UN AMOR UNA AMISTAD Y MI RIVAL 22.

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CAPÍTULO 22.

Afortunadamente, yo te traigo noticias de tu Terry. —Flami le lanzó una sonrisa que a Candy le tomó por sorpresa—. No aceptaré más lágrimas, O de lo contrario no te diré nada.

—¿Terry?—preguntó Candy mirandó con ojos grandes de sorpresa a Flami frente a ella— ¿Has dicho Terry?

—Espera deja descansar un poco.

—Vas a matarme de un infarto —protestó Candy—. ¿Qué es eso que tienes que decir de Terry? Pero dime, ¿que te pasó?, ¿por que desapareciste así como así?

—No me fui así como así. Me llevaron acusándome de ayudar a la resistencia francesa. No me dieron tiempo de nada. Al principio creí que sería ejecutada.

—¿Estabas en la cárcel?

—Iba a ser enviada a un campo de concentración Nazi. Estaba aterrada , entonces me puse triste por que no las volvería a ver nunca, pero cuando vi en donde estaba sentí ira que brotó y se hacia más ardiente incluso que el aire en el interior de aquel lugar hediondo. Los andenes estaban atestados. Los trenes formaban hileras llenas de inocentes. Separaban a los judios, daban sacudidas a mujeres con latigazos, mujeres tosiendo, eran aventadas para ser rapadas de pies a cabeza. Creí que aquello era el final para mi. Cuando las enormes ruedas de hierro empezaron a girar más lento, el suelo del andén tembló. Nadie sabía qué estaba sucediendo exactamente. Solo querías vivir. En el interior pestilente del tren, era horno lleno de mujeres y niños.

—¿Niños? —Pregunto Candy con horror. Flami asintió.

—Cuando estuve cercas de pasar por la inspección preventiva alemana y el suelo tembló, hubo pasos apresurados, metralletas expulsando por todos lados, luego silencio. Después un ruido diferente al del tren y apareció Albert diciendo «Tiene usted suerte. Me había dicho con tanta ternura y un suspiro. Venga conmigo» —Nunca me senti tan segura con ninguna persona. Pero esto era distinto. Recordó. Aquel hombre no veía su físico, incluso en la media luz, Flami se daba cuenta de ello, pero él miraba más allá. O eso o era lo bastante inteligente como para darse cuenta de que quería ofrecer algo más al mundo que una cara hermosa y varonil.

—¿Albert? —Candy pregunto y Flami confirmó. —Después vi a Terry. —Candy puso toda su atención sin pestañear—. Debo decirte que es muy atractivo, pero cuando se opuso a que viajara con ellos, ya no se me hizo tan atractivo. —Candy río—. Por suerte Albert le ignoró. Una noche mientras encontraban un sitio seguro para las mujeres y los niños que iban en el tren, sorprendentemente llegó Stear con la división Easy, en una conversación comentó nuestro secreto —Candy abrió los ojos tan grandes como platos entendiendo que significaba nuestro secreto, ya podía escuchar todo lo que le diría Terry. Flami pudo leer su rostro asustado y se apresuró a calmar el pánico de su amiga.

—Terry no lo sabe.Le pedí a Albert que guardara el secreto. No sabía si estarías de acuerdo que fuera otro el que el informe algo que te pertenece sólo a ti. Albert se había negado al principio, pero finalmente entendió, Imagino que conoce perfectamente bien el carácter de su amigo por que lo comento. Asi qué no supo que somos amigas, sólo lo sabe Stear y Albert —Candy se tranquilizó, pero no pudo sentirse triste —. Las primeras semanas no hubo peligro, ni ataques, o enfrentamientos. «Puedo ser útil. Soy enfermera. conduciré una ambulancia de ser necesario. Sé hacer vendas e incluso coser una herida » Le dije a Albert para que me llevara. Y viaje unas semanas con ellos.

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