Cap 8

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Jamás volveré a odiar la clase de biología, de ahora en adelante será mi favorita.
Pasar toda la tarde con Kiernan fue demasiado divertido nos reímos de todo, le avanzamos un poco al trabajo creo que nos volveremos a reunir.

Quedamos de vernos en una cafetería para terminar, espero y llegue.

–Hola. –Me dijo cuando estaba frente a la mesa donde yo estaba sentado.

–Hola. –Salude.

–Ayer fue divertido...

–Lo sé... Pedí unos batidos, espero no te moleste.

–No para nada, gracias.

–¿Y bien en que nos quedamos ayer?

–Pues en algunas teorías. Traje libros, espero nos sirvan.

–Imagino que si.

Mientras buscábamos información en los libros, nuestras manos chocaron, y fue como esas típicas escenas cliché de películas cuando después de eso los actores se voltean a ver a los ojos,  bueno eso mismo pasó, fue un lindo momento me perdí en su mirada y no encontraba la forma de regresar a la realidad hasta que la camarera trajo nuestros batidos.

–Gracias. –Dijimos Kiernan y yo al unísono para después sonreír. Comenzaba a ver algo de química entre nosotros.

Esto de pasar tiempo con ella me ayudaba demasiado, así podré conquistarla, me gusta esa idea.

Los días fueron pasando y decidí regalarle una rosa color amarilla porque la roja significa otra cosa y vamos tan bien como apresurar todo de repente.
Me acerqué a su casillero.

–Hola. –Dije detrás de la pequeña puerta, qué ella cerro al instante al oír mi voz, y me vio.

–Hola Ross.

–Solo... –Me puse nervioso. –Iba pasando por ahí y me encontré con ésto. –Le mostré la rosa. –Pensé que te gustaría.

–Gracias... –Me sonrió y se sonrojo un poco.

–No es nada. –Rasqué mi nuca.

Caminamos hacia el salón ella aún con la rosa en la mano, la acercó a su nariz.

–Su aroma es perfecto, de verdad gracias.

–De nada...

Las clases comenzaron hoy era el día en que entregaríamos el proyecto de biología, de verdad tenía que agradecerle a la profesora por ponerme con ella, es broma obvio no haría eso.
La profesora se llevó los trabajos y en la tarde pego una lista con nuestras calificaciones.

Kiernan y yo nos acercamos con un poco de temor a buscar nuestros nombres. Para nuestra sorpresa habíamos sacado una muy buena nota A era la más alta y lo logramos. La emoción me gano así que la tomé de la cintura y la cargué ella se dejó como si fuera una niña pequeña.

–Esto se merece una celebración. –Dije con una sonrisa de oreja a oreja.

–¿Podemos tomar unos tragos si quieres?

–¿Es ilegal no? Somos menores de edad.

–Pasas por mí a mi casa a las 8:00 PM, de la bebida yo me encargo.

–Ok. –Eso fue algo muy extraño de su parte pero obedecería.

Llegadas las 8:00 PM ya estaba en la puerta de su casa, apenas llegué y parecía que ella me espiaba porque inmediatamente salió por aquella puerta de madera.

–¿Listo? –Dijo mientras entraba al auto.

–¿Para?

–Pues para saborear el más delicioso whiskey de tu vida.

–Pensé que bromeabas, con lo de la bebida.

–Deberías conocerme.

–Te conozco.

–Para que veas que no bromeo, mira lo que traigo en mi bolso. –Vi en su interior y era cierto traía una botella y dos pequeños vasos.

–Entonces es cierto...

–Arranca este auto, iremos a un lugar.

–Ok. –Después de 20 minutos de conducir, llegamos a un tipo parque.

–¿Es un buen lugar no? –Dijo mientras bajabamos del auto.

–Es perfecto. –Se podía apreciar las luces de la ciudad por completo.

–Descubrí este lugar un día cuando estaba furiosa por problemas de mis padres.

–No debiste estar furiosa eran problemas de ellos. –Encogí mis hombros.

–Es estúpido, como los adultos se pelean por cosas insignificantes. De verdad no quiero crecer.

–No importa si creces físicamente, lo importante es que no crezcas mentalmente como ellos.

–Tienes razón, así que brindemos por eso. Siempre seremos inmaduros y estúpidos. –Sirvió los vasos con un poco de whiskey. Tomamos un trago.

–De verdad es delicioso... –Dije saboreando el trago.

–Te lo dije, no soy borracha pero se de buenas bebidas.

–Este whiskey de verdad sabe bueno. –Seguimos tomando.

Llevábamos varios tragos, perdí la cuenta después de 4, no podíamos mantener ya el equilibrio, estaba todo muy oscuro y nos reíamos por cualquier cosa. Estábamos realmente ebrios.

–Ross... Me siento, muy...pero muy borracha. Por favor no me lleves a casa. Mis papás me mataran. –Dijo mientras estábamos sentados en el césped y recargaba su cabeza contra mi hombro.

–No te llevaré linda. –Le dejé un corto beso en la cabeza.

–Me gusta que me digas así.

–Jamás te lo había dicho.

–Ahora dime así, por favor. –Volteó a verme.

–Lo haré. –Susurre, nuestros alientos a alcohol comenzaron a mezclarse, ella se iba acercando poco a poco a mis labios, yo hice lo mismo y en un parpadeo ya nos estábamos besando.
Ahora sí, la pregunta había sido respondida, sus labios sabían jodidamente más que bien. Ella se separó lentamente.

–Creo que tus sentimientos comienzan a ser correspondidos Ross Lynch. –Me dejo otro corto beso en los labios, y después volvió a recargarse en mi hombro.

Después de un tiempo de estar así subimos al auto y nos quedamos dormidos en los asientos delanteros con nuestras manos entrelazadas.
Mañana no hay clases ya que es sábado, pero mis papás me van a matar por no llegar a dormir a casa.

Todo por ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora