Serendipia.
(s.) Hallazgo afortunado e inesperado que se produce cuando se está buscando otra cosa distinta.
***
Todo comenzó con un papel en una película más que añadir a mi filmografía. Un hecho insignificante cambió nuestras vidas para siempre...
Salí al escenario tras un ataque de nervios pero no lo hice tan mal según me dijeron cuando acabó la actuación. Cuando pensaba que por fin podría hablar con Richard a solas, Elton me propuso ir a tomarnos una copa. No pude rechazar su invitación y, entre unas cosas y otras, acabaron siendo las 5 a.m. y aún no había tenido la oportunidad de quedarme a solas con él. Cuando llegamos todos al hotel y subimos al ascensor, nosotros nos quedamos en su interior hasta llegar a la azotea. Cuando las puertas se abrieron, vimos el cielo clareándose y el sol saliendo. Estaba amaneciendo y era el momento perfecto para decírselo.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-Richard.-comencé y agarré su mano fría por la brisa de la mañana.-He estado pensando todo lo que dijiste el otro día...
-¿Y?-se limitó a decir.
-Me siento muy mal por Emily pero... No puedo seguir engañándome. Desde el primer momento que te vi...
-Me odiaste.-se burló interrumpiéndome.
-Cierto, desde el segundo momento que te vi.-corregí sonriendo.-Sentí algo especial que nunca nadie me ha hecho sentir antes pero tenía tanto miedo que no era capaz de aceptar mis sentimientos. Tenía miedo de no ser correspondido o de que me expusieras ante el resto y me rechazaran por... Porque me gustasen los hombres.
-No te rechazarán por eso, T.-había puesto su mano en mi mejilla, que ahora ardía.-Y yo tampoco te rechazaría.
-Ahora lo sé, pero antes no. Y encima en LA me echaste de tu casa después de tener sexo. Me sentí muy mal porque pensé que no había significado nada para ti.-agaché la cabeza.
-No fue solo sexo, Taron. Ambos sabemos lo que sentimos aquella noche. Y siento haberte echado, me sentía culpable por engañar a Brandon y por no amarlo como merecía porque... Los corazones solo pueden tener un dueño y el mío ya te pertenecía a ti.
-Rich...-quería romper la tensión que estábamos creando.
-Dime.-respondió buscando encontrarse con mis ojos.
-¿Cuánto me darán en el mercado negro por tu corazón? Me haría falta un piso nuevo y eso...-bromeé.
-¿¡EN SERIO, TARON!?¡HAS ROTO UN MOMENTO PRECIOSO!-se quejó elevando la voz.
-Shhhh.-susurré.-Es muy temprano para estar gritando.-me seguía riendo mientras hablaba.-Quería romper el hielo, cariño.
-Prefiero que me rompas otra cosa.-guiñó el ojo derecho y comenzó a reírse cuando me vio serio y con una pizca de miedo por lo que acababa de decir.-Es broma, estúpido.
-No sabía que te iban esas cosas, Dicky.
-Cállate anda.-cubrió su cara con la mano que no tenía atrapada entre las mías.
-Cállame.-le tenté.
-¿Ya puedo besarte?-asentí.-¡Por fin!-juntó nuestros labios, que encajaban como si de piezas de puzzle se trataran.-Te amo.-susurró contra mis labios.
Me despegué de su boca y lo abracé, colocando mi cabeza en su pecho y escuchando el ritmo de sus latidos.
-Yo también a ti.-respondí.
-¿Estás soltero ya?-preguntó sonriendo.
-No, quiero hacerlo en persona. Hacerlo por mensaje o llamada es de cobardes.-observé la extraña cara que puso tras oír esto.-¿Lo dejaste por mensaje?
-No volvería a verlo hasta que pasase un mes, no aguantaba más la mentira...-se excusó avergonzado.
-Bueno, te lo perdonaré. Pero ni se te ocurra hacerlo así conmigo, sé dónde vives.-amenacé con tono jocoso.
-Nunca me cansaré de ti. Si quieres que se acabe la relación, tendrás que cortar tú.
-Ni en broma lo haría.
-A ver si es verdad, estás últimamente muy bromista tú.-me despeinó y me besó suavemente.