Exotic | Eruri

Prólogo

¿Quién dijo que ir a un bar era una pérdida de tiempo?, la cerveza acompañada de mujeres hermosas que siempre están regalando elogios por donde sea e incluso si tienes suerte una sesión privada es lo mejor que puede haber después de un largo día...

¡Omite eso! ¿Sesión privada? ¿Mujeres? ¿Eso es un bar? ¡No señor, claro que no! ¿Quién llama a eso bar?

El lugar del que hablamos en esta historia es un lugar que puede servir desde la bebida más cara, hasta la más económica para el disfrute de los clientes. Si, se admite. Tiene uno que otro espectáculo ocasional para el entretenimiento de algunos, pero en sus años de estar abierto nunca se ha dado ninguna de las falacias que arriba se mencionan ¡nunca! ¿Quieres hacer ejercicio vigoroso? ¡Pues anda y ve a un lugar que sea para eso! En este lugar si llegas a pedir eso te sacarán de patadas a la calle y te prohibirán entrar de nuevo. Así que mejor cuide sus modales y siga bebiendo.

Como se menciona, hay ciertos espectáculos ocasionales que no suelen tener horario y se dan de forma espontánea. La misma regla aplica para quien da el espectáculo: solo se puede ver pero no tocar, nada de pedir un privado o te botarán a la calle.

Cuando se habla de estos entretenimientos solo hay una persona que los hace. Un cantante sin nombre. Él era de una belleza sumamente rara y por lógica atrayente, pero solo podías verle ahí en el escenario pequeño cantando con sensualidad, con una voz suave y relajante que sin duda alguna era de las mejores seducciones del universo entero. Pero solo podías mirarlo y para variar no dejaba ver totalmente su rostro ya que lo cubría con varias cosas según la temática del día aunque por lo general siempre era una máscara negra o blanca.

Para el caballero, Erwin Smith, pisar aquel bar fue entrar en otro mundo y sobre todo el mirarlo y escucharlo lo dejó sin habla. Porque ese chico era exótico. Y como todo lo desconocido y raro tiene dos reacciones para el ser humano,la primera es temerle, la segunda es que te dé curiosidad. Para el rubio, fue la segunda.