Cap 14

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Por fin había llegado el fin de semana, el proyecto que tenía que entregar con Kiernan ya estaba terminado, así que teníamos fin de semana libre.

Mis papás viajaron a Littleton Colorado a visitar a los abuelos, yo no quise ir, les dije a mis padres que tenía que estudiar para los exámenes y me dejaron con la condición de no armar ninguna fiesta en la casa. Más nunca me prohibieron ir a una.

La fiesta es en alguna casa de los amigos de Logan el chico popular mañana por la noche, le diré a Kiernan si quiere ir.

Llamada saliente Kiernan♥️👑

–¿Amor?

–Hola Ross.

–¿Iremos mañana a la fiesta de los amigos de Logan?

–Si, si quieres.

–Bien pasó por ti.

–Ok, oye...

–¿Todo bien?

–Te amo Ross Lynch.

–Te amo también Kiernan Shipka.

–Hasta mañana...

–Bye linda.

Llamada finalizada

Decidí dormir, no había otra cosa que hacer, mis padres se fueron de casa. Recuerdo que hubo una ocasión que también se fueron sin mí y ese día hice una pijamada con Gavin, extraño los malos chistes de ese idiota; pero no importa las cosas no están tan tensas.

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Con demasiada flojera abrí los ojos, porque el sol ya entraba por la ventana, miró el reloj y son las 10:30 AM tengo muchas cosas que hacer, por ejemplo acomodar mi habitación, tenía que verse desente es un asco.

Ordene pizza por la tarde y tenía que darme una ducha para ir a casa de Kiernan.
Me visto como siempre con el mismo atuendo sudadera, jeans y converse.
Estacionó el auto frente a su casa y ella sale por la puerta.

–Hola cariño. –Dice y me besa.

–Hola, ¿Qué pasa?

–Pues ya sabes, mis papás no están, me dejaron con mi prima Annie que por poco no me deja ir a la fiesta, quería conocer a mi novio antes, puede que seas una mala influencia, al menos eso es lo que piensa.

–No sabía que tus padres no estaban. Vaya, parece que estamos huérfanos.

–¿Por qué lo dices?

–Mis papás fueron a Colorado a visitar a los abuelos.

–Mis papás fueron a Chicago a arreglar unas cosas.

–¿Nos estamos fugando?

–Creo que si, mientras sea contigo.

–Linda. –La besé.

Después encendí el motor nos fuimos directo a la fiesta.
Llegamos y para que contar detalles, chicos ebrios, y la locura juvenil en su mayor clímax.

Kiernan y yo bailamos, tomamos algunos tragos y nos besamos como cualquier otra pareja.
Hasta que las cosas comenzaron a descontrolarse un poco.

–Ross...

–¿Qué pasa?

–Creo que...no quiero sonar como cualquier resbalosa, pero pensé en la sesión de besos de la última vez, lo que casi pasaba. Y...bueno ahora estoy lista quiero que pase... –Susurro en mi oído después de terminar con un beso.

–No quiero que te sientas presionada, si las cosas se van a dar que se den por si solas, no podemos forzar.

–¿Y si te digo...?

–¿Si? –La mire extrañado.

–Te quiero justo ahora sobre mí... –Recorrió con sus uñas mi pierna, haciendo que me estremeciera.

–Me sorprendes, pensé que eras una niña desente...

–Eres mi novio, no sé lo digo a cualquiera...soy desente.

–¿Vamos a alguna habitación de arriba?

–Preferiría que fuera en tu casa, dices que no hay nadie.

–¿Ya nos vamos?

–Pues... –Lamió sus labios y volvió a acariciar mi pierna, provocándome escalofríos.

–Esta bien, vámonos.

Subimos al auto, comencé a sentir calor y no sé si era porque mis hormonas ya estaban alborotadas o porque tenía demasiados nervios.

Iba conduciendo hacia casa y en un alto recordé que...

–¡MIERDA! –Grité.

–¿Qué pasa? –Me miró preocupada.

–No tengo preservativos.

–Perdón que lo pregunté ahora pero...¿eres virgen?

–No, pero tiene mucho tiempo que no pasa algo de esta magnitud... –Me sentí apenado con ella y baje la cabeza.

–Oye... –Puso sus manos en mis mejillas. –No te pongas así, si te lo pregunté no es para avergonzarte, eres mi novio y confío en ti, ya también tengo mucho tiempo que no me pasa algo así, pero los dos aprenderemos del otro, recuerda no tendremos solo sexo, nosotros haremos el amor, las dos cosas son demasiado distintas, sexo puedes hacerlo con cualquiera; pero nosotros nos amamos y si estamos decidiendo entregarnos en cuerpo y alma, lo hace más especial aunque no sepamos nada...

–Te amo linda. –La besé.

–Por los preservativos no te preocupes, yo traigo.

–Cada vez me sorprendes más linda. –Le dediqué una mirada pícara.


Todo por ellaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora