El camino de Liz Smith fue desviado desde muy pequeña. Le toco vivir algo que ninguna niña merece, tuviendo repercusiones en su futuro, en su personalidad. Con un carácter algo soberbio e egoista, vuelve a su hogar. Pero a diferencia de antes, a Liz...
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Muevo mis dedos al ritmo de la musica, mientras sigo mirando mi carpeta. Bufo cuando no logro concentrarme y coloco mi cuerpo boca arriba. Miro hacia el techo mientras sigo moviendo mi mano.
Corro mi cabeza hacia la pared, colocandola en el calendario. Sonrio, en unas semanas es mi cumpleaños número dieciocho. Tengo grandes planes para ese día.
Me levanto de la cama y tomo mi celular, sujeto bien los auriculares en mis oidos y subo mas el volumen de la musica.
Salgo de la habitación, moviendo mis brazos al ritmo. Camino por el pasillo y cierro los ojos mientras bailo, me detengo luego de unos segundos.
Abro los ojos y frunzo el ceño, al sentir una vibración en mi pecho. Me quito un auricular y miro hacia atras. Entrecierro los ojos mirando a mis espaldas, lo hago por unos segundos y luego me encojo de hombros.
Me giro al mismo tiempo que dirijo el auricular de vuelta a mi oido. Un objeto acercarse rápidamente a mi cara me hace levantar la mano.
Mis ojos se abren de par en par, miro el grueso palo de madera que casi golpea mi rostro. Aprieto mi mano en este mientras frunzo el ceño. Corro mi mirada, un hombre me mira con ojos abiertos, entreabre la boca y antes de que suelte una palabra le arrebato el palo.
Frunzo mas el ceño, mientras golpeo fuertemente su rostro.
Se balancea un poco y lo vuelvo a golpear, esta vez cae al piso, insconciente. Ladeo la cabeza mientras lo miro.
¿Como es que lograron entrar?
●○●
Hago una mueca al ver el arma que tiene, se la quito tratando de no despertarlo y la miro en mis manos.
Escucho la puerta principal y me levanto rapidamente. Me quedo parada y espero a que Teo aparezca, dobla una esquina y se adentra al living.
Su mirada cae rápido en mi y luego en el arma en mis manos.
— ¿Liz?— Lo miro sin contestar y se acerca cuidadosamente — ¿Qué haces con esa arma?
Lo sigo mirando, mientras se acerca.
— No hagas nada estupido.— Sonrío sin poder evitarlo y luego rio. Frunce el ceño
— Oh, es tan divertido asustarte.— Me mira mal
— Demonios, Liz. ¿De quien es el arma?— Tomo las manos del sillon y lo giro en su dirección
Mira al hombre inconsciente, frunce el ceño. Probablemente mirando sus manos atadas y la cinta en su boca.
— Intento lastimarme, es un cazador, ¿verdad?— Se acerca y se inclina, mirándolo mejor, levanta las cejas y se aleja levemente cuando el hombre se despierta
Mira todo desorientado y luego se empieza a desesperarse, al ver su cuerpo atado al sofa. Trata de hablar pero la cinta en su boca se lo impide.
Teo lo mira unos segundos mas y luego suspira pesadamente. Me mira.
