Fullsun's Pack.

#9

Haechan había entrado a la habitacion de sus cachorros en el momento equivocado, definitivamente había sido culpa suya. Al fin y al cabo ¿Cómo podrían saber sus bebes que su educado omega abriría la puerta sin avisar buscando una pomada para aliviar un poco la hinchazón de su pierna?

Ahí fue cuando los vio: Jeno estaba sentado sobre el regazo de Jaemin, besando a RenJun, mientras que el menor de los tres, besaba su cuello y acariciaba su piel por debajo de su prenda superior de dormir.

Haechan sintió un pequeño-gran pinchazo en su pecho y cerró lentamente la puerta, rogando que ninguno de ellos pudiera sentir su aroma. Se sentía tonto y torpe por dejar crecer sus sentimientos hacia sus bebés. Se sentía sucio por solo haber tenido la fantasía de ser su omega, de la misma manera que Taeyong era el alfa de 127.

Volvió a su habitación arrastrando levemente su pierna, aún dolía, pero había decidido dejar las muletas por su cuenta, en ese momento se arrepentía. Jisung le llamó desde el sofá para ver una película, pero le rechazó con una sonrisa amable, recordándole que mañana ellos tenían agenda y él debía tomar sus analgésicos.

Se recostó sobre su cama, masajeando de manera insistente su pierna para intentar aliviar el dolor. Sus cachorros se habían emparejado y debía ser feliz por ellos, pero se sentía vacío.

Ellos se irían, como Mark. Haechan cumpliría su función como omega cuidador hasta que ellos de graduaran de Dream. Él lo sabía, lo supo desde el primer en que el proyecto se le había presentado como alternativa para no dejar su sueño de idol atrás. Él era un omega precoz, demasiado peligroso para que conviviera en una manada normal, su cuerpo aún no estaba desarrollado para soportar los supresores. Aún así, tuvo el tupé de dejar florecer sentimentos hacía sus cachorros, primero Mark y luego Jeno, Renjun y Jaemin.

Ahogó un sollozo, porque él sabía que si lloraba como su realmente lo necesitaba, le iban a escuchar, le iban a consolar, con palabras lindas y toques suaves, y Haechan no quería ilusionarse más. Algo en él dolía mucho más que cuando Mark se fue, Haechan se seguía mintiendo, diciéndose que era su culpa por creer que sus bebés serían diferentes al alfa y que sus bebes le amarían como omega y como hombre.

Haechan se prometió romperse, romperse a sí mismo para observar a sus cachorros felices, aún cuando eso significara tenerles lejos.

Lloró hasta que el dolor en su cabeza, compensó el dolor en su pierna.

Luego durmió.