Capitulo 1

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JAMES POV.

-James- llamó mi madre- James...- volvió a llamar dado a que yo no le contestaba- ¡James Potter!- grito aún más fuerte.

-Ya voy mamá- respondí y comencé a bajar las escaleras junto con mis maletas.

Nos iríamos a la casa de nuestros abuelos. Papá dijo que nos haría bien pasar unos días con ellos, también irían los tíos Hermione y Ron, al igual que mis primos Rose y Hugo. Todos los Weasleys estarían ahí, menos el tío Charlie que está en Rumania con los dragones. Cuando llegue con mis hermanos Albus estaba eufórico por ir, Lily algo nerviosa. Iríamos con polvos flu y para ella era su primera vez. Mi madre hizo un movimiento con su varita y nuestro equipaje desapareció.

-Harry, ve tu primero- dijo mi madre.

Mi padre asintió tomando sus polvos flu y entrando en la chimenea.

-La madriguera- dijo y arrojó los polvos.

Luego, mi padre había desaparecido entre las llamas verdes.

-Albus- siguió mi madre. Acto seguido mi hermano desapareció al igual que mi padre.

-Vayan ustedes, las alcanzo último- dije antes que mi madre hablara.

Ella asintió y se metió en la chimenea con Lily, arrojo los polvos y se fueron. Bufé y los imité. Poco después llegue a la madriguera todo lleno de carbón.

-James, cielo que bueno verte- sonrió mi abuela Molly.

-Hola abuela.

Molly alzó su varita y me dejó limpio.

-Mucho mejor.

Paso un rato en saludar a todos los Weasleys hasta que mi tío Ron me dijo:

-Los llamaré para que bajen- se acercó a las escaleras- ¡Chicos, vengan a saludar!

Fred, el hijo de George y Angelina, fue el que bajó primero de la escalera y saltó sobre mi para abrazarme. Detrás de el bajaron Victorie, Dominique, Louis y Hugo. Nos saludaron y nos dedicamos muchas sonrisas. Después bajaron Rose, Molly, Lucy, un par de gemelos y tres chicas.

Una de ellas era rubia, bajita y con unos ojos chocolates. La otra también era rubia pero con ojos azules perlados, era mucho más pequeña y era notoriamente tímida. La tercera era completamente diferente de los pies a la cabeza. Era pelirroja, con unos ojos esmeraldas, bajita, con una sonrisa deslumbrante y lucía sociable.

Mientras tanto, los gemelos eran altos, de cabello azabache, ojos verdes como el mar y parecían muy pasados de azúcar.

-Hola- salude.

-¡Hola!- respondieron al unísono.

-Bueno, yo soy Travis- se presentó uno de los gemelos, mientras hacía una pose.

-Y yo Cory- dijo el otro- estas chicas que ves aquí son nuestras hermanas.

-¿Son cinco en la familia?- pregunté. Ellos soltaron carcajadas.

-No neandertal, somos catorce en total- respondió la pelirroja. Me asombre ante la respuesta ¿Catorce? Esa si era una familia grande.

-Me llamo Maya- saludo la rubia de ojos chocolates.

-Yo Malía- dijo la otra.

-Mi nombre es Adeline- hablo la pelirroja con mucha delicadeza.

-Eh... ¿No querrás decir pitufina?- se burló Travis.

-¡Cállate, tarado!- le gritó.

Les miré inexpresivo.

-No comprendí.

19 años despuésDonde viven las historias. Descúbrelo ahora