Fullsun's Pack.

#8

Sinceramente, Haechan no recuerda cómo llegó aquella situación. Se ve a sí mismo ensayando una canción extra-NCT y luego estar en el piso, sin poder levantarse.

Jeno le encontró casi media hora después, cuando tocaba el ensayo Dream. Haechan lloraba en posición fetal por el dolor que le causaba su pierna y el olor a Jeno asustado no hizo más que empeorar la situación. Con esfuerzo logró poner de pie a Haechan, tomándolo de la cintura, pasando uno de sus brazos por sus hombros.

El dolor era demasiado y Haechan se sentía débil e indefenso.

Antes de que pudieran salir por la puerta, su otro brazo fue tomando por Jaemin, mientras que Renjun los observaba desde una distancia prudente, con Chenle y Jisung abrazados a él. Chenle parecía al borde de las lágrimas, intentando no asustar más a Jisung, que comenzó a llorar cuando sintió al omega dolorido.

—No llores, pollito, estaré bien— prometió Haechan—. Pórtense bien en lo que vuelvo.

Manager estuvo pendiente de él los primeros días, hasta que le exigieron volver al cuidado permanente de los menores. El hombre era un joven beta que siempre tenía un aroma a familia que le reconfortaba, posiblemente tuviera uno o dos cachorros, y le trataba con amabilidad y cariño paternal. Sus tardes habían sido de largas charlas, donde el hombre le contaba sobre su día y le preguntaba cómo se sentía con su nueva posición en la camada. También era el encargado de asegurarse de que comiera y no se olvidara de tomar sus calmantes a horario.

Haechan miró al techo, con una férula puesta en su pierna no tenía mucho que hacer. Su camada tenía agenda ocupada toda la semana, incluso el trío del 2000 no volvería hasta el fin de se semana. Se sentía solo y triste.

Si manager estuviera allí, posiblemente ya le hubiera propuesto ver alguna película o le hubiera llevado a dar un paseo en el automóvil, luego irían a buscar a la camada por sus agendas, para volver a casa y cenar todos juntos.

Haechan pensó seriamente en ir a casa, con su madre y su hermana, al menos allí no tendría que estar solo, en silencio. No era la primera vez que se lo proponía, pero el cambio dentro de la camada era aún demasiado reciente y no se sentiría bien dejando a los cachorros solos. Sin embargo, en su estado no podía protegerlo o serles de ayuda. Era inútil.

—Si Mark estuviera con nosotros nada de estos hubiera pasado— murmurró—. Mark me hubiera dicho que no practique fuera de horario, que debo descansar lo suficiente y que tenga cuidado con mis pies—guardó silencio—. Si Mark estuviera aquí, los cachorros no tendrían a una persona tan inútil detrás de ellos.

Haechan siguió mascullando, sin sentir como el código de seguridad era puesto o que la puerta se abría.

—Nunca debí ser nombrado líder— se recriminó, sintiendo sus ojos picar.

Taeil le abrazó. El mayor de los miembros era un beta silencioso, con un olorcillo casi imperceptible a coco.

—Jisuggie me ha dicho que cierto omega ha tenido la mirada triste cuando se fue y me pidió por favor que viniera a verlo— comentó, dejando al menor llorar en su pecho.

—Soy inútil— sollozó—, solo quiero estar sano otra vez.

—Lo único que puedes hacer ahora es tomarlo con calma, recuperarte y volver a ser el solcito que los cachorros tanto extrañan, y nosotros también Haechan.

Horas más tarde, cuando les esperaba de vuelta, los cachorros llevaron comida para cenar todos juntos. Se acurrucaron los tres en el sofá, dejando a Haechan en el medio de ambos. Los pequeños se aseguraron de mimarlo y cuidarlo, dejando besitos en sus mejillas y acariciándolo suavemente para trasmitirle toda la paz que el omega imprimía sobre ellos.

Sus cachorros se ocuparon de la limpieza y preparar su medicina. Se aseguraron de que tuviera alarmas puestas para tomar a horario los analgésicos y luego le llevaron a la habitación que compartían Jeno, Jaemin y Renjun, ayudándolo a desnudarse, para luego bañarle, mientras ellos hacían lo mismo.

Le sentaron en medio del baño, asegurándose de que la férula no se mojara, protegiéndola con una bolsa de plástico. Chenle lavó su cabelló y Jisung enjabonó su cuerpo, procurando que el agua del enjuague estuviera tibia, para que sus músculos se relajaran. Cada uno se higienizó, mientras que Haechan los esperaba en mismo lugar, un poco más apartado, envuelto en un par de toallas. Finalmente le ayudaron a secarse correctamente, especialmente para que su cabello no estuviera húmedo y no enfermara. Sus toques eran suaves, delicados y amorosos.

De vuelta en la habitación, le colocaron en la litera baja, donde Jeno dormía, con su pierna herida en alto, con ayuda de algunas almohadas. Jisung se recostó del lado de la pared, Chenle acercó la cama de Renjun, abrigándolos con un par de mantas, y colocó su cabeza en el cuello del omega, entrelazando su mano con la Jisung, sobre el vientre de Haechan.

—En la tarde estuve pensado en volver a casa— confesó el omega, abrumado por la atención de los menores.

Chenle levantó su mirada e hizo una mueca con los labios.

— ¿Hyung quiere dejarnos? — cuestionó.

Jisung no manifestó molestia, pero Haechan sintió como apartaba un poco su cuerpo.

—Quería ir casa, con mi mamá, para que mi cuide y me mimos. Volvería aquí sano, lo suficiente como para cuidarlos, pero...—Haechan guardó silencio unos minutos, observando la parte baja de la litera de arriba. Chenle había insistido en acercar la cama de Renjun, así podían dormir los tres juntos, sin sentir tanto la ausencia de los mayores, así que desde su lugar, podía sentir como si los cinco estuvieran en la misma habitación— Me di cuenta que, ahora, éste es mi hogar. Podría ir a casa, pero con ustedes lejos, sería incapaz de sanarme correctamente.