Capítulo 12; Thranduil y su propuesta.

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Cruzaron el puente que conducía al palacio, a través de las grandes puertas y al dominio de los Elfos de Madera. Las puertas se cerraron detrás de ellos como una tumba. Haraldur no sabía lo que esperaba de un reino élfico, pero ciertamente no era lo que esperaba. Donde Rivendell era cálido, brillante y lleno de vida, Mirkwood era frío, oscuro y desolado. Se sentía como una colonia de hormigas subterránea para Haraldur, casi haciéndolo sentir claustrofóbico, no le gustaba ni un poco.

La Compañía fue llevada a las mazmorras mientras Thorin y Haraldur fueron conducidos a la Sala del Trono. Fueron empujados bruscamente en la Sala del Trono para esperar la llegada del Rey Thanduil, Haraldur aprovecha la oportunidad para correr a un lado de Thorin y aferrarse a su pierna. Thorin se arrodilla, tomando a Haraldur en sus brazos, trata de calmar el tembloroso Enano.

- Está bien Haraldur, todo estará bien. Eres un chico tan grande que me defenderá de ese puntito puntiagudo - Dice Thorin mientras frota la espalda del pequeño para reconfortarlo
- Solo necesito que seas valiente por un tiempo más ¿Puedes hacer eso por mi? - Thorin pregunta.

Haraldur respira profundamente - Sí Thorin, puedo hacer eso -

Thorin sonríe al Enano - Bien muchacho, ahora trata de no llamar la atención cuando entre Thranduil -

- Está bien Thorin - Haraldur se mueve para esconderse detrás de Thorin.

Ninguno de los dos notó cuando el rey entró en la habitación.

- Algunos imaginan que una búsqueda noble está a la mano-

Thanduil de repente comienza a hablar sorprendiendo a Thorin y Haraldur, aunque Thorin lo escondió rápidamente.

- Una búsqueda para recuperar una patria y matar a un dragón. Yo mismo sospecho de un motivo más prosaico. Intento de un robo o algo por el estilo - Thanduil dice mientras rodea a Thorin y Haraldur.

- Has encontrado una forma de entrar, buscas aquello que te otorgaría el derecho de gobernar. La joya del rey: La Piedra de Arken -

Haraldur mira a Thorin, ¿el Arkenstone? Nunca había oído hablar de una joya de rey, ni ninguna otra joya, Haraldur pensó que Thorin era el rey legítimo. Sin embargo, si lo que este Elfo estaba diciendo era verdad, sin esa piedra, Thorin nunca podría gobernar.

Thranduil continúa: - Es precioso para ti más allá de toda medida, lo comprendo. Hay gemas en la montaña, que yo también deseo, gemas blancas de pura luz de las estrellas - Thranduil inclina su cabeza en una muestra de falsa humildad:
- Te ofrezco mi ayuda -

Thorin se ríe
- Estoy escuchando -

- Te dejaré ir si tú devuelves lo que es mío - Thranduil le dice.

- Un favor por un favor - Dice Thorin mientras se aleja de Haraldur. Haraldur puede sentir la ira acumulándose en Thorin, se apoya contra la pared tratando de hacerse lo más pequeño posible.

- Tienes mi palabra, de un rey a otro -

Thorin deja de pasearse - ¡No confiaré en usted Thranduil, el gran rey que honraría su palabra si el fin de todos los días se nos acercara! ¡Tú, que no tienes todo el honor! He visto cómo tratas a tus amigos, vinimos a ti una vez hambrientos, sin hogar, buscando tu ayuda, pero me diste la espalda. Te apartaste del sufrimiento de mi gente y del infierno que nos destruyó  ¡Que mueras en el fuego del dragón! -

- ¡No me hables de fuego de dragón! Sé que es ira y ruina. Me he enfrentado a las grandes serpientes del Norte -

De repente, un lado de la cara de Thranduil se distorsiona, mostrando signos de quemarse una vez, luego, cuando retrocede, su cara vuelve a su estado normal.

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