Corrí a abrir la puerta, esto era algo que yo en mi casa nunca hacía.
- Mamá, llegaste - abracé.
- Me dejaste preocupada, ayer no habían vuelos disponibles así que tomé el primero de hoy - respondió.
- No le dijiste a mi papá ¿verdad?
- No, pero va a saber de todos modos, sabes cómo es.
- Gracias mamá.
- ¿Por qué estabas llorando?
- Déjame te ayudo - dije tomando su maleta de mano.
- Veo que no fuiste a trabajar - comentó detrás de mi.
- No, no me sentía bien para ir. Perdón por recibirte así, apenas me había levantado - comenté.
- Y qué tú te levantes pasado el medio día es realmente extraño. Cuéntame - pidió tomando asiento.
- Erick mamá, las cosas van peor - respondí.
- ¿Has seguido insistiendo?
- Sí, pero no quiere nada conmigo.
- Entonces déjalo hasta ahí, no insistas si él no quiere.
- ¡No! Ya lo abandoné una vez y ese es su mayor reclamo, Erick me gusta mamá, apenas lo fui a visitar esa vez sentí que me ahogaba de la emoción de ver su carita - respondí.
- Tú papá no lo quiere.
- Eso lo tengo más que claro, de hecho la familia de Erick tampoco me quiere, me odian - conté.
- ¿Qué? ¡Pero cómo, si mi niño es el más lindo de este mundo! - exclamó en un abrazo.
- Ya no soy niño - dije desanimado.
- Para una mamá un hijo siempre será un niño aunque tenga cincuenta años.
- Necesito que tú al menos me apoyes mamá, me siento solo.
- Yo ya te dije que te apoyarían siempre y cuando se demuestre que ese chico es inocente - recordó.
- Por favor mamá, no me dejes solo en esto, Erick piensa que soy lo peor.
Suspiró sin soltarme, mi madre a veces era muy llevada a sus principios pero nunca me ha abandonado en momentos difíciles.
- ¿En dónde vive él?
- ¿Me ayudarás?
- Yo debería estar dándome algún lujo a esta hora. ¿Te imaginas que dirían nuestros cercanos si supieran que buscaré a un delincuente?
- No lo es mamá, estoy seguro que es inocente - respondí.
- ¿Al menos me veo óptima para la situación?
- Bellísima - sonreí.
- Mándame la dirección y dame las llaves de tu auto.
Me levanté de inmediato a buscar lo que me pidió, aproveché de enviarle la dirección de inmediato, esperaba que al menos con mi madre pudiera hablar.
- Toma, manéjalo con cuidado ¿sí?
- Mejor báñate y ve a cambiarte, veré si logro traerlo y de paso me aclaran todo este tema los dos.
- Eres increíble, de verdad.
- Si no llego en una hora llamas a la policía o a emergencias.
- ¡Ay mamá! No exageres tampoco - pedí riendo.
- Me voy, te quiero bien guapo para cuando llegue con ese...
- Mamá - interrumpí.
- Iba a decir lindo chico, que estresado estás. ¿Y si nos tomamos una sesión de masaje los tres para hablar y estar relajados? - propuso.
- No.
- ¿Ir de compras? A Erick eso le gustaba.
- Le gustaba, te digo que ya no quiere nada ni con el dinero ni conmigo - dije.
- ¿A quién no le gusta el dinero? Eso debería ser un pecado, que reto me diste - dijo avanzando hacia la puerta.
Corrí rumbo a las escaleras, debía verme igual de presentable que de costumbre.
Cada vez que abría el closet me encontraba con la ropa de Erick, a pesar de todo nunca me atreví a quitarla, eran lo único que mantenía de él en este lugar.
- ¿Lo amaré?
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Volvería Por Ti - Chriserick (Segunda Parte)
FanfictionLos errores se pagan caro, incluso para los inocentes.