Volvería Por Ti - Chriserick (Segunda Parte)

Capítulo 21

- A mi me respetas muchachito - dijo quitando su agarre.

- Tú también, estoy bastante grande como para hacer las cosas que yo quiera, estás en mi casa y aquí mando yo.

- Estás convertido en un grosero, tan poca cosa ya te volvió un corriente mala clase - dijo mirando a mi ex novio.

Opté por sujetar el cuerpo de Erick, una mala decisión podría regresarlo fácilmente a la cárcel.

- Suéltame Christopher - pidió.

- Quiere provocarte, no hagas nada - dije en su oído.

- Estoy cansado de lidiar con tus problemas Christopher - habló mi padre.

- Yo no te he pedido ayuda, tú estás empeñado en ser mi sombra, soy un hombre y no te necesito.

- ¿Un hombre? Preocúpate por tu futuro entonces, estás cercano a los treinta y actúas como un niño de quince. Ni siquiera has sido capaz de formar una familia al lado de alguien que no se aproveche de ti.

- ¿Y eso desde cuándo te ha importado a ti? Es mi problema.

- Te estás convirtiendo en la vergüenza de la familia - negó con desprecio.

- ¡Ay por favor con qué cara! - exclamó Erick.

- Tú no te metas.

- No le hables así - exigí.

- Bájame el tono Christopher, última vez que te lo digo - advirtió.

- ¿Y si no quiero? ¿Me vas a pegar? ¿O me vas a inventar una estafa?

- Ni se le ocurra tocarlo - dijo Erick.

Esta vez fue él quien sostuvo el brazo de mi padre, por primera vez desde hace mucho tiempo sentí que alguien estaba para mí.

Se soltó de una manera bastante brusca, hice a un lado a Erick mientras a mi padre no le quedó de otra más que irse.

- Gracias - dije un poco más calmado.

- Lo odio, te juro que lo odio.

- No entiendo que hace acá, no comprendo su afán de molestar, últimamente pasa más tiempo en Miami que en New York.

- Quizás fue por lo de tu mamá. Perdón me excedí, ni siquiera te he preguntado cómo están las cosas con ella.

- No me ha contestado, está...molesta, decepcionada.

- Las cosas se están complicando bastante - dijo mientras me abrazaba.

- Quiero que acabe todo ya, siento...

- Ay Chris.

- No puedo más - completé llorando.

- Voy a estar contigo ¿Si?

- Yo te dejé solo.

- Yo no tengo que ser cómo tú, creo que nos jugaron chueco a ambos y el orgullo no nos va a llevar a nada.

- Ese lugar es horrible ¿Cierto?

- No pienses en eso, mira, yo puedo hablar con unos chicos que estuvieron conmigo cuando estuve ahí - comentó.

- ¿Qué?

- Siéntate - pidió.

- Me dijiste que quisieron hacerte daño.

- Pero también hay personas que te ayudan. Cuando estuve mal y solo, hubieron dos chicos que me ayudaron ¿sabes? Creo que les di lástima - rió.

- Chiquito - dije besando su frente.

- Yo no quiero que pases por lo mismo que yo y no sabes cuánto deseo que tu abogado te ayude porque tú no tienes la culpa.

- Dame una oportunidad, voy a hacer las cosas bien, por favor - supliqué.

- Te voy a esperar, creo que tenemos todo en contra pero hay que tomar riesgos ¿no?

- ¿Me quieres?

- Pero poquito - susurró.

Reí con su forma tierna de hablar, poco a poco estaba tomando las fuerzas para enfrentar el duro camino que me esperaba.