Capitulo 2

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Juego con los anillos en mis dedos, mientras miro mi comida

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Juego con los anillos en mis dedos, mientras miro mi comida. ¿Porque demonios estan tan callados?

— Liz.— Escucho la voz de Octavia — ¿No comes?— La ignoro

Sigo mirando mi comida hasta que suspiro, mirando al hombre que no logro recordar. Su mirada se posa inmediatamente en mi, mientras sostiene el tenedor.

— Disculpa, no recuerdo tu nombre. ¿Me lo recuerdas?— Ladeo la cabeza, mientras sonrio

— Teo.— Responde sin parpadear. Asiento.

Teo..

— Oh, ya te recuerdo.— Sonrio de lado y todos me miran— Perdon por intentar clavarte un cuchillo en el ojo. — Hay unos segundos de silencio, hasta que Grace suelta una risa. Elevo mas mi comisura.

Fue cuando volvi de mi amable y pacifica estadia con los cazadores. El trato de acercarse a mi con suavidad y una cosa va otra cosa viene, tome el primer cuchillo que vi.

Fue gracioso, de hecho.

Casi lo logro.

— Esta bien.— Responde elevando su mandibula. Sonrie levemente de lado— Fue tierno verte intentandolo.

Borro mi sonrisa y bajo mi cabeza, levantado mi mirada hacia el. ¿Fue tierno verme intentar?, ¿quién se cree que es?

Su mirada sigue igual, hasta que empieza a comer su comida. Lo miro unos segundos mas y luego a Octavia.

— ¿Donde esta David?

— En la universidad, al parecer habia alguna fiesta.— Maldito suertudo, se escapo de esta tortura y no me llevo con el— Vendra de visita mañana.

Frunzo el ceño.

— ¿El no vive aqui?

— Ya es mayor de edad, Liz. Prefirió conseguir su propio espacio.— Suspiro

Quiero ir a vivir con el. De seguro la casa no es tan extravagante y no hay lobos cerca.

— ¿Abby?

— Debe estar bañandose, tuvo una tarde con amigas.— Sonríe levemente

Vuelvo la mirada a mi comida y veo de reojo la mirada de Teo posarse en mi. Se que trata de disimular, pero no lo hace muy bien.

Ahora, no se si porque me odia porque casi le arranco un ojo, o por otra cosa. Por la mirada que pone sobre mi, me atreveria a decir que se siente atraido.

Oculto una sonrisa.

Habra que averiguarlo.

Se escucha el timbre de la casa y observamos a una de las empleadas correr hacia la puerta. Se abre, una sonriente Nina se adentra. Asomo mi cabeza y coloco mi atencion en los dos hombres que entran detras.

DesafiameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora