Un mes había esperado YoonGi para tenerlo cerca, un mes con su mente invadida por todo lo que representaba el violinista. Y mientras una y otra vez pensaba en lo ocurrido en su último encuentro, YoonGi no podía aplacar el anhelo de estar a solas con él, conocerlo, descubrir esa máscara que no sabía si ocultaba timidez o perversión.
— ¿Te sientes mejor? —preguntó una vez que dejó la bandeja sobre el regazo de TaeHyung, para luego tomar el libro y la toalla que el menor tenía entre sus manos.
— Sí, ya estoy mejor —respondió, sin apartar la mirada de YoonGi, quien había dejado el libro y toalla sobre el sofá que adornaba la habitación.
En primera instancia, TaeHyung pensó que YoonGi se sentaría ahí, pero grande fue su sorpresa cuando el mayor lo sorprendió sentándose al borde de la cama.
— Come —indicó YoonGi, despreocupado.
Había en sus miradas un toque especial, un indicio de que se estaban reconociendo el uno al otro, quizá buscando en tiempo récord alguna debilidad de la cual aprovecharse.
— ¿Qué es lo que quieres de mí? —llevándose a los labios un trozo de fruta que era parte del postre, cuestionó TaeHyung con simpleza, lo que hizo sonreír a YoonGi de inmediato.
— ¿Por qué no estás aplicando tus trucos conmigo?
— ¿A qué te refieres? —elevando la mirada para enfrentar sus ojos, preguntó el menor.
— No estás siendo tímido, ni cortés, ni tampoco estás utilizando tu fingida sonrisa que cautiva al resto.
TaeHyung no respondió, sólo observó la bandeja y escogió un par de bocados, bebió del jugo de naranja y luego se sintió satisfecho. En todo momento, YoonGi no se había perdido sus movimientos, siguió aquellos largos dedos que sostenían los palillos y luego se perdió en los labios húmedos del violinista, una vez que éste dejó a un lado el vaso con jugo.
Estaba cayendo en su juego, en su simple juego de seducción y no estaba dispuesto a soportarlo. Por ello, YoonGi tomó la bandeja y la apartó, dejándola sobre una de las mesitas de noche.
— ¿Qué es lo que quieres de mí? —volvió a preguntar TaeHyung, pero esta vez, YoonGi se quedó sin habla.
No podía pensar en algo cuerdo porque se descubrió a sí mismo siendo irracional desde un principio, desde que vio por primera vez a Kim TaeHyung, desde que lo escuchó tocar el violín como si fuese el último prodigio que enorgullecería a la nación. Estaba siendo totalmente irracional, guiado por sus impulsos y esa obsesión nefasta que lo había llevado a desconocerse a sí mismo, a temer de sí mismo.
Y entonces, descubriéndolo capa por capa, TaeHyung se levantó de la cama y a paso lento se acercó al mayor. Su mano sobre el hombro hizo que YoonGi volteara ante el tacto. Tan cerca uno del otro, el mayor se sintió pequeño, incapaz de controlar sus impulsos.
"¿Qué es lo que quieres de mí?", nuevamente pareció preguntar con la mirada, o quizá fue la propia imaginación de YoonGi lo que lo llevó a escuchar aquella pregunta dentro de su mente, con esa grave voz que no concordaba con sus hermosas facciones, con los ojos brillosos y labios trémulos.
❀❀❀
TaeHyung quería acallar su conciencia, olvidar de una vez por todas sus tormentos y ahí, con YoonGi frente a él, creyó que perderse en otra persona sería la solución, pues tal como el mayor había mencionado, no había utilizado ningún truco, ninguno porque sabía que YoonGi sería quien lo llevaría a la perdición.
ESTÁS LEYENDO
LE QUATTRO STAGIONI│YOONTAE ○.。o○.
Fiksi PenggemarYoonGi sólo quiere descubrir qué oculta TaeHyung tras la máscara ¿Será timidez o perversión? ××× Historia completa!