ASMR {YUWIN💖}

🍯Especial Luna de Miel🍯

Último especial, espero
que lo disfruten.

❤️

Las sorpresas no terminaban esa noche. Ninguno de los invitados tenían idea de lo que pasaría a continuación.

Todos se habían reunido en el puente para admirar los majestuosos cruceros que estaban circulando frente a la costa. 

—Es magnifico —murmuraba Winwin mientras su esposo lo abrazaba por la espalda y acariciaba su cabello.

Su piel estaba un poco erizada debido a la brisa fresca de la noche, por eso Yuta se encargaba de frotar sus manos a lo largo de los brazos de su lindo esposo.

Las luces de los cruceros se reflejaban en la oscuridad del mar creando la ilusión que la superficie estuviera decorada de infinitas chispas de luz. La brisa marina desordenaba sus cabellos y los refinados atuendos.

—Chicos, queremos entregarles nuestro regalo. 

Atrás de ellos estaban Suho y Lay. Sus mejillas estaban encendidas y sus cabellos desordenados, ambos sonreían de oreja a oreja. 

Lay le entregó a Sicheng una tarjeta dorada que el chico miró con curiosidad.

—Es la tarjeta de una suite —observó Yuta. 

—Exacto —contestó Suho. —Pero no de una suite cualquiera. 

—¿Se trata de alguna habitación al estilo Christian Grey? —Tiró a adivinar Yuta con cierta intriga en el rostro. 

—Eh, no —debatió Lay. —Y aunque tuviéramos una, no se la prestaríamos porque Suhito y yo estaríamos muy ocupados usandola, ¿no es así?

—Claro que sí, mi ovejita abandonadora.

—No me digas así que me pongo triste —dijo haciendo un puchero que el coreano encontró tremendamente adorable y no pudo contra la tentación de darle un suave beso en los labios. 

—¿A dónde se encuentra esa habitación? —preguntó Sicheng al ver que la conversación se había desviado. 

—Excelente pregunta Winnie —lo felicitó Suho. —¿Quieren saberlo? 

Los esposos lo miraron expectantes.

El pelinegro señaló un punto lejano, hacia el mar donde no había absolutamente nada. 

El de origen chino lo miró perplejo. 

—¿Otra vez se fumaron de aquella hierba?

—Oye niño, mi hierba es medicada y difícil se conseguir —espetó Lay. 

—De eso no tengo duda, pero... —comentó Yuta. —Nos están diciendo que ¿esa habitación se encuentra allá? —indicó el mismo punto de Suho. 

—No bobito, es allá —el coreano tomó su brazo y señaló otro punto. —Es más, ya está llegando así que vamos rápido. 

Solo entonces comprendieron a qué se refería. Un imponente crucero estaba llegando al puente y entonces escucharon una voz en los alto parlantes. 

—Royal Kimchi está entrando en puerto. Por favor, pasajeros, presentarse en el puente para embarcar. 

—Nos llaman, vamos —Lay hizo ceñas con sus brazos a los invitados para que lo siguieran. 

En ese momento, llegó a toda prisa Renjun a tomar a Sicheng de la mano. 

—¿Sabes qué está pasando?