UN AMOR UNA AMISTAD Y MI RIVAL 12

779 59 15
                                    

CAPÍTULO 12.

Albert observó a Zusi y sintió pena por ella, era una mujer extraordinaria, Pero sabía que para Terry, solo era una buena amiga. Por otro lado no daba crédito a la situación que vivía Terry . Qué Candy estuviese aquí, era arriesgado, pero Terry y él la cuidarían de ser necesario. Pero que Zusi y Candy vivieran una experiencia bastante arriesgada, Y que terminarán siendo amigas unidas. No podía creer cómo se dan las coincidencias en la vida.

Giró a su derecha y se acercó a Zusi para darle un poco de consuelo.

—¿Todo bien, Zusi? —La miró, ella realmente parecía abatida.

—Es, él... —comento sin mirarlo.

—No te entiendo. ¿Quién es quién? —Albert preguntó un poco confundido.

—Terry... es el chico por el que Candy esta aquí.

—¿Candy, te hablo de Terry?

—Si. Y yo le hable a Candy de él. Dios...

—Vaya, ironías de la vida —comento Albert—Quizás deberías esperar y hablar con Terry.

—Sabes esta mañana que vi a Terry, Creí que el destino lo había traído hasta aquí por mí. —dijo con infinito dolor, sin tomar en cuenta las palabras de Albert—. Pero me he dado cuenta que el destino se lo trajo a Candy. —Sentía su corazón quebrarse—. Siempre ha sido ella ¿verdad? No fue pregunta, sino afirmación—. Sabes Albert— lo miró a la cara—. Cuando me besaba… Siempre se quedaba pensativo. Ahora entiendo que era por que siempre pensaba en ella.

—No te dales así.

—No me torturó, pero hasta cierto punto siento alivio. —Albert la miró sin comprender—. No era culpa mía. Él inspiró y aceptó comprendiendo. Conocía a Terry, siempre enamorado de Candy, Nunca se daba cuenta de lo transparente que era, cuando Candy estaba cerca. Todos podrían notarlo menos él—. Candy es fantástica, me alegro de que haya encontrado a Terry, de verdad —pronunció Zusi, esta vez le sonrió a Albert. Pero Albert sabía que esa sonrisa no era de felicidad.

—No puedo mentirme, esto realmente me duele, pero debo reconocer que después de todo Candy es una excelente persona, y una gran mujer. Albert abrazo a Zusi sintiéndose mal por aquella situación.

—Candy te has dado cuenta que al venir aquí has puesto tu vida en peligro.

—Pero...

—¡Por Dios Candy! —La interrumpió—, Y yo creyendo que estabas a salvo en Chicago, o con tus parientes. ¿En qué estabas pensando mujer? ¿Es que quieres morir? —Ella se removió inquieta. Sí, sabía que había sido una locura, seguramente la locura más grande que había cometido nunca, ¿pero que pretendía él? ¿Qué se quedase quieta? ¿Qué solo se sentase a esperar? —Te dije que no me gusta que estes sola, No que te vinieras conmigo —siguió Terry —. Mira lo que pasó, estuviste a punto de morir. Candy lo miró interrogante, dio un paso atrás y tragó saliva, mientras la respiración se le entrecortaba. Jamás había visto una mirada como aquella, ni siquiera cuando le gritó en el colegio. —¿Crees que no lo se? —le reprendió él — Zusi dijo lo que vosotras habéis tenido que pasar.

—¿Qué? —preguntó sorprendida.

—No puedes actuar de esa forma —dijo todavía más alterado—. Por Dios, te has arrojado a la guerra, has tenido suerte de poder salir a de un ataque por parte de los alemanes. Sí, estaba furioso, muy furioso. Candy volvió a removerse nerviosa, algo le decía que aquella conversación no iba a acabar nada bien.

UN AMOR, UNA AMISTAD. Y MI RIVAL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora