Un auto de color rojo intenso se estacionó fuera de aquel bar que con un letrero llamativo se hacía notar, sí sé es honesto, es un nombre atrayente.
— ¿En serio, Mike? ¿Un prostíbulo? — un rubio de ojos azules estaba al borde del colapso. De todos los lugares para ir a una borrachera tenía que ser un prostíbulo atrayente pero que parecía de mala muerte para él; tenía malas experiencias en ese tipo de lugares y solo malas experiencias.
— No es un prostíbulo en sí – Mike recibió una mirada de su acompañante – Bueno, tiene espectáculos ocasionales lo admito, pero es un buen bar también ¿de acuerdo? — El rubio levantó sus cejas como preguntando con la mirada - vamos, Erwin, solo se vive una vez y de verdad necesitas un escape del trabajo ¿o qué? ¿Planeas seguir enterrado en una pila de papeles por el resto de tus buenos años?
— Sabes que no me gustan este tipo de lugares — Erwin estaba un poco molesto con su amigo por haberle llevado ahí sin decir nada al respecto. Mike sabía perfectamente su opinión y situación respecto a aquellos sitios.
— Aquí tienen música en vivo, como a ti te gusta y vaya que él canta bastante bien y no te preocupes, no hay gente pidiendo un privado por ahí así que olvídate de la incomodidad... Anda Erwin ¿puedes olvidar aquellas situaciones y disfrutar una velada con tu buen amigo por esta vez? ¿Puedes?— la palabra "él" llamó la atención de Erwin quién sin dudarlo mucho ya estaba fuera del automóvil caminando a la entrada del local y cuando entró fue como estar en otra dimensión.
Las luces tenues que eran propias de los bares se hacían resaltar en la barra, las otras eran de colores rosados y púrpuras, las bellas damas y hombres guapos también se hacían notar y el pequeño escenario que solo tenía un reflector en el centro era sumamente perfecto.
— Bienvenidos a El fruto del pecado espero que su estancia aquí sea de su agrado y sobre todo diviértanse — una chica pelirroja de ojos verdes se acercó a los hombres — Hay una mesa libre al fondo, el espectáculo está a punto de comenzar por favor pónganse cómodos, en un momento se les hará llegar la carta — dijo con una sonrisa conduciendo a los clientes a la mesa y luego desapareciendo
Cuando Erwin y Mike estuvieron sentados en aquella mesa redonda bien limpia que hasta brillaba pudieron hablar tranquilos mientras bebían una copa de vino tinto mientras esperaban el dichoso espectáculo.
— Te dije que este no era un prostíbulo, ¿ya se siente mejor, señor presidente?— Mike bebió de su copa con una sonrisa triunfal
— Si me equivoqué, por cierto ¿qué clase de espectáculo presentan aquí?— el rubio solo preguntó lo que de verdad le interesaba. Sin cosas innecesarias
— Te dije que es música en vivo, no te preocupes, espero que sea él quien cante hoy para que vengas más seguido — el tono burlón en el que lo dijo hizo sonreír a su amigo
— ¿Qué te hace pensar que vendré aquí más seguido solo por que canten en vivo?— se reía Erwin de las ideas locas de Mike que a decir verdad tenían algo de razón, eran amigos después de todo y Erwin no podía engañar completamente a Mike
— Querido presidente, muy pronto te comerás tus palabras, estoy seguro de eso y cuando eso pase, tendrás que aumentarme el sueldo — Mike dio otro trago a su vino y las quejas de Erwin se tuvieron que quedar en lo más hondo de donde iban a salir, así es, en su boca, ya que cuando la había abierto para debatir una voz lo suficientemente atractiva lo hizo callarse y mirar en dirección al escenario.
Fue ahí cuando lo vio, vio a aquel muchacho de belleza exótica sobre el escenario, usando una máscara negra, pantalones muy ajustados del mismo color y una camisa blanca bastante transparente que no dejaba nada de ese torso a la imaginación.
Un vago pensamiento salió de la nublada mente del rubio: ¿Qué carajo?
— Bienvenidos a El fruto del pecado — dijo el hombre desconocido sosteniendo el micrófono color plata que tenía delante sonriendo de forma misteriosa y carismática. Se notaba que tenía experiencia en su trabajo y era bueno ello
— Que suerte tienes, es él — murmuró Mike quién ya había terminado su vino con una sonrisa difusa que Erwin no pudo notar, ya que su mirada estaba clavada de forma intensa y curiosa en el hombre. Así que, solo asintió a las palabras sin darles tantas vueltas.
— Oh, wo, oh... Oh baby come on. Qué molesto la verdad es tan deprimente, todos los días la frustración me marea. Esa expresión, esa mirada, esa sonrisa son molestas. Ah, como las odio. — una mirada fugaz a la mesa del rubio se hizo presente por parte de el chico— ¿Destino?, ¿Deseo?, no importa en realidad. Ya dejé de hacerme ilusiones... —
Para Erwin, quién era parte del público que estaba encantado de escuchar a ese joven, cada expresión que este hacía, mirada o palabras que cantase eran como tocar el mismo cielo, parecía un precoz a estas alturas. Y como para no hacerlo, todo en ese chico era sumamente atractivo.
— ¿Lujuria?, ¿Celos?, no importa en realidad yo no quiero convertirme en ese chico ya lo comprendí, por eso ¡No me mires de esa manera! — y la mesa del rubio fue señalada por el cantante con sus ojos y es que, Erwin no se estaba dando cuenta de la forma en la que estaba mirándolo todo lo que llevaba la canción ¡parecía que se lo comía!
— Fuera pensamientos impuros — se burló Mike de su amigo golpeándolo en la cabeza. Esa sonrisa difusa había sido reemplazada por una de burla completa.
— Recuerda que puedo descontarte el sueldo — susurró Erwin
— Límpiate la baba, amigo, de verdad hazle un favor a tu persona — más y más burlas hacían que Erwin se sonrojarse tenuemente, pero el dilema era de si era por la vergüenza o porque el vino era fuerte.
— Creo que es de lo mejor que he visto en mi vida — dijo sin pensar el rubio
— Y solo lo verás aquí, ¿sabes Erwin?, aquí hay unas reglas con él y con todo el personal en sí — Mike señaló al cantante el cual seguía en lo suyo ganándose aún más vítores del público — Ese que está ahí y los que te llevan la carta y bebidas, no se pueden tocar, tampoco se puede hacer conversación y no te aceptan un trago de cortesía ¿correcto?, te lo digo porque tienes cara de querer ir y... —
— Espera, espera... ¿Qué estás diciendo? ¿Cara de qué?— Erwin se rio
— A mí no me engañas amigo, a mí no me engañas — Mike miró su copa vacía — ¡Otra por favor! — para pedir otra a la mesera rubia que pasaba por ahí
— No planeo conducir por ti, Mike — aclaró Erwin dejándose caer en la silla por completo
— Eres malo, muy malo — Mike estaba dramatizando para fastidiar aún más a su amigo y cuando ambos se dieron cuenta ya todo estaba normal y no había nadie en el escenario
— Rayos... — susurró el de ojos azules para sí mismo, se había perdido la mayoría del espectáculo solo por hacerle caso a las burlas de Mike
Aunque ¿quién sabe? él no podría decir que esa era la única vez que iría a ese lugar.
.
.
Detrás del escenario, el cantante se cambiaba la ropa por una más abrigadora mientras ponía una cara de querer mandar a todos al infierno.
Esa persona rubia de la mesa del fondo ¿qué le pasa?
Escalofríos, olvídalo. No quería tener otro acosador por ahí, gracias. Ahora implora a los cielos o al infierno de que nada extremo pase. Sigue con el trabajo que las cuentas no se cobran solas.
- Carajo - maldijo mientras se echaba un poco de agua fría en la cara
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Exotic | Eruri
FanficHay cosas inevitablemente bellas y desconocidas en esta vida, como por ejemplo... ese hombre. . [VER LAS ETIQUETAS ANTES DE LEER PARA EVITAR PELEAS SIN SENTIDO] •CAPÍTULOS CORREGIDOS DEL 1 AL 7 INCLUYENDO EL PRÓLOGO •SE REESCRIBEN TODOS LOS CAPÍT...