LE QUATTRO STAGIONI│YOONTAE ○.｡o○.

22. Involuntario

Al despertar en una habitación que le tomó tiempo reconocer, pronto TaeHyung comenzó a tener destellos de lo ocurrido la recién pasada noche y se llevó las manos a la cara mientras pataleaba en su lugar al sentir todo el peso del arrepentimiento. Se sentía estúpido por haber caído en un vaso con droga, se sintió ridículo ante la manera en que su cuerpo reaccionó a esa sustancia ilícita y por cómo después cedió y se dejó llevar por YoonGi a la residencia de los Min ¿Cómo lo miraría a los ojos? ¿Cómo haría para fingir indiferencia cuando en realidad se moría de vergüenza al haber estado drogado ante él?

El desayuno sobre la mesa de noche, sumado al conjunto de ropa que reposaba sobre una silla daban a entender que había dormido suficiente, tanto que apenas recordaba el cómo había sido capaz de cambiar sus ropas por un cómodo pijama de algodón. Minutos después, cuando las gotas de agua cayendo sobre su pelo fueron la terapia perfecta para ir reconstruyendo su recién pasada noche, TaeHyung se tuvo que aferrar a algo ante una escena que lo aterrorizó, donde recordar a YoonGi arropándolo no debía significar algo malo, sino que lo nefasto vino luego, donde sus propias palabras detuvieron a YoonGi antes de que éste abandonara la habitación. Te amo, resonó en su cabeza y la vergüenza de recordar cómo YoonGi se paralizó en la puerta para después salir sin voltear o responder algo, se transformó en la excusa perfecta para encontrar la manera de regresar a Seúl lo antes posible e, incluso, en medio de la desesperación TaeHyung rogó por ayuda divina para no ver a YoonGi nunca más.

¿Realmente sentía amor por YoonGi?, se vio cuestionándose una vez que estuvo vestido y sentado sobre el sofá que decoraba la habitación. Si amar a YoonGi era la verdad que expresó en un estado de casi inconsciencia, entonces la mejor opción que encontró a su problema fue pretender que no lo hacía. No obstante, cuando YoonGi llamó a la puerta y se hizo presente en lo que parecía ser el lugar del que TaeHyung no quería salir jamás, pronto todo lo que implicaba fingir que no recordaba haber dicho Te amo se transformó en una tarea ardua.

— ¿Cómo te sientes? —cuestionó YoonGi al notar que el castaño guardaba silencio y sólo se dedicaba a mirar cualquier punto de la habitación, menos a él.

— Bien.

— ¿No tienes hambre? —añadió al ver que la bandeja del desayuno seguía intacta, a excepción del vaso de jugo que estaba vacío.

— No.

— Mi mamá quiere que nos acompañes a almorzar.

— Preferiría irme ahora —fue entonces cuando TaeHyung se atrevió a verlo a la cara, aunque pronto desvió la mirada al sentir que enrojecía.

— Dudo que ella te deje partir sin siquiera tener la oportunidad de conversar contigo. Además..., tenemos una conversación pendiente.

En tal punto, TaeHyung creyó que desfallecería ahí mismo. Si YoonGi quería hablar de ese involuntario Te amo pediría que la tierra se lo tragara cuanto antes.

— Tae, yo...

Al sentir que YoonGi se arrodillaba ante él y lo tomaba de la mano, lo único que pudo hacer fue contener la respiración y cerrar los ojos con fuerza, como si se estuviese preparando para un rechazo, para una humillación o, en realidad, para lo que YoonGi estuviese dispuesto a responder ante ese Te amo que salió de sus labios sin control.

— Lamento haber dicho que utilizabas tu cuerpo, lamento haber dicho que podías golpear a alguien en la cabeza, yo... no soy quién para entrometerme en las decisiones que tomas con respecto a tu vida, ni con respecto a... Stigma.

¿Eso era? ¿De eso se trataba la conversación que tenían pendiente? Entonces, cuando TaeHyung abrió los ojos sólo pudo asentir con la cabeza, nada más. A esas alturas, YoonGi intuía que algo no estaba bien con el menor, pero no pudo verbalizar sus dudas al ser interrumpidos por el empleado que avisó que los estaban esperando en el comedor. Por su parte, TaeHyung sentía su estómago estrujarse ante el actuar de YoonGi, como si éste jamás lo hubiese escuchado admitir un sentimiento que escapaba de su entendimiento porque, a decir verdad, TaeHyung estaba seguro de que nunca antes había amado a alguien que no fuese parte de su familia. Por lo mismo, saber que había caído en ese sentimiento del que tanto renegó, lo tenía flotando en un mar de dudas ¿En verdad lo amaba?, se vio preguntándose durante varios minutos hasta que, a su favor, la madre de YoonGi lo pudo sacar de sus conflictos internos y lo distrajo ante preguntas relacionadas con la música.