Capítulo 12

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Corrí a abrir la puerta, esto era algo que yo en mi casa nunca hacía.

- Mamá, llegaste - abracé.

- Me dejaste preocupada, ayer no habían vuelos disponibles así que tomé el primero de hoy - respondió.

- No le dijiste a mi papá ¿verdad?

- No, pero va a saber de todos modos, sabes cómo es.

- Gracias mamá.

- ¿Por qué estabas llorando?

- Déjame te ayudo - dije tomando su maleta de mano.

- Veo que no fuiste a trabajar - comentó detrás de mi.

- No, no me sentía bien para ir. Perdón por recibirte así, apenas me había levantado - comenté.

- Y qué tú te levantes pasado el medio día es realmente extraño. Cuéntame - pidió tomando asiento.

- Erick mamá, las cosas van peor - respondí.

- ¿Has seguido insistiendo?

- Sí, pero no quiere nada conmigo.

- Entonces déjalo hasta ahí, no insistas si él no quiere.

- ¡No! Ya lo abandoné una vez y ese es su mayor reclamo, Erick me gusta mamá, apenas lo fui a visitar esa vez sentí que me ahogaba de la emoción de ver su carita - respondí.

- Tú papá no lo quiere.

- Eso lo tengo más que claro, de hecho la familia de Erick tampoco me quiere, me odian - conté.

- ¿Qué? ¡Pero cómo, si mi niño es el más lindo de este mundo! - exclamó en un abrazo.

- Ya no soy niño - dije desanimado.

- Para una mamá un hijo siempre será un niño aunque tenga cincuenta años.

- Necesito que tú al menos me apoyes mamá, me siento solo.

- Yo ya te dije que te apoyarían siempre y cuando se demuestre que ese chico es inocente - recordó.

- Por favor mamá, no me dejes solo en esto, Erick piensa que soy lo peor.

Suspiró sin soltarme, mi madre a veces era muy llevada a sus principios pero nunca me ha abandonado en momentos difíciles.

- ¿En dónde vive él?

- ¿Me ayudarás?

- Yo debería estar dándome algún lujo a esta hora. ¿Te imaginas que dirían nuestros cercanos si supieran que buscaré a un delincuente?

- No lo es mamá, estoy seguro que es inocente - respondí.

- ¿Al menos me veo óptima para la situación?

- Bellísima - sonreí.

- Mándame la dirección y dame las llaves de tu auto.

Me levanté de inmediato a buscar lo que me pidió, aproveché de enviarle la dirección de inmediato, esperaba que al menos con mi madre pudiera hablar.

- Toma, manéjalo con cuidado ¿sí?

- Mejor báñate y ve a cambiarte, veré si logro traerlo y de paso me aclaran todo este tema los dos.

- Eres increíble, de verdad.

- Si no llego en una hora llamas a la policía o a emergencias.

- ¡Ay mamá! No exageres tampoco - pedí riendo.

- Me voy, te quiero bien guapo para cuando llegue con ese...

- Mamá - interrumpí.

- Iba a decir lindo chico, que estresado estás. ¿Y si nos tomamos una sesión de masaje los tres para hablar y estar relajados? - propuso.

- No.

- ¿Ir de compras? A Erick eso le gustaba.

- Le gustaba, te digo que ya no quiere nada ni con el dinero ni conmigo - dije.

- ¿A quién no le gusta el dinero? Eso debería ser un pecado, que reto me diste - dijo avanzando hacia la puerta.

Corrí rumbo a las escaleras, debía verme igual de presentable que de costumbre.

Cada vez que abría el closet me encontraba con la ropa de Erick, a pesar de todo nunca me atreví a quitarla, eran lo único que mantenía de él en este lugar.

- ¿Lo amaré?

Volvería Por Ti - Chriserick (Segunda Parte)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora