💋21. Eligeme

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Sicheng no sabía porqué había reaccionado de esa manera. El japonés tenía una forma de mirarlo que lo hacía sentir tan vulnerable como si lograra ver más allá de él.

Miró su reflejo en el inmenso espejo del baño. Se humedeció el rostro, sus mejillas estaban nuevamente sonrojadas. ¿Qué le estaba pasando? No le agradaba sentirse de esa forma. Era como si no tuviera el control de la situación.

Temía que si el japonés le decía de hacer algo, él no tendría la fuerza de voluntad para negarse. Eso no estaba bien. Por una parte, estaba más que feliz de estar en ese lugar a solas con él. Era como una pequeña fantasía hecha realidad.

Pero por otra estaba un poco nervioso. ¿Eso significaba que debían tener sexo?

Oséa los adultos tenía sexo sin mayor complicación, sin importar que fueran novios o no. Pero él... ¿Sería capaz de hacerlo?

En ese momento sus sentimientos eran una mezcla. Su cabeza le decía de hacer las cosas con calma, de conocer primero al chico y luego decidir qué hacer.

Sin embargo, su amiguito allá bajó le decía de volver a aquella cama, quitarse la bata, permanecer de pie y empezar a masturbarse frente a él. ¿Cuál sería su reacción? Uhm.

No. No podía hacer algo como eso. ¿O si?

Ahh, era un desastre en ese tipo de cosas.

En una situación como esa, Kun le diría de no ir tan rápido, de esperar, ser paciente.

Mientras que Lucas, su otro amigo del alma, lo regañaría por no vivir el momento.

No podía quedarse en ese baño toda la noche, así que con la madurez de los de su edad, tomó una decisión.

"Que pase lo tenga que pasar", fue lo último que pensó mientras salía.

Cuando volvió a la habitación, Yuta no estaba pero lo escuchó hablar por teléfono desde la sala. Por lo que pudo escuchar hablaba de trabajo.

Tomó un largo sorbo de agua. En la cama encontró un pijama azul oscuro con líneas blancas. Debía ser del hotel así que no dudó en deshacerse de la bata y ponérselo. Le quedaba un poco largo en las mangas, pero por lo demás no se podía quejar.

—Lindo pijama, combina con el mío -comentó el castaño a sus espaldas. -Aunque a tí te queda mucho mejor.

Estaba apoyado perezosamente a la puerta con los brazos cruzados y el celular en la mano. Había visto mientras el otro terminaba de vestirse y no había querido llamar su atención, hasta ahora.

Vestía el mismo tipo de piyama, ese color hacia resaltar su pálida piel y contrastaba divinamente con su cabello color chocolate.

WinWin se le acercó y lo miró de pie a cabeza.

—Me gusta como te queda.

El otro sonrió y lo tomó de la mano.

—Vamos a cenar antes que se enfríe.

—Yuta, parece que has pedido comida para diez personas —observó al ver todos aquellos platillos.

Tomaron asiento en una mesa de la sala, uno frente al otro.

Comenzaron a comer las esquisitas entradas para luego pasar a los platillos fuertes.

—Quieres hacerme engordar para que nadie se fije en mí —comentó el chino llevándose a la boca un trozo de pollo.

"Cómo si eso fuera posible" pensó el japonés quién deseaba ser el único en admirarlo.

—Comes como un pajarito —dijo mientras le llevó a los labios un poco de verdura que el otro comió gustoso.

El ambiente entre ellos era tranquilo y relajado. Una vela en medio de la mesa y una música de fondo volvía todo íntimo y romántico.

—Me gustaría saber algo —comentó a un cierto punto el menor.

—¿De qué se trata? Puedes preguntarme cualquier cosa.

—Es acerca tu tipo ideal. ¿Has pensado alguna vez en eso? Cómo debería ser y esas cosas.

—La verdad es que no —se llevó una mano bajo la barbilla, pensativo. —Aunque siempre me han gustado los chicos dulces y sensibles, así como tú.

Sicheng sonrió divertido, "Ah, espera a conocerme mejor" pensó mientras tomaba un sorbo de vino rojo.

—¿Y tú? ¿Alguna vez has conocido alguien que sea como tu tipo ideal?

—Sí, una vez, hace tiempo —contestó tranquilo.

Aquello sorprendió a Yuta que dejó de comer.

—¿Y qué pasó?

—Lo conocí a una fiesta —se acomodó contra el respaldo mientras contaba. —Esto ocurrió hace varios años. Apenas lo ví pensé que lucía increíblemente guapo. Ya sabes, alto, lindo rostro, masculino, hermosa sonrisa.

Yuta dejó salir un largo suspiro, por alguna razón, ni conocía ese desconocido pero ya le estaba cayendo mal.

—Fue antes que comenzara mi carrera de modelo. Mis amigos me llevaron a una fiesta. Fui con Kun que ya conoces y otro amigo que se llama Lucas. A un cierto punto de la noche desaparecieron.

Lucas se había puesto ebrio y Kun había ido a bajarlo del cubo donde estaba bailando. La cosa es que me fui a sentar en la esquina más alejada y fue allí donde ese chico se me acercó.

¡Tenias que verlo, era precioso! Más guapo de cualquier otro chico que había conocido hasta entonces. Era extranjero, así que no pudimos platicar bien, nos hacíamos señas y esas cosas, pero sentí una conexión increíble con él...

—¿Se besaron? —interrumpió Yuta con una expresión indescifrable.

El modelo asintió y se llevó una cucharada de timamisú antes de seguir.

—Solo un par de besos y estoy seguro que hubiera pasado algo más sino fuera por mis amigos que llegaron a decirme que mi hermano menor también estaba en la fiesta sin permiso.

Me fui con ellos y le dije al chico que me esperara. Cuando al rato regresé, lo busqué por todas partes y vi que estaba besando una chica. Estaban completamente ebrio y rodeado de sus amigos, cuando le hablé ya ni me pudo reconocer. Al final de la noche creo que se desmayó y sus amigos se lo tuvieron que llevar.

—Qué idiota.

—Sí, un completo idiota —lo miró directo a los ojos, con una expresión intensa que no supo comprender.

—Luego de eso ¿supiste algo de él?

—Supe que había vuelto a su país y me dieron ganas de buscarlo.

—Pésima idea, no lo hagas. No era el destino.

WinWin rió dulcemente y terminó su postre sin comentar nada más. El japonés tomó
su mano y la apretó.

—Yo soy mejor opción que ese chico ebrio poco serio.

—¿Lo eres?

—Claro que sí, te lo demostraré.

Sí estuvieran en peligro y
su bias y bias wreker tuvieran
que rescatarlas, ¿qué pasaría?

ASMR {YUWIN💖} Donde viven las historias. Descúbrelo ahora