LE QUATTRO STAGIONI│YOONTAE ○.｡o○.

11. Víctima

Había estado tortuosamente en silencio durante todo el viaje hacia el hogar del mayor, barajando mil posibles historias de las que pudo haber revelado BoGum y en ese momento, cuando YoonGi acabó con su relato y dejó su copa vacía sobre una mesa de centro que presumía un costoso tablero de ajedrez, TaeHyung sintió que el calor volvía a sus manos al mismo tiempo en que sus temores se esfumaban. De algún modo, se sentía aliviado porque su mayor secreto continuaba a resguardo, que el real motivo que lo había llevado a huir de Daegu continuaría siendo un misterio que nadie se atrevería a revelar, ni siquiera Park BoGum. TaeHyung se sentía vivo otra vez, seguro de sí mismo, seguro de seguir utilizando las máscaras que con tanto esmero YoonGi se empeñaba en descifrar. Sin embargo, existía un punto con el que el violinista no estaba satisfecho.

— No todo lo que dijo BoGum hyung es verdad —se atrevió a aclarar una vez que sintió a YoonGi mirarlo por una respuesta—. Él habla de mí como una persona despechada.

— ¿En qué mintió?

TaeHyung se lamió los labios sin responder, sabía que BoGum estaba en lo cierto cuando dijo que con sus miradas y sonrisas conseguía lo que quería, pero al estar ante YoonGi lo avergonzaba el hecho de que éste creyera que en su pasado iba y se abría de piernas como un cualquiera. Incluso, lo avergonzaba el hecho de negar eso último por la mera razón de tener que verbalizarlo.

— Dime, TaeHyung —insistió YoonGi y llevó una de sus manos al mentón del menor para hacer que lo mirara—, ¿cuáles fueron las mentiras de BoGum? Porque créeme que cuando regresé de Stigma y te busqué, sólo quería saber una sola cosa.

— ¿Q-qué... qué cosa? —cuestionó en un hilo de voz ante la intensa mirada del mayor, de cómo su rostro estaba tan apegado al suyo que podía sentir su aliento chocar contra sus labios.

— ¿Me matarás lentamente, Kim TaeHyung?

YoonGi no quería esperar a que respondiera, tan sólo quería acortar la distancia que había entre los dos para atrapar los labios del menor. Sin embargo, TaeHyung lo único que podía hacer era pensar en lo dicho por el de pálida piel, en cómo su corazón latía con fuerza hasta el punto de obligarlo a ponerse de pie. Quería evitar que YoonGi traspasara todas las barreras que interponía ante el resto, porque en lo profundo de su ser sabía que YoonGi se transformaría en su víctima y victimario a la vez.

— Será mejor que me vaya.

— TaeHyung —lo tomó de la mano para evitar que siguiera avanzando hacia la salida—, ¿qué pasa? ¿Dije algo que no debía?

El menor necesitaba hacer uso de todo su autocontrol, pero luego de escucharlo decir por tercera vez una de las conjugaciones del verbo matar, intuía que no podría soportarlo, que sin dudar esa advertencia cargada de doble sentido de parte de BoGum lo haría perder la capacidad de mantenerse sereno.

— TaeHyung —demandó YoonGi cuando el castaño sólo apretó su mano al mismo tiempo en que su respiración se tornó irregular.

Lo estaba intentando con todas sus fuerzas, TaeHyung quería soportar la oleada tormentosa de sentimientos que lo hacía temblar, pero en nada ayudaba el hecho de que su respiración no lo acompañara. Estaba hiperventilando, nuevamente lo hacía y con ello era fácil perderse en el recuerdo, en cómo sin remedio las escenas se sucedían en su cabeza sin control alguno, incluso haciéndolo sentir el olor de la sangre llenando sus fosas nasales. Lo había hecho, había intentado con todas sus fuerzas arrebatar una vida que cuando reaccionó y recordó en dónde y con quién estaba, sólo se vio con la mano de YoonGi cubriendo su boca y nariz como una forma desesperada de detener la hiperventilación producto del ataque de pánico.