Capitulo 2

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ADELINE POV.
-Buenas noches chicas- dijo Rose.
Ya estábamos en la cama, todos se habían ido a sus cuartos. En el nuestro estábamos todas las chicas. Procuré tratar de dormirme pero me era imposible. Pasaron un par de minutos y escuche un ruido proveniente por debajo de las sabanas de Price.

 -¿Price?- pregunté en un susurró.

 -Cállense y déjenme dormir, taradas- nos dijo Maya. Ella tan sutil como siempre...
Priscilla seguía debajo de la cama.

 -¡Priscilla!- susurre tan fuerte que todos me escucharon.

 -¿Qué?- respondió ella.

 -Que se callen- refunfuño Lily.

 -¡Shhh!- soltó Victorie.

 -¡Basta!- nos dijo Malía.

 -¡¡Por Merlín, cállense todas ustedes!!- gritó Lucy.

 -¡Shhhh ya paren!- le siguió Molly.

 -¿Qué diablos es ese ruido?- preguntó Rose.

 -¿Quieren?- Priscilla salió por debajo de sus sabanas y nos apunto con un panqueque.

 -¡No!- gritaron todas.

 -Déjenme en paz- gruño una somnolienta Victorie y se tapo la cabeza con la almohada.

 
-Dame eso- me levanté y le saque el panqueque a mi hermana. Me acerque a la ventana y lo arrojé.

 -Era mi puta comida, ¡Maldita!- se quejó.

 -¿Pueden parar?- grito Lily seguido por más palabras.

 -¡Shh!.

-¡Basta pedazo de inútiles!.

 -Déjenme dormir. 

-¡Adeline, tengo hambre! Alguien que me acompañe a la cocina.

 -Bien.

 Me levanté al igual que Victorie, Lucy y Maya. Todas estábamos en pijama, mejor dicho... un pantalón y remera. En mi caso llevaba un short azul y una remera blanca.

 -¿A dónde van?- dijo Molly.

 -A la cocina para que ésta se calle- respondí apuntando a Priscilla.

 -Yo voy- se apuntó Malía.

 -No me dejen fuera de esto- contestó Rose.

 -También yo- Lily se levantó.

 -Bien, iré- completó Molly.

 Comenzamos a bajar la escalera con una vela, ya que la oscuridad sucumbía la casa. Bajamos lo más lento posible para no despertar a nadie. En la parte trasera estaban Molly, Lily, Victorie; en el medio estaban Rose, Lucy, Malía, Maya y Priscilla. Yo como toda una valiente, fui en la delantera con la vela encendida.

 Pronto se escucharon otros ruidos y un par de "Shhh" de las chicas. Seguimos bajando y de la nada nos encontramos con los chicos. Muertos del susto comenzamos a gritar y la vela se cayó, dejándonos a oscuras.

 -¡Ahhh!- ¿Acaso fue Fred?

 -Shh, ¡Cállense idiotas!- Teddy seguramente.

 -¡Pánico, tengo pánico!- reí, ¡Ese era James!

Sentí que algo me tocó el trasero.

 -¿De quién es esa mano?- chillé.- ah es mía.

19 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora