❝Cómo excitar a Yuta en 5 segundos❞
guía definitiva by Winwin.
Un Yuta perdidamente obsesionado y un Sicheng aparentemente inocente. 💋
𝘚𝘪𝘤𝘩𝘦𝘯𝘨, 𝘶𝘯𝘢 𝘦𝘴𝘵𝘳𝘦𝘭𝘭𝘢 𝘢𝘴𝘤𝘦𝘯𝘥𝘦𝘯𝘵𝘦 𝘦𝘯 𝘦𝘭 𝘮𝘶𝘯𝘥𝘰 𝘥𝘦𝘭 𝘮𝘰𝘥𝘦𝘭𝘢𝘫𝘦 𝘷𝘪𝘢�...
—Ya casi sale nuestro vuelo y ellos no aparecen por ningún lado. Los voy a ir a buscar.
—Tranquilo Kun, dales un poquito más de tiempo, se están despidiendo.
—¿Desde hace una hora? —sacudió la cabeza, no lo podía creer. —No es como si ya no se volvieran a ver.
—Así pasa cuando uno está enamorado.
Kun volvió a ver a Taeyong. Ese día vestía un sudadera larga y muy holgada, probablemente pertenecía a su novio.
—Sabes, cuando Jaehyun se queda a dormir en otra ciudad porque tiene que grabar algún drama, me cuesta muchísimo dormir.
Kun levantó los ojos al cielo. Su sueño era sagrado, no permitiría a nadie quitárselo.
—Oye, ¿porqué no vamos a desayunar? —propuso Taeyong ya jalandolo de su manga.
Kun suspiró, miró el reloj y vio que todavía faltaban 20 minutos antes de abordar el vuelo que los conduciría nuevamente a China.
Hace un par de días atrás, le había llamado Lay diciéndole que regresarán lo más pronto posible, pues las ofertas de trabajo caían como copos de nieve.
La noche anterior el grupo de amigos se había reunido para salir a cenar juntos. Había sido muy agradable conocer a nueva gente.
Así que dejó que Tae lo guiara hasta la cafetería. Se sentaron en la zona más apartada. Pidieron unas bebidas y siguieron platicando.
El chico que regresó con las órdenes se le quedó viendo fijo a Kun, pero este ni cuenta se dio y comenzó a endulzar su café.
—¿Hay otra cosa que desean pedir? —preguntó educadamente con una pequeña sonrisa y aunque se dirigió a los dos, claramente su atención era dedicada al rubio.
—Por el momento no, gracias —contestó seco Kun.
Taeyong solo observó. Todo hubiera quedado allí sino fuera que al rato el mismo chico volvió con unos mini sandwiches.
—Disculpe, pero nosotros no hemos pedido eso... —comenzó a decir Kun.
—Se los ofrece la casa. Espero que los disfruten.
La cálida sonrisa que le dedicó calentó hasta las mejillas de Taeyong, pero desafortunadamente no tuvo el mismo efecto en Kun.
—Oh bueno, en ese caso, muchas gracias.
Se llevó a la boca un sandwich y siguió revisando su celular.
—Con toda probabilidad acabas de comerte el número de teléfono del camarero.
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Kun levantó la mirada, sin entender.
—¿Te das cuenta verdad de el efecto que haces en las otras personas? —Taeyong habló despacio, midiendo sus palabras.
