Fullsun's Pack.

#7

Haechan despertó sobresaltado e irritado. Su cuerpo solía resentir sus celos, pero al parecer sus cachorros lo olvidaron. Jeno aún le abrazaba, y Jaemin dormía plácidamente entre sus brazos, mientras que Renjun le hacía de cuchara grande. Quiso cerrar sus ojos y dejarse llevar por los suaves ronquidos en su cuello. Tiempo atrás aceptó que los cuerpos de los nacidos en el 2000 le hacían sentir paz y seguridad, aún cuando la sonrisa de Jeno despertaba su instinto protector.

Y volvió a escucharlos. Chenle y Jisung discutían su habitación, de manera grosera, con insultos.

—Jaemin-ah— llamó suave, zafándose del agarre de Jeno—. Tienes que dejarme ir, cachorro.

Jaemin se quejó bajito, pero cuando Haechan le acomodó cerca de Jeno, bastaron segundos para que los cachorros se acurrucaran entre sí. Haechan sonrió y se dirigió a la habitación de los menores, sin esperar encontrar a sus pequeños llorando, en camas separadas.

— ¿Qué sucedió? —cuestionó desde la puerta.

Jisung y Chenle le observaron a la vez, con sus pequeños ojos hinchados y sus naricillas moqueando.

—Jisung es un idiota— comenzó Chenle indignado.

—Solo porque Chenle es tonto— respondió.

Haechan suspiró. Amaba a los pequeños con su corazón, pero no estaba preparado para pasar por esa etapa: la pubertad.

—Sin insultos— aclaró con tono cansado.

Sus caderas dolían y sentía una molestia en su estomago, su pierna derecha sufría de un calambre y tenía una migraña considerable.

— Chenle me ha dicho que soy inútil— bramó Jisung, desde su cama, abrazado a su almohada.

— No, he dicho que tienes popo en las manos— corrigió Chenle.

— Lo ha dicho otra vez, omega.

— Pero es la verdad.

—Eres tonto— insultó, sacando su lengua.

—Niños...

—Feo.

—Niños...

—Estúpido.

—Piojoso.

—Chino.

—Manos de popo.

—Niños...— intentó interrumpir Haechan, sintiendo que su migraña se acrecentaba por cada segundo que pasaba fuera de su cama.

—Aunque sea el popo está en mis manos y no en mi cara.

El ambiente llegó a su estado de tensión máximo, pero antes de que Haechan pudiera regañarlos a ambos, Chenle volvió a llorar, murmurando palabras en su lengua madre. Haechan se sorprendió al observar que Jisung también lloraba.

Lentamente el omega se sentó en la cama de Chenle, notando como de inmediato el niño buscaba su tacto. Haechan lo abrazó, acariciando su cabello, haciendo señas para que Jisung tomara lugar a su lado. Con ambos cachorros en sus brazos, hablo:

— ¿Pueden decirme que pasó? — pidió con voz suave.

—Nos despertamos temprano— comenzó Jisung, con su rostro enterrado en el cuello del omega, mientras tímidamente tocaba la mano de Chenle, a modo de disculpas—, para no molestar vinimos a la habitación y Chenle propuso jugar a dibujarnos... y cuando le mostré el dibujo comenzó a gritarme ma-manos de popo y siguió diciendo cosas en chino y no entendía... yo solo respondí.

—Soy feo, hyung— fue la única respuesta que consiguió de Chenle.

—Hyung no es feo— contestó Jisung horrorizado de Zhang Chenle pudiera pensar eso de sí mismo.

—Pero me dibujarse muy feo y el dibujo se parece a mí— argumentó Chenle, en voz bajita, señalando el dibujo que estaba en el piso. Haechan miró al techo, realmente nada lo había preparado para estar en una situación así.

— Hyung es hermoso, pero no se dibujar muy bien, mis manos son grandes y torpes. Aunque pudiera dibujar bien, no podría transferirte en una hoja de papel...— se defendió, con sus mejillas sonrosadas y su mirada clavada en sus manos—.Siento mucho si herí tus sentimientos, hyung. No quiero que llore por mi culpe.

Haechan suspiró y abrazó a sus cachorros con cariño.

—No asusten a su hyung así otra vez, por favor— pidió al notar como los menores entrelazaban sus manos y se sonreían tímidamente.

Una vez más, cuestionó la decisión de Mark sobre dejarlo a cargo.