Hanji Zoe era demasiado curiosa, investigaba a fondo y pocos detalles se quedaban fuera para ella.
Por eso cuando investigó sobre el azabache, fue directo al fruto del pecado, quedando asombrada por el lugar; había estado en otros bares de la zona, pero no en uno como ese.
Fue en compañía de un hombre castaño, su secretario Moblit, quien estaba nervioso por ese lugar, no le daba buena espina por alguna razón, quizá era demasiado para él.
— Vamos no seas estirado y entra — la castaña empujó al hombre levemente para animarlo.
Dios, esa noche si iba a estar animada. Aunque bueno ¿qué día no era animado si se tenía a una jefa como esa?
Las luces de colores eran uno de los atractivos del local, el olor a vino y cerveza fue por mucho lo más delicioso que olieron en sus vidas.
Se sentaron en una mesa al centro. Zoe se animó a pedir un Dulce Canela mientras que pedía para Moblit una Señorita rosa. Eran recomendados de la noche así que ¿Por qué no? Sonaban bien, se veían bien, además el vino blanco jamás le gustó y sabía que su secretario no había probado nada como eso en sus cenas empresariales completamente grises.
En esos momentos, el castaño sabía que su jefa estaba pasando por una ruptura, sin embargo no pensó más allá un motivo para ir al bar. No le dio tantas vuelta y esperó con un poco de expectación su bebida.
Por otra parte, Hanji se emocionaba en su lugar al visualizar a su jefe Erwin, en la barra charlando con alguien, decimos charlando pero en realidad, uno estaba coqueteando de forma discreta y probablemente inconsciente y el otro solo escuchaba de todo.
Los miraba fijamente mientras bebía lentamente su Dulce Canela. En su mente imaginaba las posibilidades que los hombres tenían
— Es un enano — musitó en tono bajo llamando la atención de su asistente
— ¿Pasa algo? ¿Jefa? — la castaña negó y se empinó su bebida cuando vio a su jefe sonreírle a ese enano. Era algo digno de apreciarse.
En la barra Erwin hablaba con Levi, era el turno libre de él así que no había problema.
— Entonces tuve que limpiar el desastre que hizo Isabel ¿A quién se le ocurre hacer una torre con todo eso? — el azabache contaba una anécdota graciosa de cómo fue su primer día en el bar.
El rubio escuchaba atentamente, disimulaba sus nervios, no estaba cayendo según él solo era intriga por su acompañante. Solo eso.
¡Que se lo crea su ex! Se estaba mintiendo de una forma descarada y basura.
Cuando el más bajo concluyó el empresario sonrío.
— Eres bastante interesante — comentó Smith con aún la sonrisa en su rostro, tomó su vaso y le dio un buen trago a su Verano en la India la atmósfera se rompió cuando el teléfono del azabache comenzó a sonar.
Levi ignoró la llamada.
— ¿Por qué no contestas? — preguntó preocupado Erwin
—Ah, no es importante — contestó distante e irritado, seguía sin saber cómo es que ese desgraciado continuaba obteniendo su número.
Esa noche Erwin tampoco pudo olvidar los lentes de la vez anterior.
.
Por la mañana Mike empezó con sus burlas de toda la semana, tenían una campaña importante y esta persona solo pensaba en su jefe con pareja, ¿acaso era un casamentero?
— ¡No diré que es amoooor! Créeme que esa canción te pega en estos momentos.
— Mike, de verdad necesito llenar estos papeles y revisar la campaña, así que por favor...
— ¡No! Lo que necesitas es darte cuenta ¡Te gusta! Se lo pido jefe, haga el favor de ya no hacerse más el tonto e invítelo a cenar o algo – imploró casi poniéndose de rodillas.
Erwin sabía que su amigo tenía un punto, ya eran tres meses hablando con él y todavía ni su número tenía. Incluso si fueran solo conocidos ¿no era normal tener el número de alguien que te agrada?
— ¡Dios, Mike! ¡Fuera!
— ¿Cómo es posible que no me quiera, siendo que he estado a su lado incluso cuando fue borracho implorando a una mujer?— se quejó triste el rubio cenizo
-Mike, ve y has tu trabajo, por favor
Mike se cruzó de brazos y caminó hasta la puerta de la oficina. Miró una última vez a Erwin y salió de esta, pensando una o dos cosas de ese bartender.
Smith suspiró con alivio... Pero luego la cabeza de su amigo se asomó por la puerta.
— Yo sé que me amas — y se fue sin decir nada más.
Así que, implorando borracho a una mujer ¿no?
.
Levi estaba subiendo las escaleras que iban hacia su departamento y se encontró con dos de sus colegas parados frente a la puerta de su hogar con un par de bolsas que daban en el supermercado de abajo.
-¡Hermano! – exclamó una muchacha de cabellos rojos mientras corría hacia el de cabello negro para abrazarlo.
Levi la recibió con los brazos abiertos mientras volvía con ella a la puerta. Saludó al otro con una sonrisa y los tres se metieron al departamento.
Dentro, comenzaron a charlar un poco de cómo iban las cosas, etcétera. Hasta que tocaron el tema de cierto rubio, a este punto, ya habían tomado unas dos cervezas cada uno.
-¡Dime hermano! ¿Por qué ya no me dejas hacer nada en la barra cada vez que viene ese empresario? Incluso si estás libre, no nos dejas acercarnos demasiado y siempre te ves empeñado en servir mejores bebidas a ese hombre...- la pelirroja de nombre Isabel, tomó un respiro antes de continuar - ¿te gusta? ¿Te gusta ese hombre, hermano?
Hubo un poco de silencio antes de que Isabel volviera a hablar: ¡Tomo tu silencio como una afirmación! Es que no sé por qué pregunté, es obvio, muy obvio... ambos... ambos se gustan ¿hablan por mensaje? –
Levi negó con la cabeza, es cierto... ya eran unos tres meses desde que se conocían y ninguno de los dos se había dignado en pedir el número del otro. Era patético.
Con su negativa, tanto como Isabel y el otro chico, llamado Farlan, se quedaron atónitos... ¿cómo así que no tenían el número del otro?
-¡Hermano! ¿Qué está esperando el hombre rubio para pedirte tu número? ¿No eres tú muy apuesto? ¡¿Por qué se tarda tanto?! – exclamó Isabel
-Siendo justos, Levi tampoco se anima – comentó Farlan sin dudarlo
El azabache estaba mirando a un punto fijo pensando para sí, era cierto, Erwin le gustaba pero no tenía el valor para pedir su número todavía ¿por qué? Quizá se debía a ese hombre que...
Sus pensamientos fueron interrumpidos por Isabel que estaba parloteando cada vez más; por esta ocasión el de cabello negro lo dejó pasar.
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Erwin se encontraba hablando de esto y aquello, una campaña era lo que más mencionada y siempre que era así, Levi prestaba especial atención para ver si podía hacer alguna sugerencia ya que si bien ese no era su fuerte o la cosa a la que quería entrarle con todo, sí que sabía una que otra cosa profunda para hacer una campaña.
Sin embargo todo eso se nubló cuando recordó los parloteos de sus amigos la noche pasada.
Era ahora que se encontraba solo.
Sin que Erwin supiera cuando le habían puesto una servilleta con unos números en la cara.
Confuso, miró a Levi quien inexpresivo dijo: - Tardamos mucho – para luego retirarse de la barra.
El empresario Smith se quedó todo el día siguiente trabajando después eso y un nuevo contacto había sido añadido a su teléfono.
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Exotic | Eruri
FanfictionHay cosas inevitablemente bellas y desconocidas en esta vida, como por ejemplo... ese hombre. . [VER LAS ETIQUETAS ANTES DE LEER PARA EVITAR PELEAS SIN SENTIDO] •CAPÍTULOS CORREGIDOS DEL 1 AL 7 INCLUYENDO EL PRÓLOGO •SE REESCRIBEN TODOS LOS CAPÍT...