20. Regreso

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Al ser el primer día de verano, cuan ángel TaeHyung vistió un conjunto de tonos pasteles, donde el brillo que aplicó alrededor de los ojos resaltó su belleza y el rojo de los labios dotó de coquetería su pulcra figura.

— Es bueno tenerte de regreso —expresó BoGum al pasar su brazo por alrededor de la cintura del castaño— ¿Quieres? —ofreció su propio vaso con licor, a lo que TaeHyung negó con la cabeza y prefirió continuar observando el exterior a través de la ventana de la habitación.

— ¿A qué hora bajaremos? —fue la pregunta de Seungri lo que consiguió que BoGum se apartara del cuerpo del menor, quien soltó el aire que había estado conteniendo e intentó recuperar el regular latido de su corazón.

Si bien había estado dos semanas preparándose para su regreso a Stigma, el vacío que sentía en su alma y el temor que implicaba la cercanía de cualquier persona lo tenían con los sentidos alerta. Quizá, no había sido buena idea permanecer alejado de YoonGi, pero ante su herido ego que esperó a que el mayor se acercara primero, en un arrebato infantil creyó que estar en Stigma sería su modo de venganza ante la imprudencia del pintor. Quería demostrar que no era un objeto, pero con tan sólo la manera en que BoGum lo había desvestido con la mirada, sintió que estaba haciendo el ridículo, que su lugar no estaba en Stigma, sino que entre los pálidos brazos de Min YoonGi. No obstante, a esas alturas no había lugar para el arrepentimiento y, por lo mismo, debía afrontar lo que se vendría más adelante.

— Tae, vamos —llamó MinHo desde la puerta de entrada, lo que hizo que el castaño comprendiera que se había perdido durante minutos en sus pensamientos—. Todo va a salir bien —lo animó una vez que el menor estuvo a su lado.




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Sin revelar a nadie sus tormentos y fingiendo con todas sus fuerzas que estaba bien, TaeHyung terminó siguiendo los pasos de Seungri y recorrió aquellos laberínticos pasillos que se sabía de memoria. Ingresó en las diversas salas temáticas, salió al centro de Stigma y apreció a las mujeres que realizaban malabares con fuego para después abrirse paso entre cuerpos danzantes que estaban a la espera de una lluvia de vino.

Lo pagano y prohibido se unían en Stigma, no existían otras palabras para describir lo que ahí ocurría, donde sólo se dejaban llevar por los sentidos y del cómo las luces tenues conseguían aturdirlos. Sin haber bebido ni una sola gota de alcohol, TaeHyung se sintió mareado y tuvo que sostenerse de la espalda de Seungri para no caer.

— Hey —lo sostuvo BoGum por la cintura, al haber seguido sus pasos en todo momento—, ¿estás bien?

— Sí —se obligó a responder como si nada malo ocurriera, sin saber cómo tenía las fuerzas suficientes para continuar fingiendo.

Después, uno de los salones VIP les dio la bienvenida. A su favor, no se trataba del mismo salón en que estuvo la última vez, sino que se trataba de uno en que un piano, dos violonchelos y un contrabajo parecían adornar el rincón reservado para él, quien se lamió los labios y se obligó a centrar la mirada en las personas que llenaban el lugar, disfrazadas. La ironía de la vida lo enfrentó a rostros maquillados, otros ocultos tras máscaras, pero lo que no se ocultó ante él fueron esas miradas lujuriosas, anhelantes de su talento y figura.

Volvía a ser el objeto del deseo y tuvo náuseas de su terquedad demostrada en su último encuentro con YoonGi. A su lado, BoGum daba la bienvenida a los presentes, Seungri se perdía en el licor que bebía como si de agua se tratase y MinHo, de brazos cruzados junto a la puerta, esperaba ansioso a que las notas de TaeHyung llenasen el lugar.

LE QUATTRO STAGIONI│YOONTAE ○.。o○.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora