#12

2.1K 247 20
                                    

Había días malos y ese parecía ser uno de ellos. Haechan les esperaba con la comida servida, tomando agua de un vaso con ositos, cuando la línea '00 ingresó al departamento sin prestarle atención. Jeno fue enfurecido  a la habitación de los menores, Jaemin se encerró con su propia habitación, mientras que RenJun se sentó de brazos cruzados en el sofa de la sala.

—¿Debería preocuparme o se discutieron por quién tomaba el último lugar en la ventanilla?— cuestionó masajeando su rostro en un gesto cansando.

—Si por ventanilla te refieres a la sala de practica y por discusión te refieres a Jeno y Jaemin siendo unos patanes sin sentido de compañerismo, no, no debes preocuparte— contestó RenJun de mal humor.

Haechan suspiró, comenzando a juntar la mesa que había servido, dejando solo un plato frente al chino. Manager le había informado de un retraso en la agenda de los menores, por lo que no tenía sentido esperarlos a comer y, siendo sinceros, el poco apetito que tenía se había perdido.

—¿Crees que es mejor que hable con Jeno o con Jaemin?— preguntó luego de lavar el último platillo.

—Fue Jeno quien comenzó a gritar así que...

—Claro, quizás Jaemin le hizo una broma y se enfadó— concluyó Haechan.

Sus cachorros solían ser fáciles de entender, luego se hicieron adolescentes. Decidió que no haría nada, Jeno y Jaemin ya estaban lo suficientemente mayores para resolver sus problemas sin que el omega interviniera. Además, la última vez que había hecho de mediador, ambos cachorros de enojaron con él y decidieron que ninguno de los dos iba a dirigirle la palabra por casi una semana.

—¿Dormirás con Jaemin o con Jeno y los pequeños?— preguntó el omega rescando su estómago por debajo de su suéter.

—Posiblemente Jaemin necesite algo de compañía y no quiero discutir con Jeno.

Haechan asistió y, luego de dejar un beso en la frente de su cachorro, fue a su habitación.

Tomó uno de los calmantes de su mesita de luz y lo colocó bajo su lengua. Comenzó a desnudarse con cansancio, su cuerpo en ropa interior se reflejó en el espejo de cuerpo completo y no pudo evitar notar como la falta de actividad comenzaba a notarse en unos kilos que antes no estaban. Tomó el suéter que se había retirado y decidió que aquella sería una buena noche para dormir con él.
Una vez recostado en su cama, abrió el único cajón de su mesita de noche y sacó una crema con aceite de cannabis que mánager le había conseguido. Tomó un poco del gel verdoso y lo esparció por el feo moretón que aún adornaba su pierna. Entre los calmantes y el gel, ya no le dolía casi nada. El CEO de su compañía le informó que en unas semanas retomaría sus actividades con 127. Haechan estaba algo asustado, pero confiaba en que la manada mayor procuraría que no le pasara nada, al fin y al cabo, la camada aún dependía de él.

En la madrugada, Jeno le despertó histérico, lloraba mucho y tenía un olor que hizo temer que algo malo le hubiera pasado.

—Es Renjunnie— sollozó— he despertado para disculparme, pero su cuerpo está ardiendo. Lo intenté despertar y no reacciona.

El omega se levantó, ignorando en tirón que sentía en su pierna, sin una pizca del sueño que sentía unos minutos. Tomó la mano de su cachorro y se dirigió a la habitación que compartían los nacidos en el 2000.

Jaemin estaba sobre la cama de Renjun, tambien lloraba, intentado que su amigo despertara de ese sueño profundo. Haechan se acercó a sus niños, procurando no hacer ningún movimiento que pudiera asustar al menor de la habitación, y tocó la frente de Renjun. A esa distancia, además de notar que efectivamente el cuerpo estaba demasiado caliente, solo podía identificar el aroma de uno de sus cachorros.

—RenJun está presentándose— anunció en voz alta, acariciando su cabello—. Lo llevaré a mi habitación y les avisaré en caso de que ocurra algo.

Con dificultad, tomó el cuerpo de RenJun y le llevó a su habitación. Su pierna ardía y recordó al doctor diciéndole que no podía hacer grandes esfuerzos.

Una vez en su cuarto, le despojó de su ropa, buscando una muda más holgadas en su armario, antes de ir a buscar una fuente con agua tibia y un paño de algodón. Comenzó a limpiar el cuerpo de su cachorro con cuidado, sin poder evitar sentir una incomodidad que con Mark no había nacido. Al finalizar le secó con paño, para luego vestirlo y taparlo con sus mantas.

La presentación duraba entre dos dias y unas dos semanas, dependiendo de la madurez del cuerpo y el lobo. En su caso habían sido cinco días tortura, de dolor constante, donde el olor de Taeyong solo lo ponía más nervioso.

Acarició el rostro de su cachorro, antes de acurrucarse a su lado. La habitación era llenada por un olor penetrante y molesto, pero no tanto como el de Mark, que no hacía más que provocarle náuseas. El olor que desprendía RenJun era calmante e hipnotizante, pero Haechan sabía que ese no sería su aroma definitivo. Renjunnie se hizo pequeño a su lado, buscando su cuerpo. Haechan le abrazó.

Al otro día, Haechan despertó entre las quejas de su cachorro. El pobre estaba sediento y la fiebre no había mermado. Con pies casandos y una pierna adolorida, fue al comedor, escuchando las súplicas de Renjun que le pedían quedarse a su lado, a buscarle un poco de agua.

Entonces escuchó los gritos, Jaemin y Jeno estaban estaban en medio de sala, al parecer a punto de irse a los golpes.

—Quietos— ordenó acercándose a sus cachorros— No se que sucede con ustedes y creo que son grandes como para arreglar sus problemas, pero allí—enfatizó señalando su habitación— está un miembro de su camada, agonizando por su presentación. Asi que quiero un explicación clara de que está sucediendo.

—Jeno tiene novia— acusó Jaemin sin dejar de mirarlo de mala manera— Jeno tiene novia y si no hubiera encontrado los mensajes en su teléfono, nunca me hubiera dicho.

—¡No tendría porqué hacerlo!— se defendió acercándose amezadoramente— Es mi vida, mi sexualidad, nunca dijimos sobre ser exclusivos con la camada.

Haechan se limitó a pensar en la reacción de Jeno cuando sintió la esencia de Ong en él. Intentando concentrarse el las esencias de la habitación, pudo sentirla. Posiblemente era una cachorra o una beta con un aroma sutil y afrutado.

—Yo tenía derecho a saberlo, idiota— susurró Jaemin—, esto cambia la situación. No estoy seguro de querer estar en una relación con una chica o con alguien que no pertenezca aquí.

El omega decidió que era momento que sus cachorros hablaran y, para que mentir, se sentía casi tan decepcionado como Jaemin. ¿La diferencia? Una parte de él tenía siempre presente que ese tipo de situaciones eran posibles, aún cuando sus cachorros gastaran palabras en convencerlo de que lo querían a él. Aún más, si alguno de sus cachorros resultaba un alfa y decidía tomarlo como otro de sus compañeros, solo le quedaba responder de manera pasiva a sus otros emparejamientos.

—¿Omega?— llamó Renjun desde su cama. Haechan se acercó a él, presionando los labios contra su frente. Le ayudó a sentarse y le insistió hasta que bebió todo el agua que le habia llevado. Luego se recostó a su lado, dejandose abrazar.

Horas más tarde, Jaemin se unió a la cama. Haechan quiso prostestar, argumentando la inestabilidad de Renjun, pero luego vio como su cachorro se acoplaba al recién llegado. Haechan observó los ojos hinchados del menor y acarició un poco su rostro antes de tomar un calmante de su mesita de luz, ponerlo bajo su lengua, e intentar dormir un rato.

Fullsun's Pack.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora