Un fundashi en el salón de clases

¿Una gran idea?

Ya estamos aquí, frente a la ventana un gran avión con pasajeros estaba a punto de despegar, solo estaba viendo mi reflejo ante el vidrio, tenía un suéter delgado un poco grande, un pantalón negro, mis converse negros y una bufanda que me tejió mi madre cuando tenía 9 años.
Sólo escuchaba a la recepcionista volantear los vuelos que ya estaban a punto de salir, solo mis labios están temblando, ya no sabía si era miedo o era tristeza de dejar mi vida aqui, así que solo tenía que aceptar la realidad, total, ¿Que es lo peor que puede pasar?. - Pensé.

- Bueno cariño, el día ha llegado, así que es cosa de que tomes ese avión. - Me decía mi madre, me abrazo y entre lágrimas se despidió de mi diciéndome lo mucho que me extrañaría mientras no estuviera con ella.

[Pasajeros del vuelo 1191 con destino a Barcelona, España, abordar en la puerta 4E, Gracias]

- Bueno, me tengo que ir. - Le dije a mi mamá.

Tome mis maletas y una pequeña bolsa que tenía y camine hasta la gran puerta que tenía el "4E" en el centro. Un señor me pidió mi boleto y se lo di enseguida, ya no había marcha atrás ya tenía el recorrido escrito en mi libro llamado "vida". - Hay que cursi sonó eso. Pensé.

Subi mis maletas en un pequeño cuartito y decidí pensar: ya que pase lo tenga que pasar, una gran oportunidad tenía en mis ojos, así que decidí aceptar esto.
Necesito saber qué es lo que va a pasar de ahora en adelante.

[Buenas tardes, les habla el capitán, estamos a una temperatura de 18°C, y estaremos volando en unos 10 minutos, gracias por su preferencia y buen viaje.]

Estaba escuchando a unos señores adelante de mi que normalmente tardara el vuelo unas 16 horas, más lo que se llegue a retrasar así que opté por la mejor decisión: Dormir, eso es lo único que se puede hacer en una ocasión así como está.
Recosté mi asiento hacia atrás y intente mirar por la ventana del avión, solo veía la gran ala que estaba atrás, era muy grande y tenía muchos motores pequeños a un costado de ellos.

Así que con la finalidad de dormir un rato, decidí cerrar los ojos y intentaré pensar cosas positivas, será un largo viaje así que solo dejaré llevarme por esto.

...

[Atención pasajeros, en unos 5 minutos estaremos aterrizando en Barcelona, esperamos que su viaje haya sido de su agrado y vuelva a elegir nuestra aerolínea, ¡Feliz estadía a todos!]

Solo parpardee unos minutos y me limpie las pequeñas lagañas que se habían formado, me sentia muy descansado, el dormir siempre hace que se me quite el mal humor que siempre me cargo, así que tenía la suficiente energía para aguantar un día más, revise mi celular y me di cuenta que tenía 15 mensajes de parte de mi mamá.

- ¿Ya llegaste?
- Espero estés bien.
- Me avisas cuando aterrizen.
...
- Buenas noches hijo. Descansa, mañana será otro día.
- Buenos días hijo, ¿Dormiste bien?
- El avión ya debería aterrizar, espero no tener que ir a verte.

Sólo Suspiré y me reí entre mi, ella será muy difícil de tratar, pero tiene un corazón de pollo que nadie le podrá quitar.
Me desabroche el cinturón y la sobrecargo me dijo que bajara mis cosas porque alguien estaba esperandome afuera.
Tome mis cosas y le di las gracias a la chica, baje las escaleras y una ráfaga de viento ataco mi cara, alborotando mi cabello y mi bufanda, a un lado de una mesa estaba un chico muy lindo, tenía un cabello castaño muy lacio y algo despeinado, al parecer media un poco más de 1.80m y estaba de un traje muy atractivo, haciendo que luciera el gran cuerpo que se notaba que trabajaba demasiado.
Tenía un letrero con mi nombre: "Joven Johnny J." - 17 años -

- Que tal chico, soy Johnny, ¿Tu me llevarás a mi escuela?. - Preguntaba mientras miraba los ojos tan verdes y hermosos que tenía.

- Buenos días joven apuesto, soy Nickolas Grazhier, mucho gusto. - Tomo mi mano y la beso como si fuera algun tipo de princesa de cuento.