Lali volvió a mirar su reloj por enésima vez en el lapso de una hora. Ya había perdido la cuenta de las veces que había mirado al pequeño accesorio, como devorándolo con la mirada, como si su accionar pudiera hacer que el tiempo corriese más rápido o que el hombre al que ella amaba concurriese a su encuentro. Se estaba cansando de esperarlo. Últimamente siempre era así.
“Ella espera sentada
Pagaría por volverlo a verSe siente mareada
No sabe qué tiene que hacer”Lali pensó por un momento en esos lindos instantes que vivieron en los primeros meses de la relación. Agus nunca había sido muy partidario de la formalidad. Le gustaban las relaciones más bien desestructuradas, decía que no se veía en una relación en la cual tuviera que cumplir con el formalismo de comer ravioles todos los Domingos en la casa de la suegra. Él prefería que surgieran salidas o encuentros espontáneos, que de una cita en la plaza del barrio terminasen en la costanera, o que de una caminata por los bosques de Palermo surgiese una noche de películas en la cama.
“Él se le ríe en la cara
Y no es la primera vez
Se acerca la noche
Y la empieza a perder”A Lali no le molestaba esto, los argumentos de Agus eran buenos. Decía que de no ser así, la rutina los iba a terminar separando. Pero conforme los meses pasaron, Agus se empezó a involucrar cada vez menos. No podía culpar a la rutina, esta vez esa maldita no era la responsable. Toda la culpa caía sobre él, y nada más que en él. No estaba a la altura de la relación... ¿Sería que tenía otra mujer? ¿Sería que ella no era interesante? ¿Por qué Agus destinaba su tiempo en otra cosa antes que en ella?
“No sufras por nada
Que te tenga en segundo lugar
No quedan palabras
Que hieran todavía másY él se te ríe en la cara
Y no es la primera vez
Se acerca la noche
Y te empieza a perder”Lali volvió a mirar el reloj y sus lágrimas cayeron. Seguramente Agus ya no iba a venir. Bufó y le dio una patada al piso, mientras pensaba en por qué sería que lo amaba tanto a pesar de esas actitudes. Miró el cielo, que estaba empezando a oscurecerse, y decidió irse. Caminó algunos pasos, y en ese momento, alguien se acercó corriendo hacia ella
“Llorá si querés, sólo si querés
Pero cuando pares
No olvides saber que sabés
Que se te ríe en la cara
Y no es la primera vez
Que se acerca la noche
Y te empieza a perder”- ¿No me pensabas esperar? - dijo Agus en tono jocoso
- ¿¡Vos me estás cargando Agustín!? ¡Te esperé toda la tarde! - respondió Lali, enfurecida
- Bueno gorda... Me colgué... Vos sabés cómo soy yo, nunca te voy a dejar plantada... -
Lali se mordió los labios con furia, pero su actitud cambió en dos segundos
- Te amo Agus... Aunque seas un colgado que me dan ganas de... - apretó sus puños
- Yo también te amo... ¿Quién me va a amar así de colgado si no sos vos? -
- Nadie te aguantaría, me merezco un monumento -
Agus rió y la besó con ternura. Luego la tomó del brazo y se fueron caminando mientras hacían planes de qué podían hacer esa noche.
“Se acerca la noche
Y te empieza a perder.”
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One-Shots Casi Ángeles
Fiksi PenggemarLos invito a leer distintos cortos de mi autoría, los cuales son todos relacionados a la historia de dos personas que se aman. Las historias varían de unas a otras, y cuentan un poco las diversas situaciones que tienen que atravesar para poder estar...