Ahí estaba Alonso, me vio de la mano con Jos y su sonrisa también se esfumo.
Me cruce de brazos y puse una expresión enojada.
-¿Que quieres? -Dije con un tono seco y molesta.
-Aah ¿que pasa? -Preguntó confundido.
-Bien. Tengo cosas que hacer así que sera rápido. -Dije y baje los pequeños escalones que había. -Hablemos.
-De acuerdo.
-¿Ay algo que quieras decirme?
-Que Te amo. -Al oír eso no pude evitar reír cínicamente.
-Ok. ¿Algo mas?
-¿No?. ¿debería de a ver algo mas?
-Bueno, Alonso. Gracias por todo el tiempo que pasamos juntos, por los momentos tan lindos, pero, no quiero seguir con esto. -Dije y note que su cara cambio en seguida.
-¿Que pasa? ¿Ya no me amas?
¿y ahora quieres a ese tal Jos? -Lo interrumpi.
-Mira Alonso a Jos no lo metas en esto, y aun que te ame no seguiré con esto -Dije sacando mi celular. -No quiero ningún tipo de explicaciones, solo ya no quiero seguir con esto. -Dije buscando la foto, cuando la encontré le di mi celular.
Se puso pálido al ver la imagen, no supo que decir y solo me miro y balbuceo.
-Sube a tu auto y seamos "amigos" -Dije haciendo las comillas.
-¿"amigos"? ¿segura?
Baje mi mirada pero enseguida la subí.
-Muy segura. Adiós Alonso.
-Dije y me di la vuelta. Camine hasta donde estaba Jos y nos fuimos a la tienda.
-¿Estas bien? -Preguntó algo preocupado.
-Si. Creo que fue lo mejor. Debo olvidarme de el. -Dije y Sonreí.
-Bueno.. ¿que compraremos? -Dijo cambiando de tema.
-Palomitas, papas, dulces, gomitas y más dulces. -Dije feliz mientras Jos me veía sonriendo.
-Me da muchas papas, palomitas, gomitas y muchos muchos dulces. -Dijo al señor que atendía, nosotros sólo reíamos.
El señor nos entregó sobres de palomitas para microondas, tomamos muchos paquetes de papas, gomitas y dulces.
-¿Cuanto seria? -Pregunte buscando mi dinero.
-Serían.. -Antes de que el señor dijera, Jos sacó su dinero.
-eey Yo pago. dijo entregando el dinero al señor.
-Oye ¡No! Eso no. -Me interrumpió
-Por favor, yo quise pagar. -Dijo haciendo un puchero para que no me enojara.
¡¡Es tan lindo!!. Toque su mejilla y Sonreí.
El señor le entregó cambio tomamos las bolsas y salinos.
Caminamos hasta mi casa y subimos las escaleras, dejamos todo menos las palomitas y bajamos a la cocina.
Hicimos las palomitas, las subimos en platones y llevamos otros vacíos para lo demás.
Subimos y Jos iba haciéndome reír con caras graciosas y entramos a mi habitación mientras yo reía.
-¡Hoola! -Escuchamos una voz que nos asusto.

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Te Encontre
RomanceLa vida cambia y da giros inesperados, incluso las cosas malas aveces pasan para bien... hay que recordar que en la vida LAS COSAS SIEMPRE PASAN POR ALGO