Jihye
-¿Por qué no os apartáis? Llevamos dos minutos así...
Se estaba haciendo incómoda la extremada cercanía
-No me digas que estás nerviosa... -Jungkook posó sus manos en mi estómago, rozándome la oreja de forma que me hizo sonrojar.
-Me has dejado abandonada en el almuerzo, ¿pero ahora sí que vienes? -espeté, y aunque no le veía supe que había rodado los ojos. Miré a Taehyung, preparada para darle otro bofetón si no me soltaba la mandíbula-. ¡¿Y dónde mierda está tu voto de castidad, eh?! -le fruncí el ceño con rencor, y cuando fui a estamparle la mano en la mejilla alguien me cogió las dos muñecas desde detrás-. Jungkook...¿qué mierda haces?
Y lo más preocupante: ¿por qué estaba ayudando a Taehyung?
Me removí incómoda para escapar, pero ninguno de los dos quiso aflojar el agarre.
-No sabes el bofetón que me ha dado antes... -Taehyung miró por encima de mi hombro y me levantó la barbilla con sus dedos-. Dile lo que me has dicho a mí, cielo.
Estaba temblando, y si lo notaron lo ignoraron por completo.
Taehyung me presionaba con sus ojos, sonriendo de una forma totalmente desconocida para mí. ¿Por qué de repente se estaba comportando así de descarado conmigo? Era políticamente correcto con las chicas, siempre.
-Jihye, te estoy hablando -Taehyung dio un apretón poco amigable en mi cintura.
-Venga me lo puedes contar, que no muerdo si no quieres -la boca de Jungkook no se había movido de mi oído, y su aliento caliente me estaba creando escalofríos constantes por toda la columna vertebral. Si no me estuviese sujetando los brazos probablemente me habría caído al suelo.
-He visto lo de esta mañana -mi susurro se perdió entre la lluvia y los dos hombres pegados a mí, y Taehyung sonrió con suficiencia.
-Creo que no te he oído.
-¿Por qué os molestáis en ocultarlo? He visto la sangre del pacto, ¿qué mierda satánica habéis hecho?
-¿Y tú no sabes que es de mala educación espiar a la gente? -la nariz de Jungkook acarició mi mandíbula, justo por encima de la quemadura.
Tenía que mantener la calma.
-Admito que la bromita es obra de una mente astuta y retorcida, pero me estáis provocando dolor físico y mental, y tiene que parar -los tres nos estábamos mojando porque les había dado el capricho de hacer una escena de dorama.
No respondieron, solo sonrieron.
El pelo de Jungkook me hacía cosquillas en la mejilla, y los dedos de Taehyung seguían sin soltarme la mandíbula. A cualquier chica le habría encantado estar en mi posición, y yo misma me incluía.
-No sé cómo me habéis quemado con las cruces dibujadas, no entiendo lo del rayo ni tampoco cómo habéis metido el cuaderno en mi mochila esta mañana, pero tengo mucho miedo... -me aguanté las lágrimas delante de mis dos mejores amigos, esos que se odiaban a muerte.
-¿Todavía piensas que es una broma? -la voz de Kook se había enronquecido, y abrí los ojos cuando su mano se paseó por la base de mi cuello-. Has firmado tu sentencia tú solita, nena.
-¿Qué sentencia? -comenzaba a sentir frío; tal vez por la lluvia, tal vez porque me había cogido el cuello.
-Jihye, esta misma tarde has escrito nuestros nombres en el Sarang Note, por toda la puta página -me sorprendió el vocabulario soez del chico devoto, y también su cercanía cuando casi rozamos narices.
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Sarang Note ; kth, jjk [+18] CANCELADA
FanfictionEn el internado Parking Souls todo parece fluir con normalidad, excepto porque sus paredes esconden secretos. Seok Jihye se encuentra con un diario empolvado que exuda misterio por cada una de sus páginas, y que tiene un poder especial que la conde...