-Buenos días-la saludé con un par de besos en las mejillas cuando entré en su piso.
-Buenos días, cielo, ¿has desayunado?-preguntó inocentemente.
-Si... Em, ¿podemos hablar?-estaba muy nervioso y ella ya lo había notado.
-Claro.-me senté en su sillón.
-No puedo... No puedo seguir con esto.-ella se fijó en mi mano derecha, en la que solía llevar la pulsera que me había regalado tras uno de sus viajes.-Está aquí.-la saqué del bolsillo y la coloqué sobre sus piernas flexionadas sobre el sofá.-Emily, te quiero pero...-me miraba en silencio, incrédula.
-Taron... Dime que esto no es un adiós...-sus ojos comenzaban a hidratarse.
-Ojalá pudiera hacerlo... Emily, estar contigo es solo engañar a mi corazón.-repetí las palabras de Elton.-No soy feliz contigo pero no es porque no lo hayas intentado. Te agradezco que hayas sido tan constante conmigo, que me hayas apoyado en todo momento y que me hayas querido tanto pero...
-Ya, hay otra, lo sé pero no quería aceptarlo...-bajó la mirada y una lágrima cayó sobre su pantalón.
-Emily, no es eso.-coloqué mi mano en su hombro.-No creo que sea capaz de darte todo lo que mereces. Eres una persona fantástica y no mereces sufrir por mí. Quiero que ambos seamos felices y para que eso pase debemos de separarnos...
-Taron, soy feliz contigo...-añadió.
-Hasta ahora sí pero estoy seguro de que eso cambiaría.-no quería mencionar mi enamoramiento para no hacerle más daño.
-Entonces... ¿no podemos intentarlo?¿Te rindes ya?-asentí.-Por favor...-ella sollozaba ante mí y me dolía hacerla sentir tan mal.
-Esta relación... Está muerta, ya no tiene futuro, no merece la pena que volvamos a intentarlo, que luchemos por ella. Solo perderíamos el tiempo.
-Te conozco y sé que tienes a alguien. Prefiero que me digas la verdad, me duele más que me mientas.-sus ojos enrojecidos se encontraron con los míos.
-Sí, hay alguien más.-confesé.-Pero no... No es una mujer...-susurré.
-¿Me estás dejando por un hombre?-una de las cualidades de Emily era su buen oído, lo escuchaba absolutamente todo.
-Sí.
-¿Quién es?
-Richard... Richard Madden.
-¿Desde cuándo... desde cuándo lo sabes?
-Creo que mi corazón siempre lo supo.-sonreí apenado.-Lo siento mucho, Emily, no debí de haber jugado contigo...
-No te preocupes.-volvió a bajar su mirada, supuse que era para que no la viera llorar.-Te entiendo, Taron. Sigue a tu corazón y sé lo más feliz que puedas... Pero por favor, no me saques de tu vida. No quiero perderte como amigo.
-No lo harás.-sonreí y la abracé.
-Gracias por este tiempo que has pasado a mi lado.-dijo ella entre mis brazos.
***
Miraba el móvil mientras sonreía. Tenía sus auriculares puestos e iba escuchando Your song mientras me mensajeaba con él. Cuando llegué a casa, solté el móvil sobre la mesa y comencé a ordenar y limpiar todas y cada una de las habitaciones para causarle una buena impresión cuando llegara. Rocky no me facilitaba el proceso pues, si se caía cualquier cosa, él la cogía y tenía que estar persiguiéndolo por todo el salón hasta que lo alcanzaba y le quitaba el objeto. Cuando fregué, tuve que sacarlo al balcón para evitar que sus patitas pisaran el suelo húmedo. Ordené también mi habitación, que al día siguiente pasaría a ser nuestra habitación. Cambié las sábanas de la cama y vacié la mitad de mi armario para que él pudiese meter su ropa. Guardé la que saqué en cajas de cartón para llevárselas a mi madre y que las guardase en su sótano.
ESTÁS LEYENDO
Serendipia - Madderton
FanfictionSerendipia. (s.) Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta. *** Todo comenzó con un papel en una película más que añadir a mi filmografía. Un hecho insignificante cambió nuestras vidas para siempre...