Capítulo 4

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Trataba de sostenerlo con ambos brazos, pero sus movimientos y se fuerza me lo impedían.

- Suéltame mierda - dijo dando codazos.

- No hagas ruido - pedí.

- ¡Qué me sueltes!

Un golpe en mi estómago me hizo soltarlo de inmediato, me alejé un poco intentando recobrar mi postura.

- Solo quiero hablar, no necesitas ponerte así.

- ¿Cómo entraste?

- Eso es lo de menos.

- Estás en la casa de mi mamá, aquí no vas a venir con tus ganas de hacer problemas. Cómo entraste.

- Toqué la puerta y Thiago me abrió, está gran...

Sin medir fuerza llevó su mano a mi cara, por un momento sentí que estuvo a punto de dejarme sin mejilla.

- ¿Pidiéndole ayuda a un niño? ¿No te da vergüenza? - preguntó.

- No quieres hablar conmigo, tu mamá no me quiere cerca, no tengo otras opciones - respondí.

- A Thiago no lo metas en tus cosas, primera y última advertencia Christopher.

- Dijo que nos extrañaba, habló de un viaje.

- Él no sabe nada de esto, ya suficiente sufrió con las estupidas decisiones que tomé.

- En algún momento tendremos que hablar de todo lo que pasó - dije acercándome.

- Preferiste creerle a tu papá, preferiste creer en toda esa mentira, pagué más de dos años siendo inocente y en todo ese tiempo apareciste una puta maldita vez - reclamó.

- ¡Y lo acepto! Fui un cobarde al no ir a verte.

- Es que eso no es lo que me duele.

- Bebé, mira yo...

Sentí las manos en mi costosa camisa, solté un quejido al sentir como mi espalda chocó contra la pared mientras una de sus manos cambió de dirección en mi cuello.

- No me llames así. Yo dejé de ser el mismo niño estúpido el mismo día en que me metiste a la cárcel.

- Los errores se pagan.

- Yo no hice nada.

- Erick mi cuello.

- ¿Ahora no te puedes defender? Cobarde - susurró.

- ¡Yaaa! - empujé.

Su intención claramente era hacerme sentir mal, eso era algo que nunca permití de nadie y él tampoco sería una excepción.

Lo ví tan tranquilo que tomé la confianza de acercarme.

Un puñetazo dió en mi cara, intenté no perder el equilibrio o seguramente intentaría seguir golpeando parte de mi.

- No te quiero volver a ver, saliendo de aquí - dijo apretando mi brazo.

Sacó una fuerza que jamás le conocí, estaba tan cambiado.

- ¿Qué haces tú en mi casa? - preguntó su madre.

- Erick. ¿Vas a comenzar de nuevo? - preguntó su hermana.

- Se metió a la fuerza, pero si sabe lo que le conviene no va a volver - dijo para ellas.

Abrió la puerta sacándome a empujones, no podía negar que me sentí humillado, había golpeado en mi ego.

- Voy a volver las veces que sean necesarias, si tengo que ser tu sombra lo seré - advertí.

- No te equivoques Christopher, no me hagas poner en práctica mis nuevas costumbres de presidiario, no soy el mismo idiota que conociste - respondió.

- Me importa una mierda.

- Ven acá - dijo intentando agarrarme.

- ¡Eso venga mi amor! - exclamé desafiante.

- Yo no puedo meterme en problemas, no voy a ser tan tonto de ir a la cárcel nuevamente por ti, pero solo una cosa.

- ¿Me vas a amenazar?

- Tómalo como quieras, pero apenas yo cumpla mi sentencia dile a tu papá que se cuide porque voy por él y si es necesario por ti y por quién se me atraviese en el camino.

Volvería Por Ti - Chriserick (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora