El mito del Subspace!

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Mitos y leyendas del BDSM…. Ya he perdido la cuenta.
La mistificación y romanticismo del subspace! Sí! Aunque no lo crean, hoy dejamos de lado los ligues, las escuelas y qué vamos a hacer? Vamos a hablar de algo serio! Aunque no sé si de forma seria…
Ya saben todos esa mala costumbre mía de ser un ratoncito de biblioteca. Y hoy no será la excepción.
Desde hace un tiempo vengo leyendo, incluso de gente que se autodenominan médicos o ligados a la medicina eso de VAMOS TODOS AL SUBSPACE!
Y me resulta curioso, como la información de degenera, se transforma y evoluciona hasta que todo el mundo lo cree sin pestañear. Y ojo, no creamos que esto es cosa solo de españoles, qué va! Incluso ayer, hablando con una amiga me pasaba un texto de alguien de Estados Unidos dónde leía lo mismo que por aquí. He de reconocer que eso me ha traído mucha tranquilidad. Si. Ahí entendí que no era que nosotros éramos tontos sino que somos muchos mas!
Pero bueno…. Resulta (y al final del post os dejaré de dónde he sacado la información para que podáis contrastarla) que hay gente muy inteligente y que encima le gusta el BDSM! Y no solo eso, sino que para más INRI, comparten la información con nosotros, los humildes jugadores del día a día.
Así que hay vamos. Sentaos en vuestros asientos. Sacad la libreta y por favor, nada de tirar cosas a la profesora que se encuentra en la pizarra. Y si hacéis novillos… me voy a enterar….
Vamos a ello entonces.
Cuándo leemos sobre el subspace, lo que leemos, normalmente, es la descripción de un estado de trance donde el sumiso llegó a ese punto de paz y desconexión en una sesión y que suele ser la consecuencia de los juegos bedesemeros sumados a un orgasmo.
Y eso! Justamente eso… no es el subspace. Lo siento, ya sabéis de mi afición por ser rancia. Por pincharos el globo y mandar a la parla las habladurías romanticonas. Y no es que no me guste el romanticismo, sino que me gusta más llamar a las cosas por su nombre y vivir el romanticismo donde tiene cabida y las fantasías las dejo para Disney.
Así que vamos allá con nuestra información y comencemos!.
La diferencia entre un orgasmo y el subspace es química y a la vez excluyente. Sip, lo siento, aquí si hay corrida no hay viaje. Toca quedarse con los pies sobre la tierra y disfrutar de un orgasmo de la ostia, pero nada de subspace para los/as traviesos/as.
Pero, como hacemos siempre, vamos a por las explicaciones de la mano de nuestro Google amigo (el Chrome, porfi, que es el que traduce del inglés o el alemán que sino una servidora no se entera)
Primero, me gustaría aclarar que aquí los hombres traen ventaja o no, dependiendo de cómo se mire. La química de los hombres hace que el ingreso y salida del subspace sea más corto y por ende con menos riesgos. Pues el hombre, al eyacular, que eso no implica un orgasmo en sí mismo, aunque produzca satisfacción, corta un poco con la química del cuerpo y por ende con las consecuencias del subspace.
Pero qué pasa en las mujeres? Que somos complicadas y jodidas hasta para eso! Al final, si hasta traemos diversión a todo Dios con nuestras complejidades. Si cuando Él creó el mundo dijo… va! Este se va a aburrir… uy! Mira que mona! Y da un poco la lata no? Venga, toda tuya guapetón! Y ya verás con el tiempo cómo te diviertes.
Si. La expresión, se ha quitado un peso de encima, os juro que es creación divina!
Pero al lío, que me voy por las ramas.
Normalmente, al comenzar una sesión el cuerpo genera adrenalina. Si, esa misma que en casos de riesgo nos hace reaccionar, incluso sin ser conscientes de ello hasta segundos más tarde, pues esa . Resulta que la niña va por libre y dice… mmm expectativas, juegos, riesgos…. Allá voy ! Y comienza a liberarse sin ser el cerebro consciente de ello. Es algo así como, vi luz y subí… y ya que estamos todos juntos… a liarla se ha dicho!
Aquí cabe informar, que la adrenalina en sí, también es una droga casera que genera nuestro cuerpo y que puede crear adicción. Así que cuidado con la niña, por que digamos que… a nuestro cuerpo le van las travesuras….
Pero volviendo al tema…. Cuando el cerebro registra que toda esa adrenalina no es necesaria por un riesgo inminente qué hace? Pues aquí nada de tirar las cosas. Aquí como la abuela, en un tuper y vamos a aprovecharla!
Así que nuestro cuerpo genera la adrenalina, le da uso, pero en medio de todo eso, estando en una sesión con juegos bedesemeros y resulta que hay algo de dolor en juego…
Y ahí comienza la parte complicada. El subspace es algo que en sus bases, es de un progreso paulatino y por fases, pero hay un punto en el que la cosa se desmadra y no hay vuelta atrás. Es… supongamos que tenemos una presa. Ella recibe agua. Pero, si se llena de más, hay un punto en que se desborda y se rompe. Pues algo así le pasa al cuerpo humano.
El cuerpo humano necesita de aproximadamente unos veinte o treinta minutos para comenzar a generar endorfinas. (Hay dos grupos y un montón de especificaciones técnicas, que si las queréis y os interesan, lo leéis luego en el enlace del final)
Estás amiguitas resulta que son familia cercana de la morfina. Pero ojo! Familiar es una cosa y ser hermanas otra.
Pero volviendo… en este punto el cuerpo, y aclaramos que no todos son iguales aunque su proceso hormonal es el que es, está en una disyuntiva. Aquí tiene que tomar una decisión.
O nos corremos y tenemos un orgasmo de la ostia, con ese trance de paz y sosiego…
O nos vamos al subspace. Ahí, lo siento, seré aguafiestas, pero la Petit Morte, como lo llaman algunos, sería la madrina de la adrenalina y las endorfinas la ahijada del subspace.
Así que sacamos en concreto lo que genera la adrenalina. Ahora vamos a por nuestras amigas las endorfinas.
En una sesión, como decíamos anteriormente, el cuerpo llega a un punto en que tiene que tomar una decisión. Adrenalina o endorfinas.
Supongamos que elije endorfinas. Estás niñas traviesas, trabajan en pareja. Y resulta que una va al cortex cerebral y otra al cerebro. Y entre ambas le dicen…venga! Prueba un poquito! Ya verás cómo te va a gustar! Y el cerebro, que en ese momento registra el dolor y el placer y se encuentra en ese punto en que… venga! Esto me gusta! Y venga ya! Eso duele joder! Dice… jo! Pero solo una vez! Y la hemos cagado!
En ese punto, los científicos y gente que sabe, lo compara con un viaje de LSD. Así de grave puede llegar a ser. Por que en ese momento el trance no está inducido por el placer y la adrenalina sino por las endorfinas. Y ahí sí que puedes desconectar, viajar, alucinar, etc.. en ese punto tú no eres apta para tomar absolutamente ninguna decisión. Y el viaje no es cuestión de un ratito, algo de after care, unos mimos y fuera. Qué va! Puede durar días incluso llegar a la hospitalización. Pues desde que tu estado es el de una persona drogada, puedes alucinar y llegar desde estar en estado de fascinación, como el conejo que ve los faros del auto acercarse y no reacciona ante el peligro a el punto de verte en una sesión y no reconocer la situación y auto lesionarte por querer escapar de algo que tu cerebro no procesa como seguro y consensuado.
Así que… eso de VAMOS TODOS AL SUBSPACE, es algo peligroso y delicado. Es algo que en el momento que se llega y el cuerpo comienza a desconectar, el Dominante tiene que parar la sesión, aunque nos joda. Y eso no nos libra del mal trago, pero si de un chute más grande. Y el pobre Dominante, no siempre es consciente de ese proceso químico y hormonal. Que el ser Dominante no lo hace Dios, aunque lo  adoremos.
Así que Señoras, Señores y señoritas/os… no seáis rebaño. Y si formáis parte pediros ser la oveja negra. La que piensa. La que busca y pregunta, la que indaga y cuestiona y de paso aprende.
Y nada es mejor qué… que un viaje con un orgasmo es la leche. Y sí, puede ser adictivo, pero de algo hay que morir, así que elijamos no solo el menor de los males, sino el más divertido!

Shadow Mind

(Artículo adaptado de Hans Meijer, director de la fundación POWERotics. La página original ha desaparecido, pero ahora tiene la de The Garden, donde se puede hacer consultas por mail, etc, y están subiendo algunos de los artículos que tenían publicados.)

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