Capítulo 1

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Un auto de color rojo intenso se estacionó fuera de aquel bar que con un letrero llamativo se hacía notar, sí sé es honesto, es un nombre atrayente.

— ¿En serio, Mike? ¿Un prostíbulo? — un rubio de ojos azules estaba al borde del colapso. De todos los lugares para ir a una borrachera tenía que ser un prostíbulo atrayente pero que parecía de mala muerte para él; tenía malas experiencias en ese tipo de lugares y solo malas experiencias.

— No es un prostíbulo en sí – Mike recibió una mirada de su acompañante – Bueno, tiene espectáculos ocasionales lo admito, pero es un buen bar también ¿de acuerdo? — El rubio levantó sus cejas como preguntando con la mirada - vamos, Erwin, solo se vive una vez y de verdad necesitas un escape del trabajo ¿o qué? ¿Planeas seguir enterrado en una pila de papeles por el resto de tus buenos años?

— Sabes que no me gustan este tipo de lugares — Erwin estaba un poco molesto con su amigo por haberle llevado ahí sin decir nada al respecto. Mike sabía perfectamente su opinión y situación respecto a aquellos sitios.

— Aquí tienen música en vivo, como a ti te gusta y vaya que él canta bastante bien y no te preocupes, no hay gente pidiendo un privado por ahí así que olvídate de la incomodidad... Anda Erwin ¿puedes olvidar aquellas situaciones y disfrutar una velada con tu buen amigo por esta vez? ¿Puedes?— la palabra "él" llamó la atención de Erwin quién sin dudarlo mucho ya estaba fuera del automóvil caminando a la entrada del local y cuando entró fue como estar en otra dimensión.

Las luces tenues que eran propias de los bares se hacían resaltar en la barra, las otras eran de colores rosados y púrpuras, las bellas damas y hombres guapos también se hacían notar y el pequeño escenario que solo tenía un reflector en el centro era sumamente perfecto.

— Bienvenidos a El fruto del pecado espero que su estancia aquí sea de su agrado y sobre todo diviértanse — una chica pelirroja de ojos verdes se acercó a los hombres — Hay una mesa libre al fondo, el espectáculo está a punto de comenzar por favor pónganse cómodos, en un momento se les hará llegar la carta — dijo con una sonrisa conduciendo a los clientes a la mesa y luego desapareciendo

Cuando Erwin y Mike estuvieron sentados en aquella mesa redonda bien limpia que hasta brillaba pudieron hablar tranquilos mientras bebían una copa de vino tinto mientras esperaban el dichoso espectáculo.

— Te dije que este no era un prostíbulo, ¿ya se siente mejor, señor presidente?— Mike bebió de su copa con una sonrisa triunfal

— Si me equivoqué, por cierto ¿qué clase de espectáculo presentan aquí?— el rubio solo preguntó lo que de verdad le interesaba. Sin cosas innecesarias

— Te dije que es música en vivo, no te preocupes, espero que sea él quien cante hoy para que vengas más seguido — el tono burlón en el que lo dijo hizo sonreír a su amigo

— ¿Qué te hace pensar que vendré aquí más seguido solo por que canten en vivo?— se reía Erwin de las ideas locas de Mike que a decir verdad tenían algo de razón, eran amigos después de todo y Erwin no podía engañar completamente a Mike

— Querido presidente, muy pronto te comerás tus palabras, estoy seguro de eso y cuando eso pase, tendrás que aumentarme el sueldo — Mike dio otro trago a su vino y las quejas de Erwin se tuvieron que quedar en lo más hondo de donde iban a salir, así es, en su boca, ya que cuando la había abierto para debatir una voz lo suficientemente atractiva lo hizo callarse y mirar en dirección al escenario.

Fue ahí cuando lo vio, vio a aquel muchacho de belleza exótica sobre el escenario, usando una máscara negra, pantalones muy ajustados del mismo color y una camisa blanca bastante transparente que no dejaba nada de ese torso a la imaginación.

Un vago pensamiento salió de la nublada mente del rubio: ¿Qué carajo?

— Bienvenidos a El fruto del pecado — dijo el hombre desconocido sosteniendo el micrófono color plata que tenía delante sonriendo de forma misteriosa y carismática. Se notaba que tenía experiencia en su trabajo y era bueno ello

— Que suerte tienes, es él — murmuró Mike quién ya había terminado su vino con una sonrisa difusa que Erwin no pudo notar, ya que su mirada estaba clavada de forma intensa y curiosa en el hombre. Así que, solo asintió a las palabras sin darles tantas vueltas.

Oh, wo, oh... Oh baby come on. Qué molesto la verdad es tan deprimente, todos los días la frustración me marea. Esa expresión, esa mirada, esa sonrisa son molestas. Ah, como las odio. — una mirada fugaz a la mesa del rubio se hizo presente por parte de el chico— ¿Destino?, ¿Deseo?, no importa en realidad. Ya dejé de hacerme ilusiones...

Para Erwin, quién era parte del público que estaba encantado de escuchar a ese joven, cada expresión que este hacía, mirada o palabras que cantase eran como tocar el mismo cielo, parecía un precoz a estas alturas. Y como para no hacerlo, todo en ese chico era sumamente atractivo.

¿Lujuria?, ¿Celos?, no importa en realidad yo no quiero convertirme en ese chico ya lo comprendí, por eso ¡No me mires de esa manera! — y la mesa del rubio fue señalada por el cantante con sus ojos y es que, Erwin no se estaba dando cuenta de la forma en la que estaba mirándolo todo lo que llevaba la canción ¡parecía que se lo comía!

— Fuera pensamientos impuros — se burló Mike de su amigo golpeándolo en la cabeza. Esa sonrisa difusa había sido reemplazada por una de burla completa.

— Recuerda que puedo descontarte el sueldo — susurró Erwin

— Límpiate la baba, amigo, de verdad hazle un favor a tu persona — más y más burlas hacían que Erwin se sonrojarse tenuemente, pero el dilema era de si era por la vergüenza o porque el vino era fuerte.

— Creo que es de lo mejor que he visto en mi vida — dijo sin pensar el rubio

— Y solo lo verás aquí, ¿sabes Erwin?, aquí hay unas reglas con él y con todo el personal en sí — Mike señaló al cantante el cual seguía en lo suyo ganándose aún más vítores del público — Ese que está ahí y los que te llevan la carta y bebidas, no se pueden tocar, tampoco se puede hacer conversación y no te aceptan un trago de cortesía ¿correcto?, te lo digo porque tienes cara de querer ir y... —

— Espera, espera... ¿Qué estás diciendo? ¿Cara de qué?— Erwin se rio

— A mí no me engañas amigo, a mí no me engañas — Mike miró su copa vacía — ¡Otra por favor! — para pedir otra a la mesera rubia que pasaba por ahí

— No planeo conducir por ti, Mike — aclaró Erwin dejándose caer en la silla por completo

— Eres malo, muy malo — Mike estaba dramatizando para fastidiar aún más a su amigo y cuando ambos se dieron cuenta ya todo estaba normal y no había nadie en el escenario

— Rayos... — susurró el de ojos azules para sí mismo, se había perdido la mayoría del espectáculo solo por hacerle caso a las burlas de Mike

Aunque ¿quién sabe? él no podría decir que esa era la única vez que iría a ese lugar.

.

.

Detrás del escenario, el cantante se cambiaba la ropa por una más abrigadora mientras ponía una cara de querer mandar a todos al infierno.

Esa persona rubia de la mesa del fondo ¿qué le pasa?

Escalofríos, olvídalo. No quería tener otro acosador por ahí, gracias. Ahora implora a los cielos o al infierno de que nada extremo pase. Sigue con el trabajo que las cuentas no se cobran solas.

- Carajo - maldijo mientras se echaba un poco de agua fría en la cara 

Exotic | EruriDonde viven las historias. Descúbrelo ahora