- pregunto sonriendole ansiosa y algo nerviosa.

-Creo que si - dice encogiendose de hombro, sé que no soy la unica ansiosa aqui pero trataré de calmarme para poder controlar un poco la situación.

-La primera parte de este día es una sorpresa - en realidad no es de día, ya es más de medianoche. - y por lo tanto tienes que cubrirte los ojos - saco un pañuelo de mi bolsillo y le tapo sus ojos - no te asustes confia en mí cariño.

Una vez que le vendo los ojos la llevo hasta el auto donde ayudo a que ella suba, cierro su puerta y rodeo el auto para subirme en el lugar del piloto, una vez adentro pongo en marcha el auto. Seleccioné un par de canciones que a ella le gustan, son canciones que las reproduce muchas veces cuando se pone a hacer algo o ayudar a rosa She used to be mine la primera. Me he tomado el tiempo de observar todo de ella, hasta sé cual de todos los perfumes que tiene le gusta usar más el de vainilla y hace buenas elecciones.
Durante el trayecto hacia la sorpresa tomo su mano para tranquilizar un poco sus nervios.

ALBA

Hay algo que me causa mucha ansiedad y son las soprepresas. Cuando mencionan esa palabra es pura curiosidad y ansiedad lo que brota en mi. Siempre que me decian sorpresa, la terminaba arruinando, porque insistia tanto que terminaba sabiendo lo que era antes de tiempo. Pero ahora con Nat me cuesta bastante saber que es. A pesar de tanta insistencia aún no me dice nada ni el puchero esta siendo efecto ni los ojitos jo.
Y al final de todo dejé de insistir y dejé que me soprendiera y no saber nada a cerca de ello. Sé que cualquier cosa de ella me hara feliz.
Ahora estabamos en su auto, eso creo porque tengo los ojos vendados. La música nunca falta en nuestros viajes, está más que claro el amor que tenemos hacia ella. Toma mi mano durante el camino y solo la aleja para poner cambios. Es hermoso todo lo que vivo a su lado. A estas alturas ya no me arrepiento de haber firmado un acta matrimonial. Y como arrepentirse cuando tienes a Natalia de esposa.

-Llegamos - escucho su voz, la cual me saca de mis pensamientos. Escucho el sonido de la puerta al abrirse y siento la mano de Nat tomando la mía, con cuidado de no pegarme salgo del auto, soy dirigida por la morena y lo hace excelente porque hasta ahora no me he caído lo que me recuerda a las palabras de alguien la persona que las guía confíen en ellx porque es su Angel.

-Cuidado cariño, que hay un escalon ahí - habla Nat. 

- amor, tengo los ojos vendados no puedo observar "ahi" - hago enfasis en la palabra ahí y escucho su risa. Caminamos un poco más y subimos uno que otro escalón. Escucho mucho ruido y siento que mi piel se eriza cuando siento su aliento en mi oreja.

-¿Estás lista para tu sorpresa? - siento un nudo de nervios en mi estomago.

- Supongo que si .- trato de sonar lo más segura pero los estupidos nervios me traicionan.

Siento que sus manos van hasta el nudo de la venda. - lista - asiento - ya! - abro mis ojos y quedo totalmente sorprendida con el lugar. Es todo al aire libre, es una locura lo que tengo delante de mis ojos, si a Nat se le ocurrió esto, quiero decir que está completamente loca.

-Halaa esto es una locura - sonrío y la miro aún sorprendida. - es increíble, me encanta - sé que se están preguntando ¿qué es? Bueno se trata de un saltarin enorme, al cual le llaman el trapecio norteamericano, si, he visto madagascar. - sabes usarlo ¿verdad? - hace una de esas sonrisas que me atrapan y se que si me pide cualquier cosa con esa sonrisa, no dudaria en dárselo.

-Claro que si - me tiende su mano y no dudo en tomarla. Primero nos sacamos los zapatos y luego subimos por una escalera hasta la cima para alcanzar los colgantes, Nat toma cierta ventaja con sus colgadas y logra quedar en el medio.- agárrate bien fuerte y si te caes, tranquila, hay un trampolín debajo y no te pasará nada. - no pues que alivio