Cada día se me hacía más difícil asistir a la empresa, todo lo relacionado a esto me traía mucho pesar.
- Señor. El joven Erick lo está esperando - dijo apenas pasé.
- ¿Está aquí?
Me pareció extraño, habíamos quedado de vernos pero no en mi casa.
- Sí.
- ¿Qué pasó? - pregunté de brazos cruzados.
- Nada señor.
- Si me estás mintiendo te voy a correr. ¿Peleó contigo?
- No, de verdad que no - respondió.
- Eso si está raro. Tómate el día, creo que no te necesito por hoy - dije antes de subir.
- ¡Gracias!
Erick era de hacer notar su presencia, se me hacía extraño el silencio que había.
- ¿Bebé...? ¡Erick! - dije cerrando la puerta.
Retrocedí mi cuerpo pegándolo a la pared, aquella imagen solo me trajo nerviosismo y uno que otro recuerdo.
Rasqué mi nuca intentando concentrar mi mente en otra cosa, esto era lo que menos me esperaba.
La puerta volvió a abrirse a causa de él, dejó a mi vista aquel traje en tono rosa pastel que le quedaba igual o mejor que antes.
- Lo encontré entre tus cosas - dijo sentándose en la cama.
- No sé...que decir.
- Me lo quito entonces - respondió.
- NO. Osea, espera - dije cerrando la puerta tras de mí.
Sonreí tímido, acaricié sus mejillas provocando un leve sonrojo.
Las ganas no siempre se pueden ocultar, ambos caímos a la cama sin dejar de besarnos.
Comencé a quitar mi ropa al sentir que el no llevaba nada debajo, su mirada era una provocación total.
- Wow, estás un poco más marcado - comentó.
- Toca - ofrecí en lo que desabrochaba mi pantalón.
Rió negando, solo cubrió su cara al ver como quité el último rastro de mi ropa.
Besé la piel desnuda que dejaba ver en sus piernas, extendió un listón que conocía a la perfección, lo único que hice fue lanzarlo.
- ¿Por qué lo tiras? - preguntó evitando el beso.
- Creo que no lo necesito.
Atrapé su labio inferior mordiendo un poco, un pequeño gemido fue soltado por él ante un leve frote de nuestras zonas íntimas.
- Me gusta...daddy - dijo en susurro.
Mi piel se erizó ante aquella palabra, cerré mis ojos tras sentir sus labios en mi cuello.
- Erick.
- ¿Qué pasa...?
Desabroché rápidamente el liguero, él solo me miraba confundido al ver como tanto las medias y la sudadera también fueron quitadas de su cuerpo.
- Si lo vamos a hacer, que sea como Erick y Christopher - respondí.
No quería cometer el mismo error dos veces, sin duda él era capaz de darme más placer que cualquier tipo de juego sexual.
Me sentía completo, estaba haciendo mío al hombre que a pesar de todo estaba siendo capaz de darme una nueva oportunidad, a la persona que debí valorar por lo que era y no por lo que me entregaba en la cama.
- ¡Oye! No soy comestible - rió ante mi mordida.
- No me puse condón - dije al notarlo.
- Esperemos buenas nuevas - respondió acariciando su abdomen.
- Si se pudiera, uf pequeñito, una guardería completa en casa - bromeé.
- Eeeh...¡uy qué movimiento! - soltó.
Subí una de sus piernas a mi hombro, elevé mis cejas de forma pervertida embistiendo de una forma más profunda.
- Hazme llegar - pedí sin dejar de penetrar.
- Termina adentro.
- ¿Seguro?
- Tu bebé necesita...
- Oh ya entiendo - interrumpí tapando su boca.
Era una mezcla de emociones, felicidad, alegría y todo lo referente a lo cómodo que nos sentíamos el uno con el otro, nos estábamos queriendo bien y eso no tenía una explicación más que quizás amor puro.
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Volvería Por Ti - Chriserick (Segunda Parte)
FanficLos errores se pagan caro, incluso para los inocentes.