Exotic | Eruri

Capítulo 6

En un día normal y corriente, el tipo del supermercado caminaba cabizbajo por las calles de la ciudad mirando al suelo. Hasta que se topó con un curioso volante: "Amarres Efectivos De Amor". El eslogan de ese volante era: "Tenga a la persona de sus sueños, con un simple pago ¡100% efectivo!". También ponía la dirección y extrañas imágenes de una pareja feliz.

El hombre tragó saliva y leyó cuidadosamente donde se encontraba el establecimiento, dirigiéndose a este con un poco de inseguridad.

¡Esperen, esperen, no lo mal interpreten todavía por favor!

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En un local en dudosas condiciones, Moblit acomodaba una pequeña mesa con un mantel rojo, con una expresión fría y confusa ¿para qué estaban haciendo todo eso?

— ¿Segura de que esto va a funcionar, jefa? — preguntó el chico con nervios, era un encargo del "jefe supremo" pero no le parecía algo completamente seguro, ¿qué pasaba si los demandaban por fraude? ¡Su carrera se acabó!

— ¡Por lo que dijo Erwin, claramente está desesperado! ¡Así que tengo fe en este plan! — gritó la mujer desde el otro lado de la tienda sin prestar mucha atención al verdadero significado de la pregunta

— Yo no confiaría en unos amarres... incluso si una persona está desesperada por ser amada, no tendría que recurrir a este tipo de cosas — susurró para sí el muchacho acomodando su camisa implorando a quien responda que nada malo pase ese día

— ¡Oh vamos Moblit! ¡Sé positivo! — exclamó entusiasta la castaña mientras se dirigía a su compañero con un atuendo extravagante.

— ¡JEFA! ¡¿Por qué está vestida así?! — el castaño se dio la vuelta avergonzado al ver a su superior con un vestido color rojo ajustado, unos cuantos collares y pulseras, además de su cabello suelto. No era la imagen habitual que tenía de ella, ¡emocionante!

— ¡Sí quiero convencer al cliente, debo vestirme como alguien con experiencia! — aseguró la castaña sonriendo — ¡Así que vamos, cámbiate, tú serás mi asistente en este trabajo! — añadió señalándolo con el dedo y una sonrisa

— Cómo diga... — cuando el castaño estaba por ir a la parte trasera de la tienda, la campanilla de la entrada sonó, atrayendo la atención de ambos.

— ¡Bienvenido señor! — exclamó la castaña sonriente, era el tipo del supermercado, el pobre diablo.

— Buen día... vine por el anuncio... — su tono de voz era decaído y un poco dudoso, como si realmente no quisiera estar en ese lugar y fuera su última opción

Hanji se acercó a Moblit para susurrarle: Me está dando lástima — su compañero asintió con la mirada en el hombre que parecía estar medio muerto y ausente

— ¡Vamos, siéntese! — invitó Moblit cortésmente recorriendo una silla frente a la mesa antes puesta

— Gracias... — dijo apagado.

Sin duda, sería un trabajo duro, ambos estafadores esperaban que su jefe les diera al menos un día libre después de la campaña por este encargo tan pesado.

— Ande, cuénteme su caso — la voz de Hanji hizo entrar en sí al tipo, que era rubio, con barba, ojos grises y lentes. Era decente, pero la ropa que llevaba puesta lo hacía ver como un vagabundo.

— Verá, hay alguien que me gusta y mucho, lo conocí en una fiesta y normalmente, no creo en el amor a primera vista pero no hay otra forma que encuentre para describirlo. Pero, él no me nota y cuando lo hace me mira con odio ¡Necesito ayuda, porque ya no sé qué más hacer con esto! — Pidió el hombre casi llorando — Hace poco me golpeó en el supermercado...—