Capítulo 24; Maestro Sanador

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Haraldur se ríe de la mirada en el rostro de Tauriel mientras mira a Lord Glorfindel con la mirada de asombro en su rostro. Nunca pensó que realmente se encontraría con este elfo y en ese momento no tenía palabras. Lord Glorfindel le da una sonrisa alentadora, haciéndola salir de su estupor, sacudiendo la cabeza y finalmente le responde.

- Sí, mi señor, siempre he querido conocerte. Siempre he querido conocer al Gran Elfo de Gondolin. Tú, que batiste en duelo y mató a un Balrog aunque morías en el proceso y luego regresaste a la Tierra Media a instancias de los Valar. -

Glorfindel sonrió - Parece que sabes un poco sobre mí, señorita -

- Sí, mi señor, creo que eres inspirador -

- Gracias, mi señora, usted es muy amable - Glorfindel dice con una reverencia.

- Aunque debo preguntar ¿Qué los trae a usted y a Lord Elrond a Erebor? -

- Hemos escuchado lo que le sucedió a nuestro pequeño amigo aquí y hemos decidido ayudarlo en su recuperación - Lord Elrond informa a Tauriel.

Los ojos de Haraldur se ensanchan, intenta sentarse pero gime por el dolor que se causa a sí mismo, Thorin está instantáneamente a su lado tratando de ayudarlo a volver a una posición más cómoda.

- No te esfuerces hijo mío, solo te lastimarás más - Thorin le dice.

- Sí Adad, tendré más cuidado - Haraldur le dice a su padre.

Thorin acaricia la cabeza de Haraldur y le sonríe, se vuelve hacia los Elfos con una mirada seria en su rostro.

- ¿Realmente puedes curar a mi hijo de sus heridas? Thranduil no pudo -

Lord Elrond le da a Thorin una sonrisa benévola: - El rey Thranduil no está tan versado en el arte de la curación como yo, Rey Thorin. Podré acelerar la curación de Haraldur, si no logró curarlo todo junto -

Thorin hace una leve reverencia hacia los Elfos, dándoles permiso para echar un vistazo a Haraldur. Lord Glorfindel se acerca a Haraldur y lo levanta suavemente en sus brazos.

- Ven pequeño, déjanos llevarte a tu habitación donde te puedas acostar más cómodamente -

Tauriel les muestra el camino a la habitación de Haraldur y los dos Elfos la siguen junto con Thorin y Balin. Lord Elrond cuidadosamente desenvuelve las costillas de Haraldur y comienza a sentir a lo largo de sus costados. Su ceño se frunce mientras continúa su examen. Una vez que termina, mira a un ansioso Rey bajo la montaña.

- ¿Puedes ayudarlo? -

- Afortunadamente, los descansos están limpios y no sobresalen, por lo que no hay riesgo de que ninguno de sus órganos se pinche. Puede llevarme varias horas curarlo, pero estoy seguro de que mi magia élfica puede curar a Haraldur por completo -

Haraldur estuvo a punto de aplaudir, pero se contuvo en el último minuto y se mantuvo completamente quieto. De repente se le ocurrió una idea y jadeó, todos los adultos estaban inmediatamente a su lado.

- ¿Qué pasa Pequeños? ¿Hay algo mal? - Glorfindel pregunta.

- No, no, me preguntaba si va a doler - Haraldur les dice.

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