Seguía siendo lunes por la tarde, el caballero Smith estaba yendo hacia su auto, pues había terminado temprano sus labores e iba a ver si conseguía al modelo para el comercial. Como si lo hubiera llamado mentalmente, recibió un mensaje de esa persona, era corto y directo "ven a verme, te espero frente a la calle xxx". Pues bien, con una sonrisa, se metió en su auto y fue hasta esa calle, con el corazón latiendo a un kilómetro por segundo; quien iba a decir, que la persona que le envió el mensaje solo estaba buscando una excusa, y esa era, una caja de cartón con tres criaturas dentro.
Mientras esperaba frente a esa calle, vio a muchos autos pasar, también pensaba en qué decirle, era como un "solo quería verte" ¿era correcto decirlo de ese modo? Divagando entre la fantasía y la realidad, Levi no notó cuando un auto se paró frente a él. Cuando lo vio, un empresario rubio salió por la puerta del conductor.
¿Qué era esta escena? ¿Por qué las manos de Levi temblaron de repente? ¿Por qué cuando casi se cayó la caja, Erwin corrió para ayudarle con ella?
-¿Estás bien? – preguntó Erwin mientras tomaba la caja de cartón al tiempo que rozó ligeramente las delgadas manos de Levi
-Sí...- respondió Levi todavía aturdido sin comprender por qué le pasaba eso de la nada, era raro... de repente esa imagen del empresario saliendo de su auto cual protagonista de serie entró en su cabeza de nuevo, pero esta vez no sintió sus manos temblar, simplemente un ligero toque de rosa apareció en sus mejillas.
Erwin estaba complacido observando al más bajo, podría mirarlo todo el día y nunca se cansaría.
Los pensamientos del rubio y el azabache estaban cruzados como los cables de la luz, de un lado a otro sin saber por dónde se iba, pero llegando al mismo punto, y ese punto, se resumió en un: - Quería verte...- dijo el empresario con una sonrisa, sintiendo que estaba teniendo taquicardia.
Mientras uno pensaba en sí era bueno decir esas dos palabras, el otro las dijo directamente sin temerle a nada.
Después de una breve pausa en la que ambos se miraron fijamente, sintiendo todo su ser arder, Erwin le dijo a Levi que subiera al auto mientras el metía la caja en la cajuela a lo que el azabache reaccionó con rapidez y dejó en claro que la caja iría con ellos enfrente. Erwin se extrañó un poco y al ver su confusión, Levi abrió la caja mostrando a los tres animalitos dentro.
Con eso hecho, ambos subieron al auto en un silencio que si se viera, tendría colores rosas y violetas. ¿Por qué? Nadie lo sabe. Dígase que era por el amor apenas construido, por un pequeño deseo ferviente y además de un pequeño secreto que era el equivalente a una caja de pandora.
La radio sonaba a un volumen algo bajo, dando la oportunidad de tener una charla amena.
-¿Cómo se llaman? – preguntó Erwin con la vista fija en la carretera, se estaban acercando a un semáforo
-Todavía no les pongo nombre... ahora quiero llevarlos a revisar por si tienen algo roto o cosas así – respondió Levi mirando el semáforo que estaba en un rojo brillante
Este silencio, que era violeta, los hizo mirarse fijamente otra vez sin razón alguna. ¿Qué eran esos pozos azul claro tan calmados? ¿Por qué eran tan brillantes? Se preguntó un lado, mientras que el otro deseaba observar más, más y más, como si cada segundo no fuera suficiente para guardar esa imagen en su corazón que hacía años, no se daba esa oportunidad. El tiempo era poco y la distancia mucha entre ambos.
De rojo pasó a amarillo, a la vez que esa distancia se hizo menos, siendo poca, pero no inexistente, esas dos miradas se juntaron otra vez. Esas chispas, esa conexión... la distancia, seguía pareciendo mucha, aunque con un movimiento más, sería nula.
El semáforo pasó a estar en verde, volviéndolos a separar.
Por la ventana se veían los edificios que parecían muy altos e interminables, la gente que era demasiada y los autos que se separaban en los carriles y que se juntaban en otros, estas situaciones cotidianas, eran como el amor.
Erwin quería volver a hablar, pero su boca parecía estar cosida con hilo y aguja de vergüenza por el momento anterior del semáforo. En ese auto espacioso, había cinco corazones y dos de ellos estaban yendo demasiado rápido, como si huyeran de algo.
.
En la veterinaria, la gente era poca por lo que no tardaron mucho en pasar a revisión, para volver a salir a la sala de espera.
El veterinario, era un amable rubio que parecía de unos cincuenta o cuarenta y ocho años, con un par de ojos resplandecientes. Por algún motivo, Erwin sentía que lo conocía de alguna parte o a alguien parecido a él, pero no recordaba dónde.
La sala de espera tenía sillas bastante cómodas y amplias, suficientes para un día normal de trabajo y a veces parecían demasiadas.
Ninguno de los dos sabía cómo sentarse, pues hace unos momentos estaban a una nula distancia y ahora tenían demasiado espacio como para tomar por excusa la falta del mismo. Olvídenlo, olvídenlo, ambos se sentaron al lado del otro sin más preguntas y comenzaron a hablar un poco más.
Levi, en esa conversación, recordó una observación que le hizo Isabel un día: Siempre respondes con frases cortas ¿Eso es suficiente? ¿Por qué no hablas más? Ante eso, Levi había respondido con calma Es difícil callarlo... eso era una total mentira, la realidad era que, le gustaba escuchar.
En esa sala de espera, donde no se recuerda a esa caja de pandora, el silencio era rosado y calmo. Como el cielo del atardecer.
- Levi, ¿Alguna vez intentaste trabajar como modelo? – soltó Erwin pensando sus palabras
- No – respondió de forma simple el azabache mirando a la pared con un perro pintado, recordaba esa imagen toda horrible, antes era un garabato sin pies o cabeza que su prima había hecho cuando recién estaban abriendo ese lugar tan alejado.
- ¿Te gustaría? – esa pregunta hizo que Levi mirara a Erwin de forma confusa. Él tenía un bar al que le iba bien, podía pagar su alquiler y detestaba las cámaras, de ninguna manera había pensado en ser modelo. Aunque, lo que más lo hacía confundirse era la similitud de esa pregunta hecha en el presente, con un recuerdo del pasado. Era esa caja de pandora.
- No estoy interesado...- dijo con un poco de impresión, estaba un poco nervioso por ese recuerdo tan vago que era alcanzable y podía sentirse todavía ¿Qué edad tenía en ese entonces? ¿Unos 18?
- Oh... es que, necesitaba a un modelo para la campaña y por eso te preguntaba, tú encajas perfecto con la imagen que quiere el cliente...- mencionó el rubio
Levi quería rechazar la oferta de nuevo, pero sus deseos se dividieron en dos, por un lado, estaba esa caja de pandora y por el otro estaba esa imagen de su prima regañándolo por no aceptar una oportunidad así.
- ¿Tú estarías ahí? – preguntó de forma casual el azabache. No, la oportunidad de oro no era necesariamente el dinero, sino que era algo más... sentimental
- Claro, tengo que vigilar bastantes cosas, ¿Por qué?
Levi suspiró, si Erwin estaba ahí, la caja de pandora no tendría ni por qué aparecerse por ningún lado cerca de él.
- ¿Cuándo sería eso?
- El miércoles
- Entonces puedes ir por mí, no abrimos el local ese día
La directora creativa tenía razón, era difícil decirle que no al jefe supremo.
Terminada la revisión, se despidieron del veterinario y se encaminaron al departamento de Levi por la carretera principal.
.
En el estacionamiento del edificio, Levi estaba a nada de bajar del auto cuando Erwin lo llamó.
-¿Pasa algo, Erwin?
-Gracias por aceptar
-De nada
Así, Erwin se fue por donde vino, mientras que a unos cuantos metros, de un auto con un color extravagante, salió un hombre que estaba esperando al azabache.
Por la mente de Levi pasó un "maldita caja de pandora".
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Exotic | Eruri
FanfictionHay cosas inevitablemente bellas y desconocidas en esta vida, como por ejemplo... ese hombre. . [VER LAS ETIQUETAS ANTES DE LEER PARA EVITAR PELEAS SIN SENTIDO] •CAPÍTULOS CORREGIDOS DEL 1 AL 7 INCLUYENDO EL PRÓLOGO •SE REESCRIBEN TODOS LOS CAPÍT...