Cap 26

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Epílogo

FLASHBACK

–¿Quién eres?–Preguntó seria y extrañada.

–Soy Ross... Ross Lynch. –Mostré una sonrisa aunque estaba roto porque no me había reconocido.

–¿Ross Lynch?

–Soy...tú novio.

–¿Y Jason?

–Él y tú terminaron hace más de un año.

–Lo entiendo. ¿Tú y yo?

–Llegaste a Los Angeles, entraste a la misma preparatoria que yo, nos hicimos amigos, luego novios.

–¿Porque termino Jason conmigo?

–Obtuvo lo que quería y te dejo.

–¿Ya no soy virgen? –Susurro, en mis adentros yo solo reía.

–Lamento decirte que no.

–¿Nosotros dos ya lo hicimos?

–Si. –Me sonroje, los recuerdos volvían a mi mente.

–¿Estuve bien?

–Estuviste perfecta.

–¿Me amas?

–Como no te imaginas linda.

–¿Asi que tú eres el que me decía linda?

–Si.

–¿Yo te amo?

–No tengo respuesta pero ¿me amas?

–Eso es trampa, si me entregué a ti supongo que demasiado.

–Eso me alivia.

–Te amo Ross Lynch.

–Yo también te amo Kiernan.

FIN DE FLASHBACK

Tengo que admitir fue complicado que recuperará la memoria, pero lo logró.

Cómo no asistimos al baile de graduación le hice una sorpresa; la estabilidad que tuvimos alguna día la habíamos recuperado.
Luego de esta noche nos iríamos a San Francisco, no quisimos ir a otro estado porque vendríamos a ver a nuestros padres, la universidad sería en línea y conseguiríamos empleos, ella tenía que presentar algunos exámenes para que pudiera obtener el certificado de preparatoria. Todo ya está planeado.

Escucho que alguien toca el timbre.

–Hola linda.

–Hola amor.

–Te ves bellísima con este vestido  crema.

–Tu también te ves guapo con este traje.

–Vamos. –Tome su mano. El baile de dos es en el ático y mis padres no estarían en casa. Tuvimos que decirles nuestros planes, ellos con gusto aceptaron al igual que los señores Shipka.

Subimos al ático y puse algo de música lenta para bailar, todo estaba decorado y había bocadillos y ponche tal y como lo harían en un baile escolar.

–¿Me permitiría esta pieza? –Dije tomándola de la cintura.

–Seria un placer. –Recargo su cabeza en mi pecho y dábamos cortos pasos al ritmo de la música.

Después de quedarnos así por mucho tiempo nos sentamos en los cojines que había puesto en el suelo y bebimos ponche y comimos galletas.

–¿Lista? –Pregunte.

–No sin antes... –Comenzó a bajar el cierre de su vestido.
Me acerqué a ella y la besé. Las caricias y los besos fueron lentos, quedamos sin ropa, su cuerpo lucía como la última vez que lo hicimos, como lo recordaba, su piel tan suave y olía delicioso.
Todo fue diferente era más lindo, cariñoso, esto era hacer el amor.

Esta noche significó mucho, estar con ella... Era... no hay palabras para describir lo que siento.

_________/_____

Y como lo habíamos planeado nos mudamos a San Francisco, no podía pedir más que estar con ella.

Cómo lo imaginé nuestra espaciosa sala era el lugar perfecto para compartir con ella.
Llena de palomitas y bombones asados.

Sus brazos rodeando mi cuello, sus labios contra los mios, mis manos tomando su cintura. No podía pedir nada más, esto era perfecto.




Todo por ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora