Fullsun's Pack.

#5

Algunas veces el departamento se sentía demasiado grande, frío y solitario. Solo empeoró, cuando los dreammies comenzaron aquella semana con su agenda especial.

El celo de Haechan vino de manera irregular, luego de que tuvieran que esperar en una sala, repleta con novatos alfas, hasta que manager llegase a buscarlos.

Sus hormonas de dispararon, aún cuando faltaba casi una semana por calendario. En consecuencia, tuvieron que recomodar la agenda de tal manera que nadie sospechara que uno de los dreammies era un omega presentado.

Haechan aspiró el olor de su camada. Su lobo se sentía tan solo y angustiado que la única forma que logró tranquilizarlo fue hacer un nido improvisado con ropa usada de sus compañeros. Faltaba el aroma a sandía, recordó con enojo al sentir solo aroma a bebé. Sus bebés.

Su omega no quería aparearse, necesitaba proteger a sus niños de cualquier amenaza que quisiera aprovecharse de su celo, ahora no estaba ese alfa con el cual sentía protección.

Entonces, los sintió a través de los pasillos, con la risa aguda de Chenle, y sonrió. El código de seguridad fue puesto y bastaron solo unos segundos para que, entre pasos apresurados y ruido de ropa cayendo, sus bebés  buscaran protección alrededor de él.

Sintió que los brazos de Jeno le rodeaba, rompiendo toda distancia que pudiera haber entre ambos cuerpos desnudos. Jisung y Chenle se acurrucaron entre ellos, de tal forma que Haechan pudiera abrazarlos a ambos. Mientras tanto, Renjun y Jaemin tomaron los lugares a los extremos, abrazados a Chenle y Jeno, respectivamente.

—Te extrañamos mucho, omega— susurró suavemente Jeno sobre su cuello, acariciando el vientre cálido de Haechan.

—Yo tambien los extrañé mucho, bebés. La casa se siente sola y demasiado grande cuando no están. Es un infierno— guardó silencio unos segundos, acariciando la espalda de Chenle—. Lo estuve pensabdo y quizás ya sea hora de traer nuevos cachorros. Ya saben, ustedes se podrán presentar sin temor a la reacción de mi omega y yo tendré a quien cuidar, incluso si deciden irse... como Mark.

Las quejas se escucharon de inmediato, estrechando aún más sus cuerpos.

—Eso no es está bien, hyung— se quejó Jisung quien, a pesar del considerable tamaño de su cuerpo adolescente, estaba acomodado entre Haechan y Chenle, abrazado a las caderas del omega y Jeno. Su cabeza se apoyaba en el pectoral del mayor y sus ojos se iban cerrando a causa del ritmo suave de los latidos de su corazón—. Usted dijo que nosotros somos sus bebés. Si usted tiene más bebés, lo justo es que nosotros tengamos más omegas.

—Y solo te queremos a ti, hyung— completó Chenle.

Renjun y Jaemin contemplaron la tierna escena con una mirada cómplice. Si tan solo no hubieran estado tan cansados, ese hubiera sido el momento ideal de comenzar una lucha por abrazar al omega, pero se limitaron a acurrucarse en sus lugares, regocijándose en el aroma a omega, impregnado en el nido.

Bastaron pocos minutos para que el fuerte olor a calma que desprendía el omega, les indujera a un hermoso sueño donde Jaemin soñó con té de fresas, y pastel de miel y avena, y Renjun con almendras tostadas, palomitas de maíz y algo de caramelo.